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¿Estás comiendo tú, o está comiendo tu niño interno?

¿Cómo reconocer que es nuestra parte infantil la que nos está hablando a través de nuestra manera de comer? ¿Cómo saber qué no es nuestro niño interno es el que se está sentando en la mesa a decidir por nosotros?

junio 9, 2016

Adriana Esteva
Especialista en Nutrición Emocional
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1. Berrinche

  • ¿Te has cachado que te comes algo y hasta pones cara de niño berrinchudo?
  • ¿Cuántas veces no has comido algo como una “venganza” porque no obtuviste algo que querías de alguien más, de la vida o de ti mismo? O porque quieres molestar a alguien.

2. Premio

  • Premiarnos con comida es un acto condicionado que sigue buscando encontrar afuera la validación que no sabemos darnos.

3. Reconfortar

  • Cuando no hemos aprendido a cubrir adulta y responsablemente nuestras necesidades, buscamos reconfortarnos con la comida de la misma forma de en algún momento alguien nos reconfortó a través de ella.

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4. Intimidad

  • La comida se vuelve un sustito simbólico de lo que en realidad queremos obtener pero que no nos atrevemos a pedir o a buscar en algo más real y por supuesto riesgoso como una verdadera relación.

5. Calmar incomodidad

  • Desde pequeños aprendimos que hay que acabar rápidamente con la incomodidad sin esperar a que esa misma incomodidad nos diga para qué está ahí.
  • El famoso ¡Shhhh Shhh Shhh¡ cada vez que comienza a llorar o incluso a hacer puchero un bebé, es una gráfica muestra de esto.
  • Nos volvemos intolerantes a la incomodidad por más pequeña que esta sea y no damos oportunidad de explorarla. Y la comida es un medio muy usado para intentar anularla. Es una gratificación inmediata.

6. Todo o nada

  • De pequeños nos es casi imposible dimensionar clara y asertivamente las cosas. O todo es bueno o todo es malo.
  • O hacemos la dieta perfectamente o la rompemos espantosamente. Rara vez el adulto que hoy somos se detiene a preguntar si le gusta comer como come y a buscar su propia identidad más allá de la que aprendió que tenía.

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7. Comer a escondidas

  • Un niño pequeño es normal que de pronto sienta la necesidad de esconderse cuando siente que algo es amenazante, pero……Un adulto?
  • Si este es tu caso, se curioso contigo y pregúntate si de verdad hoy esconderte es la mejor alternativa y si estás encontrando en comer la forma de regresar a esos escondites a los que de niño podías acudir cuando sentías mucho miedo o la necesidad de estar solo.

¿Cómo si podemos dejar que nuestro niño interno participe a la hora de comer?

  • No dar por hecho y dejarte sorprender
  • No juzgar ni calificar solo disfrutar
  • Diviertete
  • Descubrir sabores
  • Ser curioso
  • Dejar las creencias a un lado y comer cada vez con «ojos de principiantes»

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¿Y como adulto?

  • Aprende a dejar de lado las gratificaciones inmediatas
  • Arriésgate a ir por lo que quieres
  • Atrévete a elegir
  • Practica la atención plena
  • Pon limites
  • Toma tus responsabilidades y suelta las que no son tuyas
  • Comienza a ser autentico en tu manera de comer y asi generarás relaciones igualmente autenticas

junio 9, 2016