fbpx
2024-12-18 12:14:20

¿Dónde y cómo se produce la ansiedad?

Cómo saber que estamos teniendo un problema y que nos urge buscar ayuda.

octubre 12, 2020

Edilberto Peña
Neuropsiquiatra y maestro en ciencias. Director General de CISNE (Centro de
Investigaciones en Sistema Nervioso Central)
FB: CISNE México
Twitter:@CISNEMexico
T. 51605596 y 56665677

¿Qué es la ansiedad?
Biológicamente, la ansiedad es la respuesta adaptativa de un sistema de alarma que nos prepara contra un peligro potencial.
Es una emoción que todos conocemos, la hemos sentido ante un evento próximo, como un examen, o la espera de un “sí” o un “no” importante.
La hemos sentido ante una situación desconocida que puede implicar algún riesgo para nuestra integridad física o mental.
La ansiedad, puede ser normal o patológica:
Cuando es normal, nos alerta y protege
Cuando es patológica, nos causa sufrimiento, y en algunos casos extremos nos recluye e invalida socialmente.

Neurobiología de la ansiedad
Se ha estudiado que como ocurre con otras manifestaciones complejas del sistema nervioso central, no existe una región única encargada de la integración de la ansiedad.
Hay, por el contrario, varios centros nerviosos que participan en su producción y modulación.
Están involucradas varias regiones cerebrales que corresponden en su mayor parte al sistema límbico.
Por el carácter adaptativo de la ansiedad, para su integración se requiere un eficiente acopio de información tanto del medio ambiente que rodea a una persona, su “medio interno”, así como su adecuado procesamiento.
La información, se obtiene de los órganos de los sentidos y por receptores de diversos tipos, que informan al cerebro del estado que guardan sus diversos órganos y sistemas.
Esta información fluye, a través de vías nerviosas específicas, a regiones especializadas de la corteza cerebral, ya sea directamente o después de haber pasado por el tálamo, región cerebral encargada de su procesamiento previo.
A partir de ambas estructuras, la información ya procesada y codificada se envía a las regiones cerebrales encargadas de integrar la ansiedad.
Aunque, muchos centros nerviosos participan en la integración de la ansiedad, es posible que, siendo esta emoción tan compleja, a cada centro le corresponda modular algún rasgo específico.

¿Cómo sé si es un ataque de pánico?
Un ataque de pánico es un episodio repentino de miedo intenso
Los ataques de pánico pueden ser muy aterradores.
Cuando hay ataques de pánico, puedes pensar que estás perdiendo el control, que estás teniendo un ataque cardíaco o incluso que estás muriendo
Aunque los ataques de pánico no ponen en peligro la vida, pueden ser atemorizantes y afectar tu calidad de vida. Por eso, Es importante que tomes en cuenta lo siguiente:

Por CRISIS se entiende a eventos intensos y cortos que tienden a repetirse, la duración promedio es de 10 a 30 minutos, y la mayoría desaparecen de forma espontánea.

En este lapso hay síntomas psicológicos y físicos.
PSICOLÓGICOS: principalmente la sensación de pérdida de control, miedo a volverse loco o incluso miedo a morirse.
FÍSICOS, son por la alteración marcada en el sistema nervioso autónomo, encargado de regular todas las reacciones del cuerpo que no dependen del control voluntario.
Dilatación de las pupilas, hormigueos por todo el cuerpo, resequedad de boca, opresión en el tórax, taquicardia, incremento de la presión arterial, dificultad para meter aire al pecho, dolor en la boca del estómago, movimientos intestinales desordenados, vejiga hiperactiva y dolores musculares generalizados.

Muchas veces pueden ser desencadenados por un estímulo, desde cosas extraordinarias (quedarse atorado en un elevador), hasta cosas más comunes (turbulencias aéreas), o definitivamente, situaciones cotidianas (estar en el cine o en restaurantes llenos de gente).

Presentar un ataque de pánico puede dejarnos con gran nivel de afectación, tanto, que incluso puede llevarnos a una situación de miedo anticipatorio. O sea, sentir más ansiedad por tratar de evitar un siguiente ataque.

¿Qué hago si alguien tiene un ataque de ansiedad?
Conservar la calma: Si se trata de una persona que ya sabemos que cuenta con este diagnóstico, nosotros tenemos que ser los que nos mantengamos tranquilos para poder ayudarlo.

Hacer sentir a la persona escuchada y que no está sola: tenemos que estar claros que muchas veces decimos más con nuestro lenguaje no verbal que con las palabras que podamos generar, que no son muy importantes en casos extremos como estos.

Apoyo en la respiración: poco a poco tratar de concientizar a la persona de que puede respirar de forma adecuada y que si lo acompañamos en un ejercicio respiratorio podemos ir regulando el descontrol máximo. Que inhale en cuatro tiempos, sostenga en cuatro tiempos y exhale en diez tiempos.

Uso de medicamentos de emergencia: casi todos los pacientes que se saben portadores de ataques de pánico han recibido prescripciones por parte de sus médicos de medicamentos que pueden utilizar en el momento crítico. Con paciencia y prudencia hay que preguntarle si lo tiene a la mano para ayudarlo a que lo use.

Conectar con su médico: cualquiera de nosotros puede tener un ataque de pánico y no por eso es súper necesario acudir al médico. Pero si la intensidad de evento fue grave o la frecuencia es mayor a 3 a la semana o 3 al mes es momento de pensar en una valoración por un profesional.

¿Cuándo pedir ayudar?
Los manuales de manejo psiquiátricos son claros al indicar tres situaciones que ameritan ir a evaluación y a someterse a la terapéutica adecuada:
Un ataque tan fuerte que incapacite a la persona
Contar con tres ataques en una semana, o de forma más espaciada,
Tres ataques en un mes.

Tratamiento
Los tratamientos tienen que ser una combinación de medicamentos que restituyan un déficit de serotonina en los lóbulos frontales del cerebro, situación que se estabiliza y se arregla en un año de manejo farmacológico, y de terapia cognitivo conductual.

octubre 12, 2020