Por Mariana Fonteboa
Tw. Barbie_runner
Esculcas los bolsillo de tu pantalón y ni cambio traes. Está rezando para que te depositen la quincena y con el aumento del dólar lo único en lo que piensas es en crisis económica. A todos nos estresa la falta de dinero, la incertidumbre económica, las deudas y la posibilidad de quedarnos sin trabajo, pero con preocuparte no arreglas nada, mejor controla tu estrés económico con simples cambios en tu día adía:
Arma un presupuesto. Dedica 30 minutos al comienzo de cada mes o cada quincena para hacer una lista de los gastos que tendrás. Luego calcula cuánto necesitarás al mes para cubrir esos gastos y cuáles son tus fuentes de ingreso. Y ya, está listo. El presupuesto es una buena manera de saber cuándo necesitarás dinero y cuánto. Es importante que dejes una cantidad a imprevistos, siempre los hay.
Apégate al presupuesto. No te claves en lo que pasa en el mundo, ni en el costo del dólar ni en si trabajas mucho y ganas poco, estos pensamientos no te ayudan y generan mayor estrés, mejor apégate al presupuesto de gastos que elaboras. Tener un gran presupuesto no significa nada si no te apegas a él. Verifica tu estado financiero una vez por semana: ¿tienes suficiente como para cumplir con tus gastos quincenales? ¿Estás apegándote a los gastos anotados? Si no es así, fíjate dónde conviene que recortes gastos y dónde puedes encontrar más fondos.
Aprende la diferencia entre gastos necesario y gastos opcionales. Todos queremos darnos lujitos, pero si no te alcanza, mejor ¡ni lo intentes! un lujo te puede llevar a no terminar la quincena, pedir dinero prestado, pagar a tarjetazos y terminar endeudado. Aprende a comparar precios y elegir lo que no impacte tanto tu cartera.
Recorta gastos. Haz este ejercicio: intenta ver cuánto tiempo pasa sin que gastes dinero, ¿de qué cosas prescindiste? Así te puedes dar una idea de que tienes que pagar el metrobús, pero que el café de 50 pesos no es tan importante.
Utiliza una App para mantener tus finanzas. Debes saber a dónde va tu dinero. Tu banco puede ofrecerte algún servicio en línea donde controlar tus gastos, o puedes optar por sitios web o apps de finanzas. Incluso verlo en una gráfica puede ser muy revelador.
¡No toques la tarjeta de crédito! Resiste a la tentación, las tarjetas de crédito no son una extensión de tu quincena y si nos las sabes usar, te van a causar unos problemones que vas a arrepentirte una buena temporada. Si piensas que las cosas son estresantes ahora, imagina cómo serán si te endeudas con la tarjeta.
Cuenta con ahorros para una emergencia. Parte de tu estrés puede venir de no saber qué hacer si algo grave ocurre. Por ejemplo, no contar con el capital para reparar el coche. Tener un fondo de emergencias es indispensable para no terminar pagando a tarjetazo libre un imprevisto.