Aunque no lo creas, ¡en gran parte es verdad! Observando el tipo de comida que consumes se puede determinar cómo eres y cómo vives. Esto también dice mucho de tu mundo psicológico.
En varias ocasiones Martha Debayle ha hablado de la comida y los sentimientos, y es que hay mucha razón en eso. Por ejemplo, las personas con más falta de cariño consumen en exceso alimentos dulces a diferencia de quienes tienen mayor grado intelectual.
Las personas que aman todo lo picante es porque les gusta vivir nuevas experiencias y emociones, pero aquellos que huyen de tomar riesgos comen cosas suaves y en poca cantidad.
El temor a las espinas del pescado denota miedo a las agresiones, preocupaciones y problemas.
La comida japonesa -que está tan de moda- se asocia a personas cerradas y menos sociables, pero si te encanta la comida tropical -basada en frutas y productos frescos- seguramente eres muy sociable, relajado y amable.
Otros ejemplos son:
- La persona que no puede dejar de comer demuestran una falta de control en su vida.
- El que come sin apenas dedicarle tiempo, es por impaciente y nervioso.
- A quien le encanta pasar horas comiendo y masticando detenidamente, disfruta de la vida a cada segundo.
- Si separan cada alimento del plato, es por caprichoso y delicado.
- Los que comen de todo tienen una gran capacidad de adaptación.
Es cierto que no es cuestión de juzgar a nadie por lo que come, sin embargo, sí que existen tendencias generalizadas a considerar por ejemplo a los vegetarianos como personas tranquilas y pacíficas, o los consumidores de mucha carne son más fuertes y temperamentales.
Con información de vital sport