Entonces un día están viendo la televisión en su casa a solas y a oscuras, de pronto sienten una presencia en su sofá, no hay nadie con ustedes, pero juran que hay alguien ahí. Como les dio miedo, deciden irse a dormir, pero en el camino a su recámara, sienten a esa presencia siguiéndolos. Ya acostados y temblorosos por el frío y miedo, no pueden cerrar los ojos, pues juran que el ente está acostado junto a ustedes. ¿Qué hacer?
No se trata de llamar a algún sacerdote anciano para que realice un exorcismo en su casa, aunque eso sería genial. Unos científicos lograron ver qué es lo que sucede ante estas situaciones, no sólo eso, lograron recrear la sensación. Gracias, ciencia por arruinar los cuentos de fantasmas.
Primero se descubrió que las personas expuestas a condiciones extremas como exploradores o montañistas son más propensas a experimentar estos fenómenos.
Se escaneó el cerebro de 12 personas con problemas neurológicos, mismas que aseguraban haber tenido experiencias con fantasmas. Se descubrió que estas personas tenían daño en la parte del cerebro asociada con la conciencia del movimiento del cuerpo.
Después, en 48 pacientes sanos, alteraron con sonidos esta misma parte del cerebro, de esta manera, lograron recrear en ellos la sensación de una presencia a su lado o moviéndose por la habitación. En pocas palabras, si han experimentado sucesos paranormales, sólo tienen un problema en esta área.
Díganle a Carlos Trejo que les regrese su dinero.
Con información de BBC
