Aura Medina De Wit
Psicoterapeuta, instructora de meditación y autora de los libros: “¿Amor o
codependencia?”, “Lo que ellos dicen de ellas”, el más reciente “Crea el espacio para el amor”.
TW: @AuraMedinaW
¿Qué es el empoderamiento?
El empoderamiento es un concepto de gran importancia en la actualidad, ha alcanzado su mayor desarrollo en los estudios relativos al género.
Pero realmente el empoderamiento procede de la palabra inglesa Empowerment, y es un término que produce un gran debate y discusión por no tener una definición universal, dando lugar a diversas interpretaciones y usos. Aún no ha sido reconocida por la Real Academia de la Lengua Española, ésta entiende “empoderamiento” con dar/otorgar poder, y si buscamos el término “Empoderar” nos refriere a apoderar, que significa: “hacerse dueño de algo, ocuparlo, ponerlo bajo su poder, hacerse poderoso o fuerte, prevenirse de poder o de fuerza”.
En el caso de nuestro crecimiento personal, este concepto representa la capacidad que cada uno de nosotros tiene de tomar las riendas de nuestras vidas, teniendo un control completo de nuestras acciones, estima alta, seguridad completa en nosotros mismos y control de las emociones.
Es el saber que tenemos el poder de cambiar las cosas, accionarlas y decidir sobre nosotros y lo que nos rodea, pero en consciencia, con respeto y valorando el que todos los otros pueden y deben hacer lo mismo, es decir, ser los verdaderos protagonistas de nuestras vidas.
Podemos decir entonces que el “empoderamiento” es la antítesis de la VICTIMA. Ya saben, esa persona a la que la vida le “sucede”, le pasan cosas “malas”, nadie la apoya, tiene mala suerte etc etc…
Hoy se ha puesto muy de moda el término del “empoderamiento”, sin embargo, es importarte entender que esto del empoderamiento tiene un lado negativo del que necesitamos estar conscientes para no caer en extremos dañinos y comportamientos autodestructivos.
Desgraciadamente cuando este proceso de “empoderamiento” no incluye la aceptación de nuestra parte vulnerable: miedos, inseguridades, desconfianza, vergüenza, e intentamos ser siempre esas Diosas, “Guerreras invencibles”, siempre seguras de sí mismas, capaces de hacer cien cosas a la vez y de superar cualquier obstáculo sin inmutarnos, podemos realmente caer en fuertes depresiones o como decía antes en el extremo opuesto de la víctima
MANERAS EN QUE SE MANIFIESTA EL EMPODERAMIENTO FALSO DE ACUERDO A LA HERIDAS DE LA INFANCIA
Herida del rechazo – genera Gurús, personalidad mesiánica. Deseo de ser los maestros y guías de la humanidad. Necesidad de Pertenencia
Herida de abandono – complaciente, super amigo, super amante, dependiente tántrico compensado, buscando ser querido por todos
Herida de Humillación – Manipulación y control, búsqueda de poder y dominar, seducción.
Herida de Vergüenza – Deseos de venganza y aplastar a los demás. Que todos paguen por las humillaciones sufridas en la infancia.
Herida de no ser aceptado por lo que es sino por los logros – Vivir bajo presión y no saberse valioso por lo que es, siempre intentar demostrar que es el mejor.
Es importante entender que cuando nos desconectamos de nuestra vulnerabilidad y necesidades, también lo hacemos de los de otros y por lo mismo el famoso “empoderamiento” nos lleva a espacios oscuros de nuestra personalidad que pueden ser resumidos dentro del siguiente modelo: narcisismo, maquiavelismo y la Sociopatía.
Y no estoy hablando del polo más extremo que son individuos que comparten rasgos de esta triada y llegan a convertirse en auténticos criminales o se pierden en el amplio espectro de la enfermedad mental. Sino de todos nosotros, seres normalitos y que convivimos día a día en la sociedad.
NARCISISMO
“A mí todo me está permitido” o “Los demás existen solo para adorarme” Son ejemplos de este pensamiento tomado por el narcisismo. Y cuando intentamos empoderar sin explorar más a fondo esas ideas, se crean personas egoístas, con creencias que se lo merecen todo. Toman esa forma de empoderamiento para buscar admiración y poder.
No consideran las necesidades de los demás, de hecho, ni las suyas propias, actúan desde la herida de no haber sido vistos y no sentirse suficientes, sus necesidades infantiles no fueron consideradas y por lo mismo no hay una empatía, Además, al carecer de empatía, no les resulta complicado: no son nada escrupulosos con los medios y estrategias que tengan que poner en marcha para lograr sus objetivos
Su talón de Aquiles es su autoestima. Los narcisistas suelen tener una autoestima muy pobre, lo que va aparejado a una vulnerabilidad interna y cierta inestabilidad. De ahí que con frecuencia intenten relacionarse con personas que consideran inferiores para ejercer su dominio y sentirse poderosas.
MAQUIAVELISMO
Para estos personajes, el fin justifica los medios, sin importar las consecuencias. Cerraron su corazón desde niños y por lo mismo les es fácil ser calculadores y fríos, no saben conectarse emocionalmente con los otros.
Los “maquiavélicos” no tratan de impresionar a nadie, al contrario. Se muestran tan como son y prefieren ver las cosas con claridad porque de esa forma pueden manipular mejor. De hecho , se focalizan en las emociones de las personas que quieren manipular para conseguir así lo que se proponen. SI se anticipan a sus sentimientos, será más fácil elegir la mejor estrategia a poner en marcha.
SOCIOPATÍA
Estos rasgos son de personas que consideran a los demás como objetos que pueden usar y tirar a su voluntad. Casi nunca experimentan ansiedad o culpa. Esto viene justo de una herida muy fuerte de haber sido humillados, controlados, usados por alguno o ambos de los padres y por lo mismo se desconectan de la parte vulnerable para no sufrir.
Los sociópatas desarrollan una cierta habilidad para meterse en la piel de los demás y apretar de este modo los botones adecuados del otro para conseguir su objetivo. Son grandes persuasores, se caracterizan por comprender las relaciones y el comportamiento de los demás solo desde una perspectiva lógica e intelectual, no hay empatía hacia lo emocional y cuando se “empoderan” pueden realmente convertirse en personalidades tóxicas que instauran círculos de poder, control y hostilidad y atrapan mentalmente a sus víctimas.
En resumen, el empoderamiento puede ser algo bueno…y en caso de las mujeres sumamente necesario, pero necesitamos considerar la parte de nuestra vulnerabilidad y trabajar en ella para que no se convierta en una tiranía aplastante, igual que el machismo. Tener problemas que un@ no puede manejar es totalmente HUMANO. Está bien admitir que nos sentimos desbordados, está bien pedir ayuda, y no tenemos que sentirnos culpables por no ser la Mujer Maravilla o el Hombre de acero, dado que estos son personajes de ficción.