Ana María Arizti
Psicoterapeuta Gestalt, especialista en Adolescentes y Adultos
anaarizti.com
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“Hija, el dinero es un arma y tú tienes que tener tu propio dinero para poder defenderte.”
• Esta concepción del dinero como un arma delimita claramente un campo de batalla. Y en lo que a la pareja se refiere, en ese campo de batalla las partes se colocan como enemigos potenciales.
• Ver al dinero como un arma nos hace ver a la pareja como un enemigo de quien hay que defenderse
• ¿Acaso no forma parte de estas tácticas la idea, bastante difundida entre mujeres de la generación de nuestras madres, de que es necesario tener dinero para defenderse?
Entonces ¿en la cama cobijamos a un enemigo?
1. Si el dinero es vivido simbólicamente como un arma que debe ser utilizada para defendernos de quien comparte nuestras intimidades, nuestras debilidades, se vuelve muy difícil acceder al dinero sin conflicto y sin culpa, especialmente para las mujeres.
2. Y se vuelve aún más complicado disponer del dinero de una herencia, porque la herencia en si misma supone una muerte previa.
¿De quién es la herencia en la pareja? ¿Se comparte o no se comparte? Hablo de eso o lo doy por OBVIO, entonces, nos callamos, no hablemos del tema y no llegamos a acuerdos. Generando un gran resentimiento cuando lo que esperamos y suponemos como obvio no se lleva a cabo.
3.No importa a qué acuerdo llegues con respecto al dinero, lo importante es que lo hables, hagas negociaciones, que no des nada por hecho, porque eso sólo te va a generar resentimiento.
4. Tratar de establecer una pareja en donde cada uno es rey de un feudo, (Ellos reyes del mundo y ellas reinas del hogar) nos pone en la posición de víctimas y victimarios.
5. Esto lo da la separación estricta de los roles y en la afirmación de las jerarquías que solo genera condiciones de opresión entre hombres y mujeres.
Es muy importante si queremos un cambio, hacer visible lo invisible y desenmascarar las tácticas de poder a través del dinero.
Tácticas de poder a través del dinero
• El control monopolizado por un solo miembro quien, gracias a dicho control, tiene toda la información de todo lo que circula en la familia.
• Se trata de un control excesivo que ejerce quien dispone del dinero, colocando a la otra persona en un lugar de dependencia y demanda.
• Es un control que no da lugar a las autonomías compartidas y donde el otro, (supuestamente un adulto) no tiene más opción que aceptar y perpetuar una postura infantil de reclamo y queja.
La metodología del goteo
• Consiste en no dar nunca más dinero que el estrictamente indispensable; y se le da a la mujer sólo cuando se presenta la necesidad, no antes, no se le da para un imprevisto, quitando así cualquier grado de libertad, de quien necesita el dinero y esperando la reclamación de la pareja, lo que genera que la mujer se queje constantemente y pida dinero todo el tiempo, poniéndola en una situación de desventaja, ya que depende del estado de ánimo del marido o del momento emocional que atraviesa la relación.
Las tarjetas de Crédito
• Aquí se da el control de las mujeres, ya que hay un registro cuidadoso de sus movimientos y así se limita toda su autonomía ya que gasta lo que otro controla, sin poder manejar dinero en efectivo y así se le quita el poder de decidir.
