fbpx
2024-11-17 06:29:28

Lo mejor de… ¿Por qué nos da culpa comer?

Si tienen una sensación horrenda cada que comen, les vamos a decir por qué nos da culpa comer y cuándo es bueno y cuándo es malo sentirla.

enero 1, 2018

Adriana Esteva
Especialista en Nutrición Emocional
Consulta a nuestra especialista

• La culpa es un sentimiento de alguna forma adaptativo. En su forma sana, la culpa es un indicador de que algo nos está dañando o de que podemos estar dañando a los demás.

• Mientras funcione como sistema de radar está maravilloso, lo complejo es cuando se vuelve parte de nuestra vida diaria.

• Entendemos que es natural que nos dé culpa si le robamos a alguien, o que nos sintamos culpables si no pasamos por nuestros hijos a la escuela y se quedan solos dos horas, pero………. ¿Por qué nos sentimos tan culpables por comer?

¿De verdad habrá gorditos felices? Les decimos

CULPA “SANA”
Estar haciéndome daño:
• Ese radar del que hablábamos, es sano que se encienda cuando estoy traspasando mis propios límites y eso repercute en mi salud y en mi bienestar.
• Cuando la manera en la que estás comiendo verdaderamente te está lastimando. Por ejemplo: Tomar dos litros de refresco diario sabiendo que te altera, que no puedes dormir, que te sientes pesada, que se te inflama el estómago.

¿Cómo manejarla?
Sé curioso contigo y pregúntate:
• ¿De quién aprendí a hacerme daño?
• ¿Qué ganancia obtengo al hacerme daño? (no digas ninguna porque si te estás haciendo daño es porque algo obtienes como lástima, atención, etc.)
• ¿Qué siento cuando me hago daño?
• ¿Qué siento cuando no me hago daño?
• Incluye en tu día una actividad que te haga sentir bienestar que no tenga que ver con comida
• Darte un masaje durante el baño
• Cumplir con los pendientes que tienes
• Decir que no a una invitación a la que no te dan ganas de ir
• ¿Qué logramos con esto?
• Ir recordándonos que merecemos bienestar y tratarnos bien

No estar haciéndome cargo de lo que siento y/ o necesito:
• Cuando nos desconectamos de lo que sentimos y necesitamos, estamos literalmente ignorándonos. Nuestro organismo lanza un mensaje de ayuda: Necesito descansar y en lugar de hacerle caso y tomarme una siesta, me aviento un paquete de donas para darme “energía”.
• La culpa aquí aparece al no estar atendiendo la verdadera necesidad.

¿Cómo manejarla?
• Hazte el hábito de recorrer tu cuerpo de la cabeza a los pies reconociendo meramente sensaciones, esto comenzará a sensibilizarte y a estar más en contacto contigo.
• Pregúntate después de reconocer cómo te sientes: ¿Qué necesitas? No te vayas a cosas extremas, ni generales como ¡Pues que dejen de ser todos tan desconsiderados y que este País tenga paz!

Define lo alcanzable al momento y en perfecta coherencia con lo que estás sintiendo. Por ejemplo:
• Siento cansancio, necesito descansar
• Siento curiosidad por lo que acaba de decir mi amiga, necesito preguntarle a qué se refiere
• Siento enojo porque mi esposo decidió cancelar el viaje sin preguntarme, necesito ponerle un límite y expresarle lo que eso significa para mí
• Siento que estoy sobrepasada con la información que estoy recibiendo, necesito salirme a caminar 10 minutos.

¿Ustedes reconocen su tipo de hambre? Escuchen esto para saber hambre de qué tienen

CULPA “CREADA”
• Esta culpa está creada a partir del marco moral de referencia, es decir del “deber ser”.
• Sentimos culpa cuando nos salimos de este marco. Por ejemplo: Un hombre musulmán en dónde se permite que un hombre tenga varias esposas, no siente culpa al tenerlas.

Este marco moral de referencia se forma desde tres esferas principales:
• Familiar: Lo que se podía o no se podía en casa, lo que se esperaba, lo que se veía, lo que se temía. ¿Qué se decía en casa en relación a la comida y/o la apariencia?
• Social: las normas dichas y no dichas de nuestra sociedad: nuestros amigos, vecinos, comunidad, país, mundo, género, religión, etc. ¿Qué se decía o dice en tu sociedad en relación a la comida y/o la apariencia?
• Personal: A partir de lo que aprendo de las esferas anteriores genero mi propio marco moral de referencia. ¿Qué crees tú en relación a la comida y/o la apariencia?

La culpa creada tiene que ver mucho más con:
Creencias:
• Si controlo mi manera de comer, controlo la forma en la que los demás me aman
• Si soy delgada soy feliz
• Si soy atractiva no tengo valores
• Tengo que comer todo lo que hay en el plato
• Nada es suficiente para mí
• Comes pésimo
• Si sigues comiendo así nadie te va a querer
• Si sabe rico no te hace bien.

Les decimos cuáles son los sentimientos que detonan sus ganas de comer, escuchen

Juicios:
• Nunca serás igual de lista que tu hermana
• Debes hacer siempre lo que te digan
• Te toca cuidar de tu madre
• Tienes que ser perfecta
• Necesidad de pertenencia y aceptación
• En esta casa nada se desperdicia
• Solo las personas delgadas merecen verse bonitas

Carencias:
• En casa apenas teníamos para comer
• Mamá nunca tuvo tiempo para mí

¿Cómo manejarla?
Filtrar cada una de las creencias:
• ¿Es absolutamente verdad?
• ¿Me hace sentir como yo me quiero sentir?
• ¿Cómo me comporto, me relaciono y como cuando la creo?
• ¿Cuál es mi realidad hoy en torno a esa creencia?

CULPA “COMPRADA”
• La culpa comprada es la más difícil de manejar por una simple razón: NO ES NUESTRA
• Cuando no estamos pudiendo lidiar con un sentimiento de culpa es porque no nos pertenece y porque lo seguimos viviendo como si fuéramos unos niños indefensos.
Por ejemplo:
• Haber nacido
• Haber sido hombre en lugar de mujer
• NO HABER CUMPLIDO LAS EXPECTATIVAS DE LOS PADRES

¿Cómo manejarlas?
• Devolviéndolas
• Date una oportunidad de “volver a nacer”
• Escríbele una carta a tu recién nacida dándole la bienvenida a este mundo desde lo que tu sabes que hoy merece.

enero 1, 2018