Por Eduardo Iniesta
Tw.@eliniestae
No señores, no señoritas. No voy a desperdiciar mi tiempo, ni el suyo escribiendo sobre como curarse la cruda; ustedes ya saben cómo hacer eso.
Estamos ante el primer día de un nuevo año y creo que nos conviene ir siendo clar@s y estrategas.
Antes de lanzarse a un GYM intentando recuperar infructuosamente a la dignidad perdida varios años atrás, porque no nos hagamos tarugos, es bien sabido por todos que la INTENCIÓN de “hacer ejercicio” es uno de los “propósitos” de año nuevo más recurrentes y de los primeros que se mandan al carajo.
Así que, si ustedes ya tienen la firme CONVICCIÓN de que no van a volver a defraudarse incumpliendo el OBJETIVO de MODIFICAR su actual ESTILO DE VIDA por uno más sano, entonces por favor, tomen en cuenta los siguientes factores:
1. Pagar la membresía o mensualidad de un GYM adelgaza tu billetera, no a ti. Para perder peso y ponerte en forma se necesita la disciplina de asistir a ese GYM por lo menos cuatro veces por semana y HACER USO DE LOS SERVICIOS POR LOS QUE ESTÁS PAGANDO. De hecho, los GYMs consideran a enero como un mes de ingresos extra por la gran cantidad de personas que se inscriben y que sólo asisten un promedio tres semanas como máximo.
2. Enero también es el mes en que las redes sociales se inundan de selfies de gente en el GYM con mensajes onda: “Iniciando con todo este nuevo año”, “Ya en el GYM” o “Segunda semana en el GYM”; ¡MIS VIDOOOS! ¿Cómo les explicamos que es perfectamente legal asistir al gimnasio sin publicarlo en Twitter, FB o Instagram? Eso sin mencionar que, si ya por febrero les da hueva ir a entrenar, dichas fotos sólo serán la prueba de su breve paso por el mundo fitness. Que sea su actitud y su cuerpo los que proyecten su disciplina y compromiso, no una forzada selfie que solo busca aprobación.
3. ¡NO SEAN MEZQUIN@S CON USTEDES MISM@S! Tomen en cuenta que el tiempo que le dediquen a su acondicionamiento físico o entrenamiento, es tiempo que se están dedicando a ustedes, a estar en comunicación con su cuerpo agradeciéndole todas las cosas que les permite hacer. A mí no me vengan con eso de que “quieren, pero no les da tiempo”, si Barack Obama tiene tiempo para ejercitarse ¿Ustedes por qué fregados no?
4. Evítense el oso de llegar al GYM con su faja de látex o neopreno “pa bajar la panza”, porque ni queman grasa ni brindan un buen soporte a los músculos o columna. Al contrario, las mentadas fajitas azules solo sirven para apestar y para entorpecer el entrenamiento, porque transpirar más no implica quemar grasa. Simplemente se pierde más agua, lo cual reduce nuestro rendimiento y provoca cansancio excesivo.
5. Superen la barrera de los tres meses. Hollywood nos tiene bien mal acostumbrados, inoculcó en nuestras inocentes mentecitas la idea de que en tres minutos y a ritmo de una rola bien prendida la gente se pone bien buenota. Pero lamentablemente las cosas no son así. No les voy a mentir, sus dos primeras semanas en el GYM van a ser dolorosas, lentas y extenuantes. Por eso mucha gente deserta antes de comenzar la tercera semana. Los resultados reales de todo su esfuerzo comenzarán a ser evidentes después de tres meses; la buena noticia es que pasado este tiempo su cuerpo ya estará acostumbrado al entrenamiento y deseoso de MÁS. De ahí en adelanta el ¡cielo es el límite! Lo siento, ese comentario fue más cursi que bicicleta con flores.
Tenemos que ser conscientes de una vez por todas de que los problemas de sobrepeso y obesidad no nos restan derechos ni dignidad como personas, lo que nos van quitando lentamente es la salud.
Termina su columna y se lanza a correr los primeros 5 km del año ¿Me acompañan? (¿durante TODO el 2016?)
Eduardo Iniesta es conductor de radio y televisión experto en temas de diversidad sexual. También es un aficionado de encontrarle el lado estúpidamente interesante a la vida.