El fallecimiento de un progenitor es una pérdida traumática que podría poner en riesgo el sentido de seguridad del niño y generarle quejas somáticas
Verónica Valdés
Tanatóloga y psicoterapeuta
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En un estudio realizado por la Universidad Militar Nueva Granada de Bogotá Colombia, se descubrió que alrededor del mundo, 4% de los niños pierde a un padre antes de los 15 años de edad y en Estados Unidos, 3.5% de la población experimenta una muerte del mismo tipo antes de los 18.
El fallecimiento de un progenitor es una pérdida traumática que podría poner en riesgo el sentido de seguridad del niño y generarle quejas somáticas (dolores físicos), accidentes; bajo rendimiento académico; conflictos sociales por aislamiento y expresiones psicológicas como depresión, ansiedad, estrés post traumático y autoestima baja, todas ellas señales de un duelo en proceso o mal elaborado.
Qué es la muerte
Un evento natural al que se le considera la cesación de todas las actividades de un organismo; es un hecho totalmente democrático que no hace distinción de sexo, edad, raza, país, etcétera y que depende del desarrollo emocional y cognitivo: mientras más se crece, se va enriqueciendo y su comprensión es mucho más amplia al grado de asimilar sus cuatro características inherentes:
– Universal
– Irreversible
– Causal
– Acrónica