Lucy Romero
Terapeuta clínica y de pareja
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• La anécdota del Rey Lear (obra trágica de William Shakespeare) es una historia que seguramente has escuchado muchas veces: Un rey anciano pregunta a sus tres hijas qué tanto lo quieren, las dos mayores se deshacen en halagos y discursos de amor, mientras que la mejor simplemente responde “te quiero tanto como la carne ama a la sal”, el rey, ofendido por esta comparación exilia a su hija menor y divide su reino entre sus dos hijas mayores, quienes rápidamente lo echan de su propio reino.
• El anciano busca refugio en el sitio donde su hija menor trabaja como sirvienta, tras reconocer a su padre, ella pide al cocinero que prepare su comida sin sal. El rey dio unas cuantas mordidas a la carne, encontrándola desabrida y desagradable, entonces, envuelto en lágrimas reconoce “todo este tiempo, era mi hija menor quien realmente me amaba”. La hija entonces se muestra ante él y hay un final feliz… (bueno, al menos hasta ese momento, porque en la obra realmente casi todo el mundo muere…).
• La historia ha sobrevivido el tiempo y ha sido dicha de boca en boca porque es bastante instructiva, nos recuerda que en cuestiones del amor, escoger forