Mario Guerra
Tanatólogo, conferencista, business coach, psicoterapeuta.
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¿Por qué nos cuesta pedir ayuda?
• No pocas personas confunden la debilidad con fortaleza y se sienten protegidos tras grandes murallas de soledad interior donde viven con grandes y viejos problemas sin resolver.
• Podrían pedir ayuda, pero tienen una gran necesidad de sentirse fuertes, aún a costa de su propia felicidad.
• Paradójicamente, tras esta actitud se suelen ocultar grandes debilidades y miedos, muchos de ellos heredados de la infancia y otros desarrollados a lo largo de la vida.
¿A qué nos referimos con “pedir ayuda”?
• Es solicitar apoyo, consejo o guía para realizar una actividad o resolver un problema que tengamos y que nos desafía, nos asusta o nos rebasa.
¿Por qué evitamos pedir ayuda?
Creencias introyectadas
• “Pedir ayuda es de débiles”
• “Tienes que resolver tus problemas por ti mismo”
• “Que nadie te diga lo que tienes que hacer”
• “No confíes en nadie”
• “Los problemas personales no se le cuentan a nadie”
Cosas que arrastramos desde la infancia y tienen efecto ahora que ya somos adultos
Mandatos parentales
• “Tú eres el mayor y por lo tanto tienes que cuidar…”
• “Tú eres la fuerte…”
• “Soy el pilar de la familia y no me puedo doblar…”
• Modelaje y observación de conductas de sacrificio, excesiva proactividad o supuesta fortaleza (¿supresión emocional?).
• Excesiva rigidez y perfeccionismo en donde las autodemandas sean muy elevadas.
• Esto también producto de vivencias infantiles inadecuadas.
Baja autoestima en donde:
• No se quiere molestar a los demás con los problemas propios.
• Curiosamente estas mismas personas suelen dar apoyo y consejo a quien lo necesita.
Como no se siente que se ocupe un lugar familiar notorio por quien se es, entonces se hace algo por los demás para ser “aceptado”
• Se ve el bienestar personal como un “gasto” y no se quiere invertir en un libro, un proceso terapéutico o alguna otra propuesta de trabajo personal porque “no vale la pena pagar”.
• Por eso hay quien prefiere hacerlo de manera indirecta o dice que en vez de ir a terapia mejor se van a tomar el café con un amigo y que es lo mismo.
• Ir a tomar café con un amigo es una muy buena idea cuando lo que necesitas es ir a tomar café con un amigo.
Experiencias previas
• En donde se confío o pidió ayuda y no se recibió.
• Entonces se generaliza esta experiencia y ya no se confía.
• En este caso se concluye que es menos doloroso tratar de resolverlo todo por uno mismo que buscar ayuda y no encontrarla.
¿Hay quien nunca pide ayuda?
Más bien hay quien cree que nunca tiene que pedirla o que, cuando la recibe o la solicita, lo hace de manera encubierta. No sólo para engañar a otros, sino hasta para engañar a esa voz interior que le prohíbe verse débil.
¿Ayudan por las razones adecuadas? Escuchen
Formas encubiertas de pedir ayuda
• Ejecutar una actividad frente a alguien haciendo notar lo difícil que nos está costando realizarla.
• Ayudar continuamente a otros con la esperanza inconsciente de:
Cuando lo necesite ellos me ayudarán.
Si los sano es como si me sanara a mí mismo.
Si soy bueno con otros, me irá bien en la vida.
• Contarle el problema a un amigo.
• Leer un libro o escuchar un programa del tema.
• Buscar respuestas en internet.
¿Cuál es el problema de hacerlo de manera encubierta?
• No siempre hay respuesta a tu medida.
• No siempre sucede lo que según tu lógica debería de suceder.
• Tomas las opiniones como consejos y te metes en peores líos. Cuando quien te aconseja no tiene las competencias necesarias para hacerlo (experiencia no siempre es igual a competencia).
• El tiempo para resolver el problema de esta manera puede ser significativamente mayor a que si pidieras ayuda de manera directa.
¿Cuál es el problema de no pedir ayuda?
• Dejar que el problema se haga más grande o más complejo.
• Aislarse cada vez más de aquellos a quienes le importamos al no permitirles ayudarnos o despreciar sus consejos de buscar ayuda. Quien te ve sufrir y en problemas, pero que también presencia como te hundes sin pedir ayuda, acabará por alejarse de ti, pues atestiguar cómo te arruinas la vida les duele.
• Perder valioso tiempo de tu vida sin solucionar algo que consciente o inconscientemente te puede estar bloqueando en la vida.
La vida puede no ser tan larga como parece; veamos:
• Dibuja una línea horizontal de unos 10 cms.
• Anota al inicio la fecha de tu nacimiento y al final el año en que crees que te vas a morir.
• Haz una marca sobre la línea que represente el momento presente (2017).
• Piensa en un problema recurrente o importante que tengas.
• Ahora mira de nuevo la línea y observa: De qué tamaño es el espacio que queda entre este año y el momento de tu muerte. ¿Cuánto de ese espacio restante estás dispuesto a gastar en un problema sin resolver por no buscar la ayuda necesaria?
¿Qué hacer? Recuerda que:
• Siempre hemos necesitado y recibido ayuda. Caminar, hablar, comer, vestirnos, aprender.
• Se necesita una gran fortaleza interior para asumir nuestra vulnerabilidad humana y buscar y aceptar ayuda en momentos de dificultad. Buscar ayuda es de fuertes; no hacerlo es reflejo de una gran debilidad interior.
• Pedir ayuda es un signo de que te importas y te valoras a ti mismo. Es reconocer que necesitas la ayuda que mereces.
• Es importante ser selectivo a quien se le pide la ayuda:
Alguien con la disponibilidad.
Alguien con las competencias necesarias.
Alguien que no haya demostrado en el pasado no ser fiable.
• Las heridas emocionales pueden ser tanto o más dañinas que las físicas. Las segundas te pueden llevar a la muerte, pero las primeras a vivir toda una vida con un gran dolor interior.
¿Qué le aconsejarías a un amigo ante un problema que ni él ni tú saben cómo resolver?