De acuerdo con un estudio de la revista médica The Lancet, se estima que aproximadamente 620 millones de personas sufren dolor lumbar en todo el mundo, pero ¿cómo mejorar el dolor de espalda?
Mercedes D’Acosta, les va a decir de una vez por todas cómo pueden aliviar el horrendo dolor de espalda y las razones por las que se la viven padeciendo de esto.
¿Por qué vivimos con dolor en México?
De acuerdo con la OMS, el dolor de espalda es de los más comunes a nivel mundial. Las estadísticas dicen que entre el 80 y 90% de las personas va a sufrir una crisis de espalda baja a lo largo de su vida.
En México el 7% de la población tiene una crisis de dolor de espalda baja constantemente. De acuerdo con un estudio de la revista médica The Lancet, se estima que aproximadamente 620 millones de personas sufren dolor lumbar en todo el mundo.
Según este mismo estudio, para 2050 el dolor lumbar afectará a casi el 10% de la población mundial (843 millones de personas). De acuerdo con la Universidad de Washington, la prevalencia del dolor lumbar aumenta con la edad y alcanza su punto máximo a los 85 años.
Según un estudio de la Universidad de Sydney, el dolor lumbar es la principal causa de discapacidad en todo el mundo. Los factores considerados causa directa del 40% de los casos de lumbalgia son obesidad, postura y manejo de cargas pesadas en el entorno laboral.
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¿Por qué nos duele la espalda?
El dolor de espalda es de los más comunes a nivel mundial. Las estadísticas son muy altas porque es un problema en el cual cualquiera puede caer. El sedentarismo es una de las principales causas, ya que al no movernos, tenemos mejor fuerza muscular, y los músculos son los encargados de estabilizar a la columna. Esto, sumado a todas las situaciones que vivimos día a día pueden provocar una lesión.
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¿Cuáles son los tipos de dolor de espalda?
Dolor por crisis: Se manifiesta con un dolor agudo, muy intenso e incapacitante, es muy fácil de reconocer y son los dolores en dónde más consultas se piden con el especialista.
Dolor crónico: son todos esos dolores y molestias que no nos incapacitan, pero aparecen con regularidad y ya lo adoptamos como parte de nuestra vida; hasta mañas y remedios aplicamos regularmente.Cuando hablamos de estos dolores recurrentes de forma genérica tenemos que separarlos en dos:
- Los que son permanentes; no importa la posición, hora del día o movimiento, no se modifican en ningún momento
- Los dolores que aparecen en algún momento del día, se modifican con la posición, se siente alivio con algún remedio y son los más comunes. Aquí podemos incluir a las contracturas musculares, pesadez de hombros y todas esas molestias o incomodidades que no llegan a dolor.
Los dolores permanentes y que no cambian, se recomienda visitar al médico porque el cuerpo está pidiendo ayuda a algo que no está pudiendo adaptar y mientras no sepamos qué es, no podemos saber qué riesgos hay.
Consejos para mejorar el dolor de espalda
No tocar ni masajear: Lo primero que hace mucha gente es dar un masaje o estar presionando constantemente para aliviar el dolor, sin embargo, cuando hay molestia y dolor, con certeza hay inflamación y estar tocando hace que esta inflamación aumente y por ende también el dolor.
No hacer movilizaciones y/o estiramientos: Aunque en el momento se sienta alivio. Los músculos tienen cierta tensión para proteger “algo que está pasando” y aunque no sabemos qué es, sabemos que el cuerpo se está defendiendo.
Cuando hacemos movilizaciones, el cuerpo puede sentir que está en riesgo y eso aumenta la reacción muscular, contracturas y molestias. Todo esto a pesar de que mientras lo hacemos se sienta cierto alivio.
Poner hielo 20 min: El hielo 20 min va a bajar la inflamación y va a hacer un efecto analgésico muy efectivo, además de ayudarle a tu cuerpo a sanar más rápido y poder solucionarlo si le es posible.
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Posiciones neutrales: Aunque no sabemos qué está pasando, sí sabemos que al colocarnos en ciertas posturas va a mejorar como ver al frente y estar sentado, parado o acostado “derechito” alineados cara con pies.
Cambiar de posiciones regularmente: El cuerpo está diseñado para estar parado, sentado y acostado, pero ninguna de estas posturas debe dominar. Algunos sufren crisis de fin de semana por estar demasiado acostados por ejemplo. Pero buscar pararte regularmente o sentarte regularmente si es tu caso ayuda mucho y elegir en dónde te conviene estar sentado o parado y con qué zapatos por ejemplo.
No hacer movimientos que generen dolor: El cuerpo te está limitando y avisando qué movimientos no se sienten bien, si respetas esos rangos vas a bajar la hiperactividad de los músculos y vas a prevenir una lesión. Si hacer ejercicio te molesta, ya sea antes o después de tu rutina, tienes que resolver la lesión antes de seguir y empeorarla.
No automedicarse: Todo tiene un efecto secundario y una responsabilidad, acude al hielo 20 min, antes de cualquier cosa.
Si estás tomando medicamentos no puedes hacer actividad física. Los músculos y el cuerpo está alterado por un químico, no puede reaccionar de la misma manera cuando está con sustancias, aunque sean leves. Si te lesionas, la lesión tiene muy alta probabilidad de ser aún peor por culpa de la falta de reacción o hiperactividad del cuerpo por los medicamentos. Vas a estar más tiempo fuera de actividad si te lesionas en estas condiciones.
No te “truenes” y no dejes que nadie lo intente. Busca a un Quiropráctico. El Quiropráctico es el único especialista de la salud capacitado para hacer ajustes o manipulaciones específicas después de hacer estudios y una exploración física profunda y decidir que eres candidato al tratamiento o referirte si es necesario. Vale la pena ir con un profesional y volver a vivir sin molestias y dolor.
Especialista: Mercedes D’Acosta. Quiropráctica. Representante de Latinoamérica y el Caribe en la Federación Internacional de Quiropráctica Deportiva, Expresidente y actual Vicepresidente de la Federación Mexicana de Quiropráctica Deportiva.
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