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2024-12-18 21:47:32

El ABC de los miomas: ¿cuándo preocuparte?

Les vamos a decir qué onda con los miomas, cuándo son de cuidado, qué hacer con ellos y cuándo correr con su ginecólogo.

junio 9, 2022

Dr. Álvaro Peña
Especialista en ginecología y obstetricia por la universidad la Salle. Tiene una subespecialidad en colposcopia y Patología del tracto genital inferior por la UNAM. Entrenamiento en laparoscopia avanzada en Barcelona. Especialista en Cirugía Robótica en hospital de la mujer de Boston por la universidad de Harvard. Miembro de la Federación internacional de Ginecología y Obstetricia y de la Federación mexicana de endoscopia ginecológica.
Hospital ABC Santa Fe.
TW: @drpejim
TW: @clinicaema
T. 55-52-86-01-46

 

¿Qué son?
Los fibromas uterinos son tumores no cancerosos del útero.
También se llaman leiomiomas o miomas.
No están asociados con un mayor riesgo de cáncer uterino y casi nunca se convierten en cáncer.
Los fibromas varían en tamaño: desde indetectables para el ojo humano hasta masas voluminosas que pueden distorsionar y agrandar el útero.
Puedes tener un solo fibroma o varios.
En casos extremos, los múltiples fibromas pueden expandir tanto el útero que este llega a la caja torácica y puede añadir peso.
Muchas mujeres tienen fibromas uterinos en algún momento de su vida.
Sin embargo, es posible que no sepas que tiene fibromas uterinos porque casi no causan síntomas.
Los fibromas se clasifican generalmente por su ubicación.
Los fibromas intramurales crecen dentro la pared muscular uterina.
Los fibromas submucosos sobresalen dentro de la cavidad uterina.
Los fibromas subserosos se proyectan por fuera del útero.

¿Cómo nos damos cuenta?
Muchas mujeres que tienen fibromas no tienen ningún síntoma. En las que sí tienen, los síntomas dependen de la ubicación, el tamaño y número de fibromas.
Sangrado menstrual abundante.
Períodos menstruales que duran más de una semana.
Presión o dolor pélvico.
Necesidad de orinar a menudo.
Dificultad para vaciar la vejiga.
Estreñimiento.
Dolor de espalda o de piernas.
En raras ocasiones, un fibroma puede causar dolor agudo cuando supera su suministro de sangre y comienza a morir.

¿Cuándo correr con tu ginecólogo?
Cuando tengas los siguientes síntomas:
Dolor pélvico que no se va.
Períodos demasiado abundantes, prolongados o dolorosos.
Manchado o sangrado entre periodos menstruales.
Dificultad para vaciar la vejiga.
Recuento bajo e inexplicable de glóbulos rojos (anemia).

¿Por qué pasa?
La investigación y la experiencia clínica apuntan a estos factores:
Cambios genéticos: Muchos fibromas contienen cambios en los genes que difieren de los de las células normales del músculo uterino.
Hormonas: El estrógeno y la progesterona, dos hormonas que estimulan el desarrollo del revestimiento uterino durante cada ciclo menstrual como una preparación para el embarazo, parecen estimular el crecimiento de los fibromas. Los miomas contienen más receptores de estrógeno y progesterona que las células musculares uterinas normales y tienden a encogerse después de la menopausia debido a que la producción de hormonas disminuye.
Otros factores de crecimiento: Las sustancias que ayudan al cuerpo a mantener los tejidos, como el factor de crecimiento similar a la insulina, pueden afectar el crecimiento de los fibromas.
Matriz extracelular: La matriz extracelular es el material que hace que las células se peguen, como el cemento entre ladrillos. La matriz extracelular aumenta en los fibromas y los hace fibrosos. La matriz extracelular también almacena los factores de crecimiento y causa cambios biológicos en las propias células.
Muchos fibromas que han estado presentes durante el embarazo se encogen o desaparecen después del embarazo, ya que el útero vuelve a su tamaño normal.

¿Y el embarazo?
Los fibromas no suelen interferir en el embarazo. Sin embargo, es posible que los fibromas, especialmente los submucosos, causen infertilidad o pérdida del embarazo.
Los fibromas también pueden aumentar el riesgo de sufrir ciertas complicaciones del embarazo, como el desprendimiento de la placenta, la restricción del crecimiento fetal y el parto prematuro.

¿Cómo se diagnostican?
Los fibromas uterinos con frecuencia se encuentran accidentalmente durante un examen pélvico de rutina.
Tu médico puede sentir irregularidades en la forma del útero, lo cual sugiere la presencia de fibromas.
Si tienes síntomas de fibromas uterinos, tu médico, además puede pedirte los siguientes exámenes:
Ecografía.
Análisis de laboratorio.

¿Cómo se tratan?
No hay un único enfoque recomendable en el tratamiento de los fibromas, sino que existen muchas opciones terapéuticas.
MEDICAMENTOS: van dirigidos a las hormonas que regulan tu ciclo menstrual, y tratan síntomas como sangrado menstrual abundante y presión pélvica. OJO: No eliminan los fibromas, pero pueden encogerlos.
PROCEDIMIENTO NO INVASIVO: La cirugía de ultrasonido focalizada (FUS) guiada por RM. Es una opción de tratamiento no invasiva para los fibromas uterinos que preserva el útero, no requiere incisión y se realiza de forma ambulatoria.
PROCEDIMIENTOS MÍNIMAMENTE INVASIVOS: Embolización arterial uterina. Se inyectan pequeñas partículas (agentes embólicos) en las arterias que abastecen el útero, que cortan el flujo sanguíneo a los fibromas, lo que hace que estos se encojan y mueran.
PROCEDIMIENTOS QUIRÚRGICOS TRADICIONALES: Histerectomía. Esta cirugía (la extirpación del útero) sigue siendo la única solución permanente comprobada para los fibromas uterinos. Pero la histerectomía es una cirugía mayor. Termina con la capacidad de tener hijos. Si también eliges que te extirpen los ovarios, la cirugía provoca la menopausia y la pregunta de si tomarás la terapia de reemplazo hormonal.

junio 9, 2022