Eduardo Calixto
Neurofisiólogo
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• El miedo es una emoción inmediata ante algo de lo cual no tenemos control, lo cual puede ser real o imaginario, es una respuesta desagradable de nuestro cerebro ante algo que desconocemos, ante la sensación de claudicación y pérdida.
• El cerebro ante un peligro desconocido pierde lógica y objetividad. Comúnmente, cuando el miedo es muy grande es llamado terror.
• El miedo es un proceso de adaptación que tienen los seres vivos más evolucionados, es la base de un mecanismo neuronal de supervivencia, de protección rápida y eficaz.
• Tener miedo no es malo, no tenerlo sería contraproducente para nuestra vida. Sin embargo, su exceso o falta de límites nos puede llevar a patologías o trastornos de la personalidad.
• Desde el punto de vista social, el miedo puede convertirse en un medio patológico de convivencia y de control.
• El miedo puede asociarse a muchas emociones: tristeza, soledad, hambre, etc.
• El pánico es un proceso patológico del miedo que suele suceder en episodios con o sin detonantes. Además del terror se pierde el control.
Hay rituales de felicidad que ayudan al cerebro a superar crisis, escuchen
Neuroanatomía del shock de miedo y sus efectos
• El miedo se aprende con la parte más inteligente del cerebro (corteza prefrontal e hipocampo) y con él interpretamos muchos procesos futuros que norman nuestra conducta con la parte menos evolucionada de nuestras redes neuronales (amígdala cerebral, hipotálamo y giro del cíngulo).
En 300 ms (un tercio de un segundo) el cerebro interpreta y genera una rápida comunicación de áreas cerebrales de acción e interpretación de riesgo y peligro. La atención es selectiva, se borran y no influyen los elementos menos importantes a los ojos. Se incrementa el sentido de audición y disminuye la sensación de dolor, comezón.
¿Qué sucede en el cerebro que nos hace sentir miedo? Se los decimos, aquí
La corteza parietal y temporal se activan, la corteza visual incrementa al doble su consumo de glucosa y oxígeno.
El hipotálamo se activa en 500 ms, el cual favorece el incremento de la liberación de hormonas (adrenalina y cortisol) para activar al organismo: 3 procesos fisiológicos se activan en menos de un segundo: el corazón late con más rapidez, el pulmón incrementa su función e intercambia más oxígeno y se forza al riñón para que fluye más sangre y depure más toxinas del organismo. A 1.5 segundos del detonante, la presión arterial aumenta en un 30 a 40% la frecuencia respiratoria se incrementa de 12 respiraciones por minuto hasta 50, disminuyendo el CO2 y generando mareo o desmayo por inhibición de la sustancia reticular ascendente.
• Por esta razón se sienten palpitaciones e incluso dolor en el pecho, dificultad para respirar, transpiración, calor/frío y sensación de hormigueo en las extremidades.
• Es tanta la liberación de catecolaminas, que los músculos tiemblan, se está preparando para huir, correr, luchar. El intestino se paraliza, el hígado y tejido adiposo liberan glucosa, lo cual está tratando de ayudar a tener más sustrato energético independientemente si comimos.
• Es tanto el cambio neuroquímico que se piensa más rápido de lo que se puede hablar, solo podemos emitir monosílabos, cuesta trabajo dialogar o poner en orden ideas.
• A 900 ms se entiende el concepto de peligro real, la región más inteligente del cerebro solo activa algoritmos conocidos de escape o lucha. Por eso mucha gente se petrifica al no conocer salidas, soluciones o no tener antecedentes de lo que está pasando. Es el momento, cuando la parte menos evolucionada del cerebro toma decisiones, corre riesgos.
• Estos procesos emotivos suelen auto limitarse en promedio en 30 min si desaparece el detonante. Sin embargo, si el peligro continuo, el miedo gasta energía y evoluciona en un 90% al llanto, lo cual es una señal de que el cerebro está buscando limitar el miedo.
• Con el llanto se obtienen dos cosas: disminuir la emoción y limitarla rápidamente, ya que gasta más glucosa/oxígeno y el cerebro no puede seguir gastando tanta energía, no está capacitado para hacerlo. Busca socialmente que se le haga caso, que interpreten su vulnerabilidad.
• Los ciclos circádicos se pierden, el tiempo pasa subjetivamente por el cerebro, siente que el tiempo pasa lentamente en la fase crónica. Cambia el apetito, inicialmente no se siente y gradualmente incrementa. Se pierde la calidad de sueño y no es fácil llegar al sueño MOR; cualquier ruido nos despierta, cualquier ruido, movimiento o actitud se percibe como amenaza.
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Neuroquímica del proceso:
Inmediatamente al inicio del miedo se incrementa adrenalina, noradrenalina, dopamina y serotonina. Garantizando estimulación, obsesión y atención. Paulatinamente se incrementa ACTH, orexinas, cambia la síntesis de interleucinas como IL1, IL6, se liberan neuroesteroides.