Mario Guerra
Terapeuta
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Antes que nada, cada uno decide
• Con todo lo que aquí se diga, no se sugiere que alguien deba tomar automáticamente la decisión de irse o quedarse en su relación. Sólo aportaremos elementos que sirvan de base para la reflexión, el autoanálisis y la observación de su relación y a partir de ahí puedan tomar decisiones (o no).
Descartemos causas “obvias”
• Podría ser bastante claro que es hora de terminar una relación cuando en ella existe:
• Violencia de cualquier tipo, pero especialmente física, por el riesgo que representa incluso para la vida de una persona.
• Adicciones serias que han fracasado en diversos tratamientos.
• Infidelidades recurrentes sin reconocimiento ni tratamiento por parte del transgresor.
• Que tu pareja te haya dicho explícitamente que ya no quiere estar contigo, que te marches o que le dejes ir.
• Aún así hay personas que a pesar de ello se quedan; esos requieren ayuda profesional tanto como su propia pareja que los daña.
¿Cuándo es buena idea terminar?
1. Cuando ya buscaron ayuda profesional con al menos dos especialistas y las cosas no mejoran.
• Pueden intentar una tercera vez, pero una más es demasiado.
2. Han dejado de invertir en la relación.
• Ya no hay un “nosotros”. Ya no aportan proyectos, ideas, sueños ni planes conjuntos y cada uno “ve para su santo”.
• Ya no hay detalles, contacto físico, regalos, palabras de afecto, ni tristezas o alegrías compartidas.
• Puede que pasen tiempo juntos, conversar de cosas superficiales, pero lo hacen sin estar realmente conectados y parece que están en piloto automático o con un robot.
3. Ya no conversan o incluso no se hablan.
• Viven en la misma casa y se hablan para aparentar con los hijos o si acaso para preguntar algo. Una relación en donde se deja de conversar, es una relación muerta.
• (Los insultos y amenazas no son exactamente una forma favorable de comunicación que aplique para este punto).
4. Pelean constantemente criticándose
• Todas las parejas discuten en algún momento u otro, pero unas lo hacen sobre la forma de hacer las cosas y otras acerca de quién o cómo es su pareja. Buscan constantemente cambiarla.
• Discusiones donde abundan los “Eres un/a…”. “Tú nunca…”, “Tú siempre…”, además de los insultos con resentimiento.
5. Tú pareja te da la espalda
• Puedes llegar o no, morir o vivir, que a tu pareja le da lo mismo.
• Una variante de esto es que le cuentes logros o anécdotas tuyas del día y no te devuelva ni siquiera un “ajá”.
• Cuando tienes un problema y pudiendo ayudarte, o incluso habiéndoselo tú pedido, no mueve un dedo a tu favor
• A tu pareja no le importa ni tu vida ni lo que te pase.
6. Tu pareja trata de separarte de toda la gente que amas
• Frecuentemente manipulándote al decirte que todos los quieren separar, que son malignos, que no necesitan a nadie más para ser felices.
• También aplica cuando no quiere a tus hijos u odia lo que tú amas, como una mascota o tu religión, por ejemplo.
7. Tu pareja y/o tú ya no quieren hacer nada para reparar los daños
• Sólo el reconocimiento, la voluntad y el trabajo conjunto harán que una relación profundamente dañada salga adelante. Las promesas sin acciones son arenas movedizas, pero si ni promesas hay, el camino se ha terminado.
• Aquí también aplica cuando tu pareja se ha rehusado a ir a terapia o buscar ayuda de cualquier tipo o, peor aún, te da el avión pero nunca o lo hace o abandona el tratamiento.
• Una señal muy obvia de esto es que toda propuesta que le hagas te dice que “eso no sirve”, pero jamás te da una alternativa realista que crea que les pueda ayudar.
• Si ya fueron a terapia seguramente te dice que el/la terapeuta está en su contra.
¿Cuándo NO es buena idea terminar?
1. Cuando lo haces en un estado de mucho enojo, tristeza o por un impulso emocional, que podría ser hasta un berrinchito.
• Salvo que sea producto de alguna situación extrema como violencia.
2. Cuando estás bajo el efecto del alcohol o cualquier sustancia que altere tu percepción y juicio.
• Sin embargo aquí a tu pareja sí podría convenirle terminar contigo si esto ya es una constante.
3. Cuando lo haces con la intención de darle una lección al otro y aprenda a valorarte.
• te toma la palabra y se va, con lo cual el tiro te salió por la culata, o se queda por miedo a perderte, lo cual ya sería algo un tanto codependiente y no una decisión sana y libre.
Razones incorrectas para quedarse
• Sólo porque dicen amarse.
• Pueden amarse (o al menos eso creen), eso no se discute.
• La pregunta importante es ¿podemos estar juntos sin seguir destruyéndonos poco a poco?
Por el bien de los hijos.
• Sus hijos estarán bien cuando ustedes puedan estar bien, juntos o separados. Ellos necesitan un ambiente donde tengan la seguridad que serán amados, cuidados y protegidos y eso no lo logras en una casa llena de pólvora con padres que echan chispas y de mecha corta.
• No te ahorres la culpa de darles una familia separada; acabarás pagando con la culpa de haberles dado una vida infeliz.
• Para rescatar a una pareja que no sólo no te lo ha pedido, sino que no quiere tu ayuda.
• ¿Has cargado alguna vez un cadáver? Por algo hay un peso que se llama “muerto”.
• Por esperar el milagro
• De que tu pareja o la relación un día amanezcan siendo otras sin razón ni proceso alguno. Suerte con eso.
• Por cuestiones religiosas o familiares.
• El qué dirán o las llamas del eterno infierno no son más que justificaciones para no afrontar una realidad que te está estallando en la cara.
• Porque no estoy listo/a
• Es eso o es que no quieres afrontar las consecuencias de la separación. Cuando la casa está en llamas uno no sale corriendo “cuando está listo”.