Hoy viene Giovana Jaspersen, Directora General del Museo Franz Mayer, a hablarnos sobre cómo funciona un museo y todo lo que hay detrás de su funcionamiento.
Regresa Giovana Jaspersen, Directora general del Museo Franz Mayer de la Ciudad de México, a platicar sobre cómo es que funciona un museo, cómo eligen las piezas de una colección o una exposición, cómo se trasladan las piezas de un museo a otro.
Un poco sobre los museos
El museo más grande: Louvre, en París, Francia. La colección del Louvre tiene cerca de 300,000 obras anteriores a 1948, de las que se exponen aproximadamente 35,000. Según el historiador francés Patrice de Moncan, «el Louvre, SIN su contenido, tiene un valor aproximado de 10,500 millones de dólares«, y sus obras de arte y objetos «tienen un valor MÍNIMO PROBABLE de 35,000 millones de dólares».
Para ponerlo en perspectiva, si tienes un salario anual de 10 millones de dólares, tardarías 4,550 años en acumular esta riqueza. El dedo medio de Galileo está expuesto en el Museo di Storia del Scienza de Florencia, Italia. El dedo fue separado del cuerpo de Galileo por Anton Francesco Gori el 12 de marzo de 1737 (95 años después de la muerte de Galileo) cuando los restos de Galileo fueron trasladados a la iglesia de Santa Croce, donde se había construido un mausoleo.
El museo dice que el dedo «ejemplifica la celebración de Galileo como héroe y mártir de la ciencia». El Museo Británico tiene una de las primeras quejas de clientes de la historia.
Los museos en México
La capital de la república mexicana cuenta con los museos más interesantes, especialmente si buscas empaparte de conocimiento, pero no dejes que esto te agobie, ya que hay lugares para todos los intereses.
La Ciudad de México se ha posicionado como la segunda ciudad con más museos en el mundo. La CDMX tiene 170 museos y 43 galerías. El Museo Subacuático de México, en Cancún, Quintana Roo, tiene una colección de 500 esculturas. Éstas se encuentran sumergidas en las profundidades del mar.
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¿Cómo funciona un museo?
Las exposiciones se construyen en función de un tema o una parte específica de la colección. Nos interesa poner a dialogar nuestra colección con temas actuales y formas de entender hoy los objetos, inscribiendo su historia y su sentido en relación con nuestro presente. Hay diversos aspectos que tomamos en cuenta, por ejemplo:
- El protagonismo de algunas piezas. Hay piezas particulares cuya excepcionalidad técnica y estética sobresalen entre otros tipos de objetos. Piezas como los escritorios alemanes de maderas variadas o el esplendor técnico de ciertos objetos de platería, son piezas que se destacan al evidenciar la maestría de sus creadores y la diversidad de la colección.
- Las líneas curatoriales del museo. Estos ejes curatoriales son la guía para determinar qué tipo de exposiciones se pueden albergar en nuestro museo y cuáles corresponden a otros espacios. En nuestro caso, una de las líneas principales es el diseño, que cada vez se ha ido expandiendo para incorporar diferentes vetas como el diseño gráfico, diseño de moda o el diseño editorial. A su vez, las artes aplicadas son otra de las líneas curatoriales más importantes del museo, en directa relación con nuestra colección. Tenemos la fortuna de contar también con la colección Ruth Lechuga, dedicada al arte popular, por lo que el museo dedica buena parte de sus esfuerzos a la investigación, catalogación y difusión de esta colección.
- La poca visibilidad de un tema. A veces también nos damos cuenta de que hay objetos o discusiones que pueden detonarse a partir de ciertas piezas de la colección (o una colección determinada) y vale la pena explorar. Con ello, las piezas que elegimos permiten explorar un tema novedoso y abrirlo a la reflexión pública. Suelen ser piezas que no sólo destacan por su dimensión estética, sino también por provocar lecturas polémicas o más complejas, ofreciendo una reinterpretación de algo que quizá ya estaba dado por hecho. Este es el caso del diseño de creadoras mujeres, en Diseño en femenino, que puede verse ahora en exposición, un tema necesario y que permite abrir toda una veta de indagación sobre esta historia.
