Gaby Pérez Islas
Tanatóloga
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Laila Matuk
Testimonio
laila.matuk@gmail.com
Sobre Laila Martínez Ayub: 52 años. Casada hace 32 años con Anuar Matuk. Dio a luz dos hijos, Anuar y Laila.
• Ama de casa.
• En 2009 falleció su hermana mayor, en 2010 su hijo Anuar y seis meses después su mamá.
Laila escribió un libro llamado «Es Personal», en el que habla sobre su experiencia al haber perdido a su hijo.
• Editorial Procesos Editoriales Don José, primera edición, 2014.
• Lo presentó el 5 de diciembre en el auditorio del Museo Soumaya de Plaza Carso.
• Las fotografías fueron tomadas por su hijo.
• Actualmente, el libro se está distribuyendo y se puede adquirir en Sanborns , en el D.F y en el interior de la República, así como en AMAZON de México, de España y de Estados Unidos y en ITunes igual México , España y Estados Unidos.
Recibió guía de un tanatólogo, quien escribió la introducción del libro, se llama José Manuel Manzano Castro.
Su hijo, Anuar
• Nació el 6 de abril de 1985 , tenía 25 años.
• Era arquitecto y un apasionado de la fotografía.
• Había estado 3 semanas fuera, en el Oriente, visitó Japón y después .China ya que en Shanghai estaba la Expo mundial de arquitectura.
• Regresó el 10 de octubre del 2010 perfecto, feliz, muy pleno de su viaje.
• Fueron todos a comer, no paraba de contarles su experiencia, y al regresar a la casa, sentados todos en la sala escuchando sus anécdotas, repentinamente agachó la cabeza, sin hacer ningún sonido ni quejido: Un coágulo se disparó a su pulmón y terminó en segundos con su vida.
La muerte de un hijo
1. La muerte de un hijo es algo que le cuesta mucho trabajo entender a la mente humana, pareciera que algo está equivocado, que rompe con una ley de vida.
2. La madre o el padre que pierden un hijo no tienen nombre como lo hay para otras pérdidas, viudo, huérfano, divorciado, etc. sigue siendo madre o padre porque son roles que van más allá de la muerte.
3. Sin importar la edad del hijo los sentimientos en los padres son devastadores.
4. Culpa y responsabilidad son dos puntos importantes a considerar, no se puede entender la falta de un hijo-hija sin pasar por el laberinto de la culpa.
5. Con el hijo mueren esperanzas y expectativas.
6. Cada hijo es único e irremplazable, como los dedos de una mano.
7. El amor más desinteresado que pueda existir es el incondicional de una madre o un padre para con su hijo.
8. El que un hijo muera no se olvida jamás, aprendes a vivir con ello y a honrar el lugar que ocupa en tu vida.
9. La sociedad y familia juegan un papel crucial en estos duelos, someten a los padres a muchos cuestionamientos.
10. Con la muerte de un hijo el mundo ordenado y confiable se rompe a pedazos.