Anamar Orihuela
Psicoterapeuta, conferencista, tallerista, escritora. Fundadora de la clínica HERA y creadora del método HERA. Ha creado he impartido por más de 15 años ininterrumpidos, diplomados de autoestima para hombres y mujeres. Autora de los Betseller “Hambre de hombre”. “Transforma las heridas de tu infancia”, “Sana tus heridas en pareja”.
TW: @AnamarOrihuela
Cuando vivimos cualquier tipo de crisis, perdidas o situaciones como la que estamos viviendo en esta pandemia nuestras heridas tienden a activarse.
El trauma es una realidad en nuestro sistema nervioso.
Los sentimientos que nos rebasan, la impotencia, la soledad y el aislamiento son campo fértil de tus heridas.
El miedo intenso, los acontecimientos inesperados y amenazantes ante el cual no tenemos ningún control activan las heridas.
El sistema nervioso se desorganiza y colapsa y no logra equilibrarse.
Preguntas para saber si están activas tus heridas emocionales.
¿Tienes un sentimiento que te cuesta descifrar, un malestar emocional que no entiendes?
¿Sientes una pérdida de control de ti mismo, un temor irracional y no sabes cómo estabilizarte?
Te sientes constantemente ansioso y no puedes concebir el sueño?
¿Tienes actitudes agresivas, defensivas e intolerantes sin control?
Te sientes como anestesiado y no estás sintiendo nada, como disociado de tus emociones?
¿Te sientes como perdido y sin capacidad de estructurarte y darte contención?
¿Estás pensando sólo en el futuro, hípervigilante y racionalizando compulsivamente?
¿te sientes sobresaltado, estresado, muy duro contigo, exigiéndote mucho?
¿Tienes taquicardia, te cuesta respirar, sudor frío, hormigueos y no puedes sentirte relajado?
¿has tenido estreñimiento o diarrea, mala digestión, apatía, rigidez muscular, insomnio?
Sistema nervioso autónomo tiene dos ramas, el sistema parasimpático y el simpático.
El sistema simpático está activo cuando nos sentimos amenazados, en peligro y con actitud de defensa.
Nuestras heridas están en el sistema nervioso y es por eso que estamos tan activados en estos momentos.
Rechazo
Aislamiento
No pertenencia
Desvinculación
Huida
Disociación
Tu propio mundo
Muy aislado
Apatía
Abandono
Muy necesitado
Desestructurado
Perdido
Niño atemorizado
Sin recursos
Apegado
Victima
Somatiza el miedo
Tristeza
Humillación
Ansiedad
Comer compulsivo
Azúcar y harinas
Hipervigilancia con los suyos
Desvinculado
No atiende sus necesidades
Se evade de lo que siente
Está atento a otros
Traición
Desconfiando
Controlando todo
Hipervigilante
Agresivo
Intolerante
Haciendo mucho
Muy mental
No se permite ser vulnerable
Atemorizado pero sin permitirlo
Injusticia
Sobreexigido
Súper estructurado
Mental, informado
Ordenado empedernido
Muy sensible pero no se lo permite
Rígido
Desconectado
Muy afectado por la injusticia
No pide ayuda
Solitario
Autocontrolado
¿Cómo conducir tus heridas?
Las heridas de activan porque contienen energía que busca descargarse, si estamos luchando, ignorando, evadiendo no podremos desahogar esa energía.
Necesitamos un tiempo y espacio para escucharnos, para poder escuchar nuestro cuerpo y expresar la emoción qué hay de fondo.
Busca espacios para escucharte, para estar en silencio para escribir y sentir tu cuerpo
No huyas de tus emociones, no racionalices ni te satures haciendo mil cosas, es momento de escucharte.
Desarrolla espacios para meditar, música, algo que baje que ansiedad. El ejercicio es básico primordial en estos momentos.
Busca ayudar terapéutica. Hay muchas opciones gratuitas incluso para ser escuchado.
Mantente en Adulto, eso se logra estando consciente y recordando que el pasado ya pasó y que hoy eres una persona llena de recursos.
La respiración, el apoyo emocional de los tuyos, mantente en el aquí y el ahora es muy importante.
¿Qué dolores viejos quieres dejar en esta crisis?
¡Eso sí es posible si te acompañas hoy a sanar!