EL CHINGÓN: Sergio Manuel Rojas
Su chingonería;
Está en proceso de convertirse en un bailarín profesional con proyección internacional. Empezó a bailar profesionalmente en Bellas Artes en 2014 (a los 17 años): en poco más de dos años, se puso al nivel de compañeros que empezaron a bailar a los 5 años… y mejor.
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- 20 años
- San Pablo del Monte, Tlaxcala.
- Vive en la CDMX desde 2014: vino a estudiar danza en la Academia de la Danza Mexicana.
Ha bailado en:
- Teatro Raúl flores Canelo (CNAR)
- Teatro de la Danza (Centro Cultural del Bosque)
- Teatro de las artes
- El Teatro principal de Puebla (el más grande del estado)
- Varias caravanas culturales de Puebla
El camino
- Supo que quería bailar desde que iba en 4º de primaria, pero no creían en él: su propia familia pensaba “tiene dos pies izquierdos”.
- Desde los 8 años bailaba danza folclórica, pero su verdadera pasión es la danza contemporánea.
- En ella incursionó hasta los 17 años: una edad tardía para empezar a bailar.
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- Sus compañeros empezaron en promedio, a los 5 años.
- En promedio, los bailarines profesionales empiezan clases a los 8 años.
- Su sueño siempre había sido estudiar en Bellas Artes: el mismo año que se propuso entrar a ese género, audicionó en Bellas Artes y fue aceptado para estudiar danza contemporánea.
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Los retos vencidos
- En serio: tenía dos pies izquierdos. Poca coordinación física, es un cuerpo “duro”.
- Practica, en promedio, 10 horas al día.
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Aun así, se hizo el tiempo para estudiar Psicología, en la UNAM (en curso), en el formato a distancia. Y cuando tiene ratos libres, estudia inglés.
- En su Estado, el arte no tiene apoyo.
Intentó dar cursos de verano en su pueblo y la Secretaría de Cultura no le dio apoyo.
- Su familia es de escasos recursos
Su mamá es ama de casa; no era fan de que Sergio decidiera dedicarse a la danza… hoy sueña con verlo en grandes escenarios.
Su papá es albañil, no tiene empleo ni salario fijo.
Vendió chicles para pagar algunos de los exámenes a las universidades para las que aplicó, y pagó algunas de las mensualidades de su escuela.
- En el lugar donde vivía no había escuelas de danza; todos los días viajaba a Puebla para estudiar en la BUAP.
El sueño final
- Maestría en Danza.
- Bailar en todo el mundo, en compañías internacionales.
- Estar en Viena.
- Tener su propia compañía de baile y demostrar que en México hay talento: sólo hace falta explotarlo.
