Por Jacobo Dayán
Tw. @dayan_jacobo
Uno de los más graves problemas que enfrentamos hoy en día es la trata de personas. Es la forma en que se ha estructurado la esclavitud del siglo XXI, la más perversa forma de desplazamiento de “mano de obra” en el mundo.
Y claro, detrás está el dinero. El tráfico de personas es un gran negocio, solo comparable con el tráfico de drogas o armas. Las cifras son de espanto, más dos millones de menores de edad son víctimas de prostitución en todo el mundo y más de 20 millones de personas de trabajo forzoso. Las mujeres son las víctimas más frecuentes, tan solo 500 mil mujeres son “llevadas” todos los años a Europa Occidental para ser explotadas sexualmente.
Cada año se suman cerca de 4 millones de personas a este comercio de seres humanos, en un mercado de decenas de miles de millones de dólares.
Para variar, la comunidad internacional llega tarde y se pone de acuerdo en lo teórico, solo en lo teórico. En 2010, Naciones Unidas adoptó un plan para atacar este grave problema y “urgió” a los gobiernos a poner fin a esta práctica. Como ningún problema se queda sin su día, en 2013, se designó el 30 de julio como Día Mundial contra la trata.
Mientras tanto, millones y millones de víctimas. Todos los países se ven afectados, ya sea como origen, tránsito o destino.
¿Qué es la trata? La trata es la captación, el traslado o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza, al uso de la fuerza, al fraude o al engaño con fines de explotación.
¿Qué tipo de explotación? Explotación sexual, trabajos forzados, esclavitud, venta de niños y niñas o incluso la extracción de órganos, entre muchos otros.
De entre todas las modalidades de trata, la explotación sexual es la más reportada y la más visible con un 79%, seguido por el trabajo forzado con 18%. Parte del problema para atacar la trata es que por lo regular se le asocia exclusivamente a la explotación sexual.
En México la trata creció más de 600% en los últimos 7 años. El mayor número de denuncias se presenta en el DF, Estado de México, Tlaxcala y Puebla. Chiapas presenta un preocupante problema con la explotación de migrantes por parte de bandas criminales y el Instituto Nacional de Migración.
Como era de esperarse dada la situación en nuestro país, este crimen también florece a la sombra de la impunidad. Menos del 15% de las averiguaciones tienen una detención y menos del 8% terminan en condena. Es decir, más del 90% de impunidad.
Pero por instituciones no paramos, contamos con una fiscalía especializada que ha recibido más de 250 millones de pesos en esta administración y no ha entregado resultados.
Que dicen otros sobre la trata en nuestro país:
Para Amnistía Internacional, la trata en México es mucho peor que las cifras reportadas ya que los casos no denunciados son muchos más, sobre todo en el caso de migrantes.
El Reporte anual de tráfico de personas del gobierno de los EUA indica que “México no cumple en su totalidad con los estándares mínimos para eliminar el tráfico de personas”.
Naciones Unidas ha señalado que es urgente armonizar las leyes locales con la Ley general para Prevenir la Trata y ambas con los estándares internacionales.
Más de una década de esfuerzos a nivel mundial y no se tienen buenos resultados. La trata no debe ser abordada exclusivamente como un problema de leyes sino de estructuras sociales y económicas, de cómo se enfrenta la migración, de responsabilidades empresariales, de compromisos de gobierno, de cooperación internacional, pero sobre todo, de hacer visibles a las víctimas.
30 de julio, nada que festejar.
Jacobo Dayán es experto en Derecho Humanos, historia mundial contemporánea, genocidios y relaciones internacionales. Actualmente es conductor del programa Así las cosas que se transmite por W Radio.