El estrés crónico parece afectar a la capacidad de respuesta del sistema inmune ante las hormonas glucocorticoides, que son las responsables de iniciar una reacción inflamatoria tras una infección o lesión.
con Estibalitz Laresgoiti,
Médico cirujano con especialidad en Inmunología
psiconeuroinmunologia.mx
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De una investigación realizada por científicos de la Universidad de Washington, en Estados Unidos.
– Para examinar el funcionamiento del sistema inmunológico durante una situación de estrés continuo.
– Los investigadores compararon a 25 padres sanos con un hijo bajo tratamiento por cáncer con otros 25 adultos con hijos sanos.
– En los participantes no sólo se evaluaron las respuestas del sistema inmunológico sino también su salud mental.
Según el estudio, lo padres con hijos enfermos sufrían un mayor estrés psicológico que los padres con hijos sanos.
– Además, se observaba que disminuía la sensibilidad a los glucocorticoides en estas personas.
– La buena noticia es que el apoyo social a los padres de niños enfermos consigue reducir las consecuencias inmunológicas de cuidar a un hijo con cáncer.
CAUSAS DEL STRESS
– El estrés es universal e inherente a los seres vivos.
– Es un mecanismo de adaptación psicológica y orgánica a cambios del ambiente interno y externo (biopsicosocial).
– Todos los seres vivos experimentan y requieren estrés para adaptarse a nuevas condiciones a menudo lesionantes.
– También sufren estrés las bacterias y los virus.
– Una causa específica de estrés en la vida cotidiana es difícil de investigar, porque confluyen muchos estímulos y variables ambientales, físicas, psíquicas y emocionales que afectan el sistema de estrés y al inmune.
Adaptación a los cambios
Cada vez que enfrentamos un cambio -tanto agradable como desagradable- se rompe la homeostasis y estamos sometidos a estrés durante el período de adaptación al acontecimiento. (adaptación: proceso de restablecimiento de la homeostasis).
Un cierto nivel de cambio es deseable e incluso necesario.
El stress positivo
– vitalidad
– entusiasmo
– optimismo
– actitud positiva
– resistencia a la enfermedad
– fortalecimiento físico
– agilidad mental
– relaciones personales óptimas
– alta productividad y creatividad
– Cuando una persona está expuesta a demasiados cambios en un tiempo dado el stress puede volverse una enfermedad.
– Si la intensidad de los cambios sobrepasan nuestra capacidad de adaptación, nos encontramos en la fase negativa del stress, es decir, en conflicto con una situación en la que el equilibrio mental y físico no se ha establecido.
El Estrés negativo
– fatiga
– irritabilidad
– falta de concentración
– depresión
– pesimismo
– enfermedad
– accidentes
– mala comunicación
– bajos niveles de productividad y creatividad
Por lo tanto,
El stress experimentado depende de dos factores:
1.- la intensidad y frecuencia del cambio.
2.- nuestra capacidad de adaptación.
– El estrés de corto plazo da bombazos al sistema inmune.
– Cuando la función inmunológica se aumenta se relacionado con la respuesta de “Pelea o vuela” y este se relacionada con el estrés de corto plazo con el que terminaras.
– Esto es porque nuestro cuerpo todavía está tratando de adaptarse y derrotar el agente causal del estrés en lugar de sólo dejar que el estrés se acerque.
– El problema con esto es que existe un estrés es constante durante un período largo de tiempo.
– El estrés a largo plazo es lo que reduce que nuestro sistema inmune funcione.
– El peor tipo de estrés no es sólo a largo plazo, sino aquel que pensamos que no podemos controlar y que es aquel en el que caeremos al final.
– Por ejemplo conocer una fecha límite para entregar un trabajo podría causarte una disminución en el sistema inmune; no es tan malo como el estrés causado por un accidente extenuante.
– Cuando pensamos que el factor estresante está más allá de nuestro control y nunca podemos parar, nuestro cuerpo siente que no puede contra el estrés y empieza a tener consecuencias.
– Esta clase de estrés causa una caída en la función del sistema.
Si el sistema inmunitario se activa constantemente, puede contribuir a una multitud de problemas crónicos de salud, como enfermedad cardiovascular, diabetes, cáncer y trastornos neuropsiquiátricos.