Cuando quieras recibir y tener más, debes soltar. Es una verdad universal y comprobada. Hace unas semanas en el programa de radio, uno de nuestros especialistas nos decía “Elegir es renunciar” y tiene toda la razón, pero ¿se han puesto a pensar cuántas cosas no dejamos que nos lleguen porque estamos bloqueados? Y aplica para todo, desde trabajo, dinero, ropa, zapatos y bolsas, hasta obviamente, parejas.
A lo largo de nuestra existencia atravesamos infinidad de ciclos que nos enseñan a crecer y convertirnos en una mejor versión de nosotros mismos. En ese sentido, el éxito de cada uno va de la mano con el nivel de cooperación para desligarnos de lo que ya no nos queda.
Igual que los críos están por entrar a un nuevo curso escolar, la vida también nos da el chance de graduarnos. De cada uno depende si queremos aprobar en el curso ordinario, hacer exámenes finales o estar reprobando. Además nos repite la lección para asegurarse de que la entendimos.
¿Se han puesto a pensar en las oportunidades que han dejado escapar por no desengancharse? Conozco decenas de historias sobre personas incapaces de buscar otro empleo a pesar de que ya no soportan al jefe. Por desgracia son pocas las que, sin tener nada amarrado, una vez que no están a gusto empiezan a operar y al encontrar algo mejor, dan el salto sin detenerse. Ésa es la gente exitosa, la que identificó la hora de poner fin.
Lo mismo sucede si trasladamos los ejemplos a las relaciones de pareja. Hay quienes duran décadas aunque ya no se lleven bien. Los motivos para permanecer en un vínculo asfixiante son tantos como los pretextos que podemos inventar: que si los hijos, la casa, todo lo que acaban de comprar, lo que les falta por ver o hacer… Mientras la vida pasa y siguen pensando que algún día serán felices. Lamento informarles que a muchos se les ha acabado el tiempo esperando. ¿Eso quieren para ustedes? Recuerden lo que siempre les digo: “Si no eres tú, quién; si no es ahora, cuándo”
¿No ha llegado tu momento de cerrar eso que andas arrastrando? Empieza a elegir hoy lo que quieres merecer mañana.