Según un estudio “México Emergente”, realizado por De La Riva Group con antropólogos de distintas comunidades en las 32 entidades de México:
5 de cada 10 mexicanos piensa que México es un país acomplejado
Según los semiólogos consultados por De La Riva, podemos explicar los perfiles del mexicano desde tres distintos códigos:
a. Residuales: los mexicanos perpetuadores
• Somos “El Ya merito”
• Somos luchones
• Pocas veces concretamos
• Si no tenemos recursos, nos autoboicoteamos
b. Dominantes: los mexicanos confirmadores
• Somos el “Sí se puede”
• Lograr nuestras metas no depende sólo de nosotros:
• Siempre hay alguien más (el árbitro, el jefe, la mamá, etc.)
c. Emergentes: los mexicanos disruptores
• Somos el “Ya, ¡vas!”
• Disfrutamos la acción sin importar el resultado
• Rompemos estereotipos.
Según Agustín Abasave, Doctor en Política por la Universidad de Oxford:
• Los mexicanos somos esquizofrénicos
• Tenemos una identidad fracturada
• Entre cada mexicano hay una lucha eterna entre Cortés y la Malinche.
Según Rocío Ordoñana, psicoterapeuta, los mexicanos:
• Hemos vivido bajo la premisa de que somos víctimas permanentes
• Hemos manejado nuestro destino como en “piloto automático”
• Hemos estado resentidos desde hace siglos
Los estudios De La Riva Group concluyen que el mexicano, literalmente, está “hasta la madre”.
Mexicanos al grito de… la esquizofrenia
Agustín Basave
Doctor en Política por la Universidad de Oxford
TW: @abasave
• Sin embargo, en la imagen del mexicano no hay nada genético irreversible; y en lo cultural no hay nada que no se pueda cambiar.
1. La hipocresía mexicana
Nos consolamos argumentando que los malos están en las cúpulas, que todos los demás son (somos) inocentes.
Durante la colonia, las leyes eran impuestas por el gobierno español… desde España. Las hacían allá, las mandaban desde allá… pero nadie en las altas esferas las cumplía: Las leyes eran una cosa, y la realidad otra.
• Se cuenta que en el virreinato las leyes expedidas por el Rey tenían la anotación: “Acátese pero no se cumpla”. Básicamente, la ley nacía muerta.
Con el tiempo, la corrupción comenzó a funcionarle no sólo a las clases de élite, sino también a las medias y a las bajas.
Hoy, el problema de México está en las leyes inflexibles que se aplican flexiblemente.
Todos los mexicanos, en mayor o menor medida, nos beneficiamos de la corrupción y de otras conductas negativas:
• Mordidas a los de tránsito
• Pagos o favores para “acelerar” de trámites
• Uso del poder para fines personales
La corrupción sirve igual a los ricos que a los pobres:
• Todo es más rápido
• Todo es más barato
• Todo es más fácil
• La única diferencia entre el primer mundo y el tercero es que ser corrupto sale más caro en uno que en el otro.
• En la Constitución hay disposiciones inaplicables, y en las leyes secundarias y en los reglamentos hay una gran cantidad de requisitos que hace difícil que el ciudadano los cumpla.
• En este país no hay recursos legales agotados por ciudadanos, sino ciudadanos agotados por recursos legales.
3. ¿Represión VS Libertinaje? Lo legal y lo ilegal VS lo bueno y lo malo
• En México estamos obligados a elegir entre:
a) Movimientos sociales que se aplastan con brutalidad e inhumanidad
b) Ciudadanos que hacen y deshacen sin considerar el orden público
• La impunidad, la negligencia del Estado que no pone orden y rompe la ley obliga al pueblo a hacerse justicia por sus propias manos.
• Tan ilegal es la actuación de las organizaciones que se hacen justicia por su propia mano como la de la policía que viola los derechos humanos de los infractores.
Pero…
• Una cosa es lo legal e ilegal, y otra cosa es lo ético: lo bueno y lo malo. Esa es la fuente de todos los debates actuales.
Programación del mexicano
Rocío Ordoñana
Psicoterapeuta con 30 años de experiencia en psicoterapia con especialidad Biodescodificación
Estamos tatuados con TATUAJE CULTURAL derivado de la CONQUISTA.
Para el subconsciente la conquista se vivió simbólicamente como una VIOLACIÓN violenta, rodeada de abuso y humillación.
Los mexicanos:
• Hemos vivido bajo la premisa de que somos víctimas permanentes
• Hemos manejado nuestro destino como en “piloto automático”
• Hemos responsabilizado, a veces sin ser conscientes de ello, a nuestro pasado histórico.
