Mario Guerra
Terapeuta y tanatólogo
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¿Qué sabemos hasta hoy?
- Una cosa es durar largo tiempo de vida en convivencia en pareja y otra, que el amor como tal perdure todo ese tiempo.
- Una de las parejas más longevas está en china, con 90 años de casados: ella 106, él 109.
- Él dice: “Ella ha sido durante toda la vida buena conmigo y… todavía cocina para mí”. Ella: “No me puedo imaginar mi vida sin… estar trabajando”.
En algunos resultados del estudio:
- Observaron, a través de escaneos del funcionamiento cerebral, sus reacciones químicas mientras observaban imágenes de su pareja.
- Comparadas con imágenes control de otras personas.
- Comparadas con las reacciones de enamorados recientes.
- Simultáneamente se aplicaron diversos cuestionarios para medir:
- Pasión, obsesión, cercanía, amistad, frecuencia sexual, etc.
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¿Qué puntuaciones se buscaban altas como indicadores?
- Profundo deseo de estar juntos.
- Atención focalizada en la pareja.
- Energía al estar con la pareja.
- Motivación a realizar cosas que hiciera a su pareja feliz.
- Atracción sexual y pensamientos hacia la pareja cuando no está.
La buena noticia: Se concluye que sí hay parejas que, tras muchos años de relación, siguen sintiéndose tan enamoradas como la primera vez; al menos por lo visto en la explosión de dopamina en sus cerebros.
La noticia no tan buena: Sin embargo esto no fue lo común, pues un alto nivel de amor recíproco sólo se encontró en 1 de cada 10 parejas estudiadas. El resto de parejas, si bien había permanecido unida por largo tiempo, no necesariamente lo hizo ni por amor, ni aún enamorados.
Diferencias neurológicas de los enamorados a largo plazo:
- Mayor actividad en área de reconocimiento de belleza visual (sus parejas les siguen gustando físicamente, aunque no dice ese estudio si las parejas se siguen manteniendo físicamente atractivas o “ya se soltaron la faja”).
- Menor actividad en áreas en los centros del placer relacionados con las adicciones y la búsqueda de recompensa. (digamos, menos propensos a la búsqueda de emociones y más propensos a la saciedad y satisfacción).
- Menor actividad en áreas cerebrales que involucran críticas y juicios (probablemente personas más flexibles y objetivas).
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Lo especial de tu relación.
- Objetivamente ninguna relación es “especial”.
- Nosotros declaramos, o no, que lo es.
- Pero bien podríamos creerlo…
- “Es bueno recordar, de vez en cuando, que nuestros cerebros hacen un estupendo trabajo en ayudarnos a dar sentido a un mundo imperfecto” Dr. Peter Urbel.- Duke University.
La empatía para conectar con el mundo interior de la pareja.
- Validar los sentimientos de tu pareja y buscar “estar”, más que huir o acabar regañando.
- Vivimos en un mundo donde la fantasía de control es grande.
Las habilidades y nuevos aprendizajes.
- Conocer necesidades y gustos, exponerlos a la pareja potencial.
- Buscar cierta compatibilidad.
- Recordemos los lenguajes del amor.
- No hay compatibilidad total.
