Helios Herrera
Director general de HH Consultores: desarrollo humano para la Productividad
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1. Nunca ponen excusas
Saben que una excusa es una buena razón para no hacer las cosas y una muy mala forma de utilizar las neuronas. En este mundo crecer a partir de los problemas y situaciones que logras resolver, no a partir de aquellas que logras justificar.
2. No ven el trabajo como obligación rutinaria.
Uno pensaría que los súper exitosos son perezosos, trabajan dos horas diarias y se la pasan en el nirvana de la fiaca todo el día, pero no. No ven el trabajo como una obligación que cumplir, sino como una plataforma, un camino para crecer y como les gusta crecer en consciencia, permanentemente están en el trabajo, diseñan una rutina de vida y con disciplina van a la oficina a preguntarse. ¿Qué hay que hacer hoy?… y lo hacen.
3. No se meten el dedo en la nariz…. En medio de una sesión de consejo.
Son tan personas como cualquiera. Comen, toce, fuman, se sacan mugre de entre los dedos de los pies, se muerden las uñas, maldicen, pierden frecuentemente el estilo, pero procuran respetar los estándares y protocolos del éxito. Procuran no herir a nadie, no permiten que su “humanidad” afecte la humanidad de otros tratan de ser respetuosos de las formas porque entienden que vivimos en un mundo de relaciones y que si lastimas a alguien cuando vas de subida, las probabilidades de que algún día te lo encuentres “de bajada” y lo necesites… son altas.
Los demás puntos los puedes encontrar en la revista moi de mayo.