• Hemos estado resentidos desde hace siglos
En general los mexicanos tendemos a responder actualmente desde el “victimismo” a diferentes situaciones desde este tatuaje histórico.
Las creencias, sin embargo, se pueden reprogramar.
1. EL HARDWARE O PILOTO AUTOMÁTICO
• La evolución ha dotado a nuestro cerebro de la capacidad de almacenar en la memoria un sinnúmero de creencias y comportamientos.
• La suma de los instintos genéticos y las creencias, los comportamientos, las emociones, las frustraciones, los deseos de nuestros padres, abuelos, bisabuelos y así sucesivamente, todo nuestro clan, se graban en el cerebro y esa información se acumula y se guarda en la mente subconsciente a manera de CREENCIAS, SIGNFICADOS, EMOCIONES Y VALORES.
• Una vez que la información se almacena, se convierten en programas que moldean el comportamiento y que guardan las CREENCIAS, “verdades absolutas”, y las emociones que dan origen al comportamiento.
• Si estos programas no se hacen conscientes y se hace un cambio en las creencias, estos se heredan y se repiten de una generación a otra, reforzándose continuamente.
2. Mexicanos, VÍCTIMAS de nosotros mismos
Emocionalmente asociamos nuestro pasado histórico con emociones de dolor y de rabia, dejando una herida que desde entonces se ha mantenido abierta y que ocasiona comportamientos de victimización.
La cultura del Victimismo:
• Contiene creencias de “YO NO PUEDO”
• Genera resentimiento que se acumula hacia el otro, que se cree que “SI PUEDE”.
• Busca un culpable, no se adquiere la virtud de responsabilizarse de lo que se hace o se deja de hacer.
Otra consecuencia de la victimización es el pensamiento dicotómico Blanco-negro. Los buenos-los malos. Los ricos, los pobres.
Vivir con resentimiento, significa no cerrar la herida es “volver a sentir”, RE-SENTIR, estar atrapado en este resentimiento consume mucha energía, energía que desgasta y que se utiliza para descalificar al otro o invalidarlo, en lugar de orientarla a obtener un resultado o un logro.
3. Si México fuera una persona:
Si México fuera como paciente a buscar ayuda terapéutica:
Modelo del victimismo
• LA VÍCTIMA. Mantiene creencias de devaluación y se siente sin poder.
ACTITUDES: Sumisión y Esperanza pasiva.
• EL VICTIMARIO. Es el que usa la fuerza y el poder para someter a otros.
ACTITUDES: Prepotencia, Autoritarismo, Machismo
• EL SALVADOR. Alguien o algo externo que se le otorga poder. Va desde lo sagrado, lo extranjero o alguien que se le atribuye una fuerza superior .
Este modelo se retroalimenta y se convierte en un círculo vicioso que se mantiene y se perpetua.
El mexicano emergente
Dra. Gaby de la Riva
Líder en la investigación en mercados y de la opinión pública con más de 30 años de experiencia. Presidenta De La Riva Group.
TW: @DeLaRivaG
Los más recientes estudios de De La Riva Group demuestran que el mexicano, literalmente, está “hasta la madre”.
Pero estar hasta la madre no es tan malo como parece: Es un detonador de movimiento.
• HARTAZGO PASIVO
Aquel que promueve lo mismo y termina en resignación, violencia y frustración. “…Ni modo, se hace la lucha…”
• HARTAZGO ACTIVO
Aquel que motiva a hacer algo, sobre todo diferente. “…Total, el no ya lo tengo, yo me lanzo…”
Pistas de que nuestros tatuajes se están moviendo:
1.- El orgullo se está buscando desde dentro, no desde afuera.
2.- Queremos apostarle a nuevas soluciones.
Queremos apostarle a nuevas soluciones
Códigos semiológicos:
Según los semiólogos, podemos explicar los perfiles del mexicano desde tres distintos códigos:
a. Residuales: los mexicanos perpetuadores
• Somos “El Ya merito”
• Somos luchones
• Pocas veces concretamos
• Si no tenemos recursos, nos autoboicoteamos
b. Dominantes: los mexicanos confirmadores
• Somos el “Sí se puede”
• Lograr nuestras metas no depende sólo de nosotros:
• Siempre hay alguien más (el árbitro, el jefe, la mamá, etc.)
c. Emergentes: los mexicanos disruptores
• Somos el “Ya, ¡vas!”
• Disfrutamos la acción sin importar el resultado
• Rompemos estereotipos.
DEL PROVINCIANISMO AL COSMOPOLITANISMO