Aura Medina De Wit
Psicoterapeuta, instructora de meditación y autora de los libros
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• En un país como México en el cual, por cuestiones sociales, religiosas, culturales, existe una gran distorsión sobre el verdadero significado de “amar”, vale la pena darle una checadita a estas ideas, creencias, condicionamientos que todas nosotras tenemos en relación a lo que es amar.
• Usamos para esto dos libros: Mujeres que aman demasiado de Robin Norwood y el de ¿Amor o codependencia? De mi autoría.
• A pesar de todo el dolor e insatisfacción que acarrea, amar demasiado es una experiencia tan común para muchas mujeres que casi creemos que así es como deben de ser las relaciones
• La mayoría de nosotras hemos amado demasiado por lo menos una vez y para muchas de nosotras ha sido un tema recurrente en nuestra vida.
• Aunque los hombres también pueden “amar demasiado”, la mayoría que han sido dañados emocionalmente en la niñez, no desarrollan este mismo patrón de adicción a las relaciones.
¿Qué es amar demasiado?
• Cuando estar enamorada significa sufrir
• Cuando la mayoría de nuestras conversaciones son acerca de él, de sus problemas, sus ideas y cuando todas nuestras frases comienzan con “él”
• Cuando disculpamos su mal humor, su mal carácter, su indiferencia o sus desaires como problemas debidos a una niñez infeliz y tratamos de convertirnos en su psicoterapeuta
• Cuando leemos un libro de autoayuda y subrayamos todos los pasajes que lo ayudarían a él
• Cuando no nos gustan muchas de sus conductas, valores y características básicas pero lo soportamos con la idea de que si tan solo fuéramos lo suficientemente atractivas y cariñosas, él querría cambiar por nosotras
• Cuando nuestra relación perjudica nuestro bienestar emocional e incluso , quizá , nuestra salud e integridad física, sin duda estamos amando demasiado
¿Aman o dependen? Escuchen y lo sabrán
Características típicas de las mujeres que aman demasiado
• Típicamente provienen de un *hogar disfuncional que no satisfizo sus necesidades emocionales
• Recibieron poco afecto y por lo mismo intentan compensar esta necesidad insatisfecha proporcionando afecto, en especial a hombres que parecen de alguna manera, necesitados
• Debido a que esta persona no pudo transformar a sus cuidadores/progenitores en los seres atentos y cariñosos que necesitaba, reacciona profundamente ante la clase de hombres emocionalmente inaccesibles a quienes puede volver a intentar cambiar por medio de su amor
• Sufre una profunda huella de abandono la cual provoca que haga cualquier cosa para evitar que una relación se disuelva, que su pareja se vaya
• Para esta mujer, nada es demasiado difícil, nada es demasiado costoso o tardado siempre y cuando “ayude” al hombre con quien está involucrada
• Acostumbrada a relaciones carentes de amor, la persona está dispuesta a esperar, conservar esperanzas y a esforzarse más para complacer e intentar retener al objeto de su obsesión
• Está dispuesta a aceptar más del cincuenta por ciento de la responsabilidad, culpas y reproches en una relación
• Su amor propio es críticamente bajo y en el fondo no cree merecer amor. En cambio cree que debe de ganarse el derecho de ser feliz, de disfrutar la vida
• Debido a la gran inseguridad que experimentó en su niñez, necesita con desesperación controlar a sus hombres y sus relaciones. Disfraza sus esfuerzos por controlar a la gente y a las situaciones con la máscara de “ser útil”, “eficiente”, etc.
• En una relación siempre está más en contacto con la idea de “lo que podría ser” que con la realidad de la situación
• Es adicta a los hombres y al dolor emocional
• Es probable que esté predispuesta emocionalmente y a menudo bioquímicamente para volverse adicta a las drogas, alcohol, y /o ciertas comidas en particular los dulces
• Evita responsabilizarse de sí misma fijándose y obsesionándose con personas que tienen problemas por resolver, o involucrándose en situaciones que son caóticas, inciertas y emocionalmente dolorosas
• Es muy posible que tenga una gran tendencia a los episodios depresivos
• No se siente atraída por hombres amables, estables, confiables y accesibles a ella
Hogar disfuncional es aquel en que se dan uno o más de los rasgos siguientes:
• Abuso de alcohol u otras drogas. (prescritas o ilegales)
• Conductas compulsivas alteran y evitan el contacto honesto y la intimidad en la familia
• Maltrato del cónyuge y/ o de los hijos
• Conducta inapropiada por parte de uno de los progenitores para con su hijo o hija
• Discusiones y tensión constante
• Lapsos prolongados en que los padres no se dirigen la palabra
• Padres que compiten entre sí o con los hijos
• Uno de los progenitores no puede relacionarse con los demás miembros de la familia
• Rigidez extrema con respecto al dinero, la religión, trabajo, demostraciones de afecto, sexo, televisión, los deportes, política.
Si son de los que no paran de quejarse de absolutamente todo, esto les interesa
Una mujer que “ama demasiado” exhibe por lo general los siguientes síntomas con respecto a su forma de sentir y de relacionarse sexualmente con sus parejas:
• Ella se pregunta “¿Cuánto me ama?” o ¿Cuánto me necesita?” no ¿Cuánto lo quiero yo”
• La mayoría de sus interacciones sexuales están motivadas por “¿Cómo hacer que me quiera o necesite más?”
