Juan Enríquez Cabot,
Empresario, inversor en biociencia; académico mexicano
• CEO de Biotechonomy LCC, una compañía de inversiones e investigación en ciencias de la vida.
• Autor del best seller «As the Future Catches You: How Genomics & Other Forces are Changing Your Life, Work, Health & Wealth».
• Fundador del Proyecto de Ciencias de la Vida de la Harvard Business School.
El principal desafío del siglo XXI es cómo operaremos en un mundo sin cubículos, en el que estamos trabajando en redes.
1. ¿Cómo es este nuevo mundo?
En países autoritarios y en las viejas y grandes corporaciones, el típico organigrama es una pirámide: El jefe ordena, los otros (en teoría) cumplen. Pero en el mundo digital:
• Muchos pueden colaborar a distancia con baja fricción y costo.
• La cantidad de información disponible es infinita.
• Las personas se integran sin límites geográficos.
En el nuevo orden establecido por Redes, nadie ordena: la gente se organiza, organiza sus propios tiempos y prioridades, y se enfoca en un problema u oportunidad común para beneficio de toda la organización.
2. ¿Qué relación tienen las redes con la autoridad?
• Desde el 2012 a la fecha, la suma de países árabes con revoluciones sociales va en 15. La fuerza de las protestas fue tal que desencadenó el derrocamiento de los gobiernos de Egipto, Túnez, Yemen y Libia.
Quien solo ordena y reprime no dura mucho. Lo mismo pasa en las empresas; quien está preparado, tiene educación científica, o talento particular, puede ser parte de una red transnacional y tiene cada vez más opciones de integrarse a otras redes.
3. Diferencia entre redes chicas “educadas” bajo el nuevo orden, y las viejas (anticuadas y rígidas) estructuras
• CASO WhatsApp, con 40 empleados, llegó a generar en un solo año ganancias equivalentes a todo el trabajo de un año entero de todos los habitantes de Paraguay.
4. LA OTRA CARA: ¿Qué riesgos y oportunidades ofrecen para los negocios en México?
En México casi el 40% del empleo depende del ensamblaje y de la maquila. Es por eso que es importante poner atención a los nuevos fenómenos tecnológicos que tienden a desaparecer la mano de obra humana.
CASO: Baxter es un robot industrial que puede programar, ensamblar, y trabajar por 24 horas; nunca toma vacaciones y vale 22mil dólares.
• ¿Cómo funciona? Muy simple. Para programarlo lo tomas de las manos, aprietas un botón y le muestras exactamente el movimiento que quieres que lleve a cabo.
• Hasta este momento, la gran mayoría de los robots industriales, los que trabajan en fábricas, son extraordinariamente peligrosos para los trabajadores, porque su productividad pone en tela de juicio si las industrias deben seguir invirtiendo en mano de obra “humana”.
• ¿Estamos a punto de que nos sustituyan las máquinas?
