Aura Medina
Psicoterapeuta
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¿Qué es rescatar?
– Rescatamos personas de sus responsabilidades.
– Nos hacemos cargo de las responsabilidades de los demás y después nos enojamos por lo que hicimos.
– Nos sentimos usados y sentimos lástima por nosotros .
– Rescatamos siempre que tomamos la responsabilidad por otro ser humano – por los pensamientos de esa persona, los sentimientos, decisiones, conductas, crecimiento, bienestar, problemas o destino.
Movimientos del “rescatador”
– Hacer algo que realmente no queremos hacer
– Decir sí cuando quisiéramos decir no
– Hacer algo por alguien aunque esa persona sea muy capaz y sea su responsabilidad hacerlo.
– Tratar de satisfacer las necesidades de alguien, sin que siquiera nos lo hayan pedido.
– Hacer más allá de lo que nos corresponde en el trabajo,
– Arreglar los sentimientos de las personas.
– Hablar por la otra persona
– Sufrir las consecuencias de las personas por ellos
– Resolverle a las personas sus problemas
Hay un triángulo de comportamiento: rescatar-perseguir-culpar
– La gente con este patrón, toma roles de ayuda comunitaria, ministerios locales, gente comprometida es servicio social, etc.
– Tal parece que tuviéramos un letrero permanente en la puerta que dice, “Se atienden todas las necesidades, de día y de noche, Gratis”.
– La mentira que vive el “rescatador” es que cree que todo esto lo hace por generosidad, cuando realmente lo hace porque quiere ganarse el amor.
SENTIMIENTOS QUE VAN APAREJADOS CON EL ACTO DE RESCATAR:
– Urgencia de lograr algo,
– Lástima,
– Culpa,
– Superioridad,
– Extrema responsabilidad por la persona en cuestión,
– Miedo
Rescatar NO es un acto de amor.
Muchas veces hacemos obras que parecen buenas o lo son en sí mismas, pero nuestra intención no es pura, ya que lo hacemos por culpa o necesidad de reconocido o necesitados.
TIPOS DE RESCATADORES:
1. El complaciente: Siempre dicen que sí y se viven metiendo en situaciones pesadas por la incapacidad de decir no.
2. El dador: Estos rescatadores dan todo, incluso lo que no quieren realmente dar. Dan de forma obsesiva.
3. El protector: Se preocupan siempre del bienestar de los demás, llegando hacer hasta lo imposible. Al tomar la responsabilidad de proteger toman una carga que sobrepasa su capacidad.
4. El consejero. Se prestan a escuchar a todo mundo, tienen una antena especial para gente problemática. Son los perfectos ayudadores compulsivos.
5. El salvador. Atraen a las personas que están en crisis, dejando todo para ayudar a quien tiene problemas.
6. El maestro. Les gusta trabajar con grupos necesitados. Han caído en la trampa cuando no pueden poner fin a sus actividades y la realizan de manera obsesiva.
CUANDO AYUDAR SI ES UN ACTO DE CRECIMIENTO.
– Ayudamos cuando el otro nos invita a hacerlo o expresamente acepta que lo hagamos.
– Cuando nos da lo mismo que acepten nuestra ayuda o no.
– Cuando para nosotros lo verdadero importante es el bien del otro, no que haga lo que nosotros queremos.
– Nuestra ayuda es adecuada cuando produce madurez, paz, crecimiento, gozo y agradecimiento en la otra persona.
– Si no es así, no soy yo la persona adecuada para ayudar en este caso concreto.