Estas en plena confesión en misa y el sacerdote te dice: “espérame tantito que voy a contestar mi celular” o tu esposa te tiene que mandar un correo electrónico para que la peles aunque te tiene enfrente.
Carita mata letra
En el Whatsapp y otros sistemas, velocidad mata ortografía y gramática. No es tan grave, porque es lo que hay que esperar como algo natural por los nuevos medios para escribir, según Alejandro Gómez Camacho, académico de la Facultad de Ciencias de la Educación, de la Universidad de Sevilla, España. En un artículo en la revista Didac de la Ibero, habla de “escritura disortográfica”, que se divide en dos grupos: la de los blogs y perfiles profesionales, en los que se respetan un poco las normas y las de mansajes de texto y redes sociales en las que ya no importan tanto las reglas.
Un estudio de Joseph Grenny entre 2,035 personas, publicado en The Daily Beast, encontró que:
89% reportaron relaciones dañadas por la tecnología.
63% dijo que lo más común es usar mal el celular en las reuniones.
La mayoría dijo que sabe perfectamente cuándo es incorrecto usar el teléfono y cuándo está mal que alguien lo use, pero que no le llaman la atención al que lo hace frente a ellos.
Lugares en los que más se abusa del teléfono:
35% Iglesia
67% Cenas
93% Carro (mientras se maneja)
52% Durante atención a clientes
Algunos restaurantes tienen cajas en la mesa para dejar el teléfono o pequeños letreros que te recuerdan que no está padre abusar del aparatito mientras estás con alguien de carne y hueso.
90% dice que no está bien usar el teléfono en clases, misa o frente a un cliente, pero sí en el avión.
87% considera que ahora se usan más los celulares donde no se debe que hace un año.
