Mario Guerra
Terapeuta y tanatólogo
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Las discusiones en pareja son normales y se presentan como grandes oportunidades para mejorar y hablar acerca de lo que no va bien. Pero también se pueden volver un terreno estéril cuando, lejos de escuchar e intercambiar puntos de vista, uno o ambos se cierran tras el escudo de la defensividad sin asumir responsabilidades ni llegar a acuerdos.
¿Por qué nos ponemos tan defensivos con la pareja y qué podemos hacer al respecto?
¿Qué es la defensividad?
• Esfuerzo para cambiar una experiencia amenazante por medio de la distorsión (modificación de la realidad, evadiendo la amenaza) o el rechazo (impidiendo que experiencias amenazantes entren a la conciencia).
Ejemplos de interacciones defensivas en la pareja:
• No me recordaste llamar al abogado como te pedí.
• No me dijiste nada (cuando bien sabes que sí).
• Por favor te pido que no me levantes la voz.
• Pues tú me la levantaste primero
• Por qué no hiciste los que te pedí.
• Tú tampoco haces todo lo que te pido.
• Nunca me contestaste el mensaje que te mandé.
• Pues qué quieres, tengo mucho trabajo y no puedo estar en todo.
• (Tu pareja llora porque la has lastimado)
• !Ay, ya vas a empezar con tus lágrimas de nuevo! Ya!, no es para tanto.
¿Qué caracteriza a una personalidad defensiva en una relación de pareja?
• Personas extremadamente vulnerables y miedosas de abrir sus pensamientos y sentimientos reales, por lo que pueden tender a evitar relaciones románticas, y con ello la posibilidad de compartir temas profundos o conversaciones en las cuales puedan sentir amenaza.
¿Por qué una persona se vuelve defensiva?
• Esto viene generalmente de experiencias de la infancia combinadas con factores neurológicos.
• INFANCIA: Un estudio realizado por el Dr. Zenon Lotufo en Santa Bárbara, Ca este 2015, afirma que la defensividad está relacionada con:
• El miedo a ser considerados como inferiores.
• Un mecanismo de defensa para contrarrestar una amenaza a nuestra identidad.
• Muchos de nosotros hemos desarrollado un sentimiento de valía condicional. Nos enseñaron a consideramos valiosos y aceptados sólo cuando obtenemos resultados que otros esperan de nosotros.
• Este sentimiento de valía condicional se desarrolla basado en el resultado de nuestro desempeño cuando es comparado con el de otros, especialmente cuando nos sentimos o estamos compitiendo.
• En una discusión de pareja, estas personas piensan que compiten por tener la razón y, por lo tanto, por demostrar quién de los dos es más valioso y no será rechazado o ridiculizado.
• Digamos que tu pareja se identifica con sus heridas del pasado y no quiere volver a sufrir el mismo rechazo.
NEUROLOGÍA: Nuestro cerebro percibe lo incierto como una amenaza.
• Cuando nos sentimos amenazados, tendemos a aferrarnos a nuestras creencias, opiniones y puntos de vista, sean estos acertados o no.
• La cuestión se convierte en un juego de ganar-perder
• Dejamos de escuchar al otro para mantener más sólido nuestro punto de vista.
• Aceptar, dar la razón o llegar a un acuerdo puede ser visto como debilidad y sometimiento.
¿Por qué una persona defensiva rechaza incluso comentarios constructivos que le ayudarían a mejorar?
• Si la ayuda es percibida como más amenazante que positiva por quien la recibe (por ejemplo que interprete que me quieres ayudar para demostrarme que eres más listo que yo), la persona responde defensivamente, mostrando negatividad, rechazo o aceptación forzada.
• Personas que piensan que las estás haciendo quedar como imbéciles al decirles que están equivocados o incluso señalarles errores a corregir.
¿Las parejas se ponen más o menos defensivas con el tiempo?
• Uno pensaría que a mayor tiempo de conocer a una pareja, mayor nivel de confianza. La realidad es que diversos estudios han confirmado que a mayor edad, tiempo en la relación y estatus civil, se incrementa la defensividad y disminuye la seguridad y la autoestima de las personas que ya de por sí tienen autoestima baja e inseguridad.
• Esto podría deberse al hecho que conforme pasa el tiempo, hombres y mujeres van compartiendo más de sí mismos a su pareja, a la vez que van creando mayor dependencia de ella, lo que incrementa las posibilidades de ser lastimados y vulnerables.
• Los adultos, a diferencia de los niños, tenemos más historietas que defender y egos más rígidos que proteger.
Es que a mí me parece que mi pareja ya es más bien necia que defensiva
• Mientras más terca es una persona, más miedo demuestra que tiene a no tener la razón y más necesidad de tenerla.
• Lo que a tí te puede parecer sólo cosa de “ceder”, para tu pareja “terca” es casi una cuestión de vida o muerte.
¿Por qué no funciona la defensividad al final?
• Porque mientras más me protejo, más cree mi mente que debe protegerse.
• ¿Por qué habría de defenderme si no por algo que me amenaza?
• Mientras más me funciona la protección, me deja la sensación de que “gané” y otra creencia que se nos ha inculcado es que cada vez que ganamos una “batalla” nos hacemos más fuertes.
• Lamentablemente en el mundo de las relaciones de pareja, cuando uno gana el otro pierde y se genera resentimiento y el deseo de compensar ese desbalance en el poder.
• En una relación de pareja la modalidad de “sálvese el que pueda” genera ruptura y desconfianza.
¿Qué podemos hacer?
• Si tú eres el defensivo, deja de proteger tu “Yo”. Mientras menos lo proteges, más seguro se siente consigo mismo y disminuye su necesidad de protección. Tú eres aceptado por quien eres, no por la cantidad de razón que tienes.
• Ábrete a la escucha de las opiniones y puntos de vista de otros. Recuerda que el otro no te está describiendo su realidad, sino su opinión acerca de la realidad, y opinar no es igual que saber.
• Recuerda que una discusión no es materia de ganar/perder, sino de escuchar y exponer lo que se piensa. Tratar de demostrar que tienes la razón te pondrá en más estrés la siguiente vez y acabarás por no soportar equivocarte.
• Reconoce que el otro, igual que tú, también tiene necesidades que busca satisfacer y que, en general, no busca lastimarte.
• Si tu pareja es la defensiva, y tú eres el más flexible de los dos, escucha y valida su punto de vista. Luego, dile cómo ves tú las cosas y traten de llegar a un acuerdo imperfecto, pero funcional.
• No se trata de ser condescendiente y darle el avión, pero sí debes escoger tus batallas.
• Pero si de plano tu pareja se cierra y es imposible, entonces quizá deba buscar ayuda profesional. Si se resiste a ello, entonces búscala tú para que te ayuden a comprender por qué estás con una persona de esas características en una relación y puedas tomar mejores decisiones.