Hay tantas cosas que no sabemos. Y sí, como dice mi querido Enrique Tamés, la seguridad con la que vivimos, con la que hacemos planes, en general es una ilusión porque no tenemos certeza de nada, pero estos son tiempos diferentes. Desde el día uno se nos habló de un virus del que no se sabe casi nada, de una cuarentena que hoy lleva casi seis meses y de una crisis de la que probablemente nos íbamos a recuperar hasta principios del 2021. Hoy nada parece tener fin ni solución.
Bien dicen todos nuestros especialistas invitados que no estamos programados para lidiar con la incertidumbre. Que nuestro cerebro procesa lo incierto como algo que nos debe dar miedo y por ende, nos congela. Por eso hicimos esta edición, porque hoy más que nunca debemos dejar de buscar las respuestas que, por cierto, no vamos a encontrar allá afuera y tenemos que empezar a poner nuestro foco y energía en otra parte: en nuestro interior y nuestro presente.
A través de toda esta investigación, encontramos muchos parecidos entre la posible solución y la mentalidad de abundancia. Resúltase ser que si tú vives con fe, con confianza y con agradecimiento de lo que SÍ tienes, de lo que SÍ sabes y de lo que SÍ hay en el aquí y el ahora, le vas perdiendo el miedo a un futuro que no conoces. ¿Pooor? Pues porque no te hacen falta tantas cosas como crees y porque tienes mucho más de lo que creías para enfrentar lo que sea que venga.
Así que, disfruten mucho de estas páginas, sigámonos puliendo para salir de esto más fuertes y como yo les digo a mis hijas: siempre, SIEMPRE, vívanse con la confianza de que tienen TODAS las herramientas para enfrentar lo que sea que la vida les ponga enfrente.