• Su impulso de entregarse sexualmente a otra persona a quien percibe como “necesitado” apunta principalmente a la gratificación de la otra persona y no a la de ella
• El sexo es una de las herramientas que utiliza para manipular, enganchar o intentar cambiar a su pareja
• A menudo las luchas de poder de la manipulación mutua le parecen muy excitantes
• Confunde angustia, miedo y dolor con amor y excitación sexual
• Se excita a partir de la excitación de él. No sabe sentirse bien por sí misma
• A menos que tenga el desafío de una relación no gratificante se vuelve inquieta
• A menudo se empareja con hombres de menor experiencia sexual
• Anhela la intimidad física. Pero debido a que teme ser controlada por el otro y abrumada por su propia necesidad de afecto, solo se siente cómoda con una distancia emocional creada y mantenida por la tensión de la relación
• Una mujer que utiliza al hombre como una droga hará de su relación con él algo tan tóxico y dañino como cualquier adicto a una sustancia química
• Experimentará el mismo grado de resistencia y miedo a dejar tanto la una droga como al hombre
• Para evitar sentir se “inyecta” literalmente con el hombre, utilizándole como droga de escape
• No es una exageración comparar este proceso con el que se produce cuando una adicto a la heroína interrumpe su consumo de golpe y de forma total. El miedo, dolor, ansiedad, desesperación son enormes y la tentación de recurrir a otro hombre, a otra inyección es igualmente grande.
CARACTERÍSTICAS DE LA ADICCIÓN
SUSTANCIAS QUÍMICAS ADICCIÓN A RELACIONES DE PAREJAS TÓXICAS
• Obsesión por la sustancia Obsesión por la relación
• Negación del alcance del problema Negación del alcance del problema
• Mienten para disimular que beben Disimulan lo que sucede en la relación
• Ocultan problemas de bebida Ocultan los problemas de su relación
• Repetidos intentos de controlar la bebida Repetidos intentos de controlar la relación
• Cambios anímicos inexplicables Cambios anímicos inexplicables
• Ira, depresión, culpa Ira, depresión, culpa
• Resentimiento Resentimiento
• Actos irracionales Actos irracionales
• Violencia Violencia
• Accidentes debidos a la intoxicación Accidentes debidos a la distracción
• Autoodio/autojustificación Autoodio/autojustificación
• Dolencias físicas Dolencias físicas
UNA ADICCION ALIMENTA A LA OTRA
• En el peor de los casos, las mujeres que amamos demasiado somos adictas a las relaciones de pareja, “hombreadictas” intoxicadas de dolor, miedo, angustia. Y es posible que los hombres no sean lo único a lo que estamos enganchadas.
• A fin de bloquear sentimientos de vergüenza y miedo de la infancia, algunas desarrollan dependencias de sustancias adictivas. Lo más típico de las mujeres que aman demasiado es abusar de la comida, aunque más y más vemos casos con serios abusos de alcohol y drogas
Ser la niña de papá tiene un precio y es este, escuchen
EL CAMINO HACIA LA RECUPERACIÓN
• Busca ayuda. Buscar ayuda significa hacer algo, dar el primer paso, extender la mano. Y para buscar ayuda uno debe abandonar, aunque sea temporalmente, la idea que podemos hacerlo solas.
• Haz que tu recuperación sea la prioridad absoluta en tu vida. Decide que no importa lo que se requiera, estás dispuesta a seguir esos pasos para ayudarte. Si esto te parece extremo, piensa por un momento hasta que extremos llegarías para ayudarlo a él y luego desvía la fuerza de esa energía hacia ti misma.
• Busca un grupo de apoyo integrado por pares que te entiendan (codependientes anónimos) A medida que las demás personas compartan sus historias, podrás identificarte con ellas, y con sus experiencias, y poco a poco esto te ayudará a recordar todo lo que tú misma has bloqueado.
• Desarrolla tu lado espiritual mediante la práctica diaria. Esto requiere más de voluntad que de fe, a menudo con la voluntad llega la fe y con esta la serenidad. Esto ayuda a dejar de controlar y dirigir y a confiar en que las cosas serán como deben de ser y te sentirás liberada
• Deje de pretender manejar y controlar a los demás.
• Aprende a no “engancharte” en los juegos. No engancharse significa que reconozcas los roles que sueles tomar y aunque te sientas tentada a reaccionar en alguna de las formas para continuar el “juego” no lo hagas.
• Enfrenta con coraje tus propios problemas y vacíos existenciales. Esto significa que habiendo renunciado a dirigir y controlar a otros, ahora no queda nada para distraerte de tu propia vida, de tus problemas y dolor. Este es el momento en que necesitas empezar a mirarte en profundidad
• Cultiva lo que necesites desarrollar en ti misma. Actúa de acuerdo a tus intereses. Si has estado demasiado ocupada con él y no tienes vida propia, comienza por cultivar lo que tú necesites.
• Vuélvete “egoísta”. Este es un ejercicio necesario para dejar a la “mártir” atrás. Coloca tu bienestar , deseos, trabajo , actividades, en primer lugar, en vez del último. Antes y no después
• Comparte con otros lo que has experimentado y aprendido. Siendo este el último paso de la recuperación, no el primero. Primero trabajas duro en tu propio proceso y después emprendes este paso. Aprovecha tu gratitud por haber llegado tan lejos y por la ayuda recibida y comparte tus experiencias. Ayudarás a otros a recuperarse y mantendrás tu propia recuperación.