Vidal Schmill
Pedagogo y especialista en desarrollo humano
escuelaparapadres.com
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Decimos y escribimos la palabra “amor” tantas veces que terminamos por acostumbrarnos a ella y minimizar todo lo que representa. Pero lo más grave es confundir su significado y utilizarlo para justificar relaciones que dañan a ambas personas, incluyéndote a ti, tu pareja, tu familia y tu hijo. Aunque no lo creas, tu bebé también puede sufrir un amor tóxico desde ahora. Si las bases de la relación mamá-hijo son el temor y la violencia, o si ambos creen que no pueden vivir sin el otro, vale la pena hacer un alto en el camino y preguntarte si tu forma de quererlo es sana para los dos.
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Lo más importante sobre la forma en que le demuestras amor es que ésta promueva su salud mental. No asumas que darle muestras amorosas (abrazos, besos, cuidados) es lo mismo que amarlo bien. ¿Es posible aprender a amar sanamente? La respuesta es sí:
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Hacerlo dependiente. Esto pasa cuando resuelves todas sus necesidades, por mínimas que sean, y con el tiempo es incapaz de hacerlas por sí mismo. Por ejemplo, niños que a los 7 años no logran atarse las agujetas o tomar los cubiertos para comer. Puedes checar esto déjalos solos. Además, a la larga este apego afecta su capacidad para socializar, ya que no querrá hacer nada sin ti y su autoestima siempre se sentirá débil.
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