¿Cómo se transportan las piezas?
Para transportar las piezas del museo, el equipo de colecciones elabora un embalaje a la medida. Cada obra por su tipo, forma, tamaño y peso, requiere de un soporte específico que permita realizar desplazamientos sin que las vibraciones causadas por el movimiento impacte en las piezas. Las piezas se protegen en tres niveles dentro de su caja de embalaje.
El primero, que está en contacto directo con los objetos, se elabora con materiales suaves y libres de ácido que no liberen sustancias que puedan manchar o rayar los objetos.
El segundo nivel, se compone de esponjas y materiales semirrígidos que dan soporte a las piezas, al mismo tiempo que amortiguan los movimientos e impactos externos. El tercer y último nivel, se forma de una caja rígida que es como un caparazón que aísla los objetos de la intemperie.
Ya embaladas las piezas, el traslado en sí, lo realizamos con una empresa especialista en movimiento de obras de arte. Las camionetas que utilizan tienen rastreo satelital, cámara de seguridad, aire acondicionado y amortiguadores. La manipulación de las cajas debe llevarse acabo también con mucho cuidado, procurando no dejarlas bajo la lluvia, el sol, y sobre todo, mantener la posición indicada sin estirarlas.
¿Cómo se aseguran las piezas? ¿Cómo es el trámite?
Se solicita al Coleccionista la lista de piezas/obras de arte con descripción, fotografía, avalúo, estado de conservación, nombre y domicilio del beneficiario. Una vez que tenemos la información se comienza a gestionar el trámite con el seguro que utilice cada museo. Por seguridad, no podemos dar información sobre precios del acervo.
¿Cómo se protege físicamente cada obra del museo?
Cada una de las piezas/obras de arte que forma parte de los acervos del Museo Franz Mayer están aseguradas. En algunas ocasiones, las piezas llegan por distintos embarques porque vienen de distintos lugares; unas por mar, otras por tierra, otras por aire.
Se llegan a presentar casos en los que se tiene que calcular la resistencia de los pisos, porque hay situaciones en las que las cajas de embalaje son muy pesadas (de 1 tonelada, por ejemplo). Para ciertos montajes, se tiene que cuidar el ángulo en el que se colocan las piezas, pensando de dónde vienen las ondas sísmicas. Si las colocas en su sentido largo, orientadas de norte a sur, tienen mayor resistencia que si van orientadas de oriente a poniente
Ninguno de los edificios históricos tiene ni el piso ni las paredes totalmente planas, siempre se presentan hundimientos o protuberancias, por lo que se tiene que hacer el montaje con ajustes finos para que, a la percepción del público, se vea todo derecho y saber compensar, a esto lo denominan “el ojo chueco”.
Los museos más raros
El Museo Internacional de Escusados Sulabh muestra la historia de los escusados desde el año 3000 a.C. hasta el siglo XX. En él se exponen desde estas piezas bañadas en oro de los emperadores romanos hasta los medievales. Además, el museo exhibe una colección de poemas raros sobre escusados.
El Museo de las Relaciones Rotas, está dedicado a las relaciones amorosas fallidas. En él se exponen artefactos como notas personales y objetos dejados por antiguos amantes.
El Museo Británico es que exhibe una de las primeras quejas de clientes de la historia. Una lápida de piedra muestra que un hombre llamado Nanni escribió una queja a su comerciante de cobre ¡hace unos 4,000 años!
Hacer una figura de cera en Madame Tussauds para la que necesitan al menos 6 meses, 200 mediciones y fotografías precisas, 1,100 kilos de cera y unos 300,000 dólares para hacer cada figura.
Fuente: Giovana Jaspersen, Directora General del Museo Franz Mayer de la Ciudad de México. Especialista en planeación, política cultural y restauradora, con 17 años de experiencia en instancias públicas y privadas en más de 10 estados de la República Mexicana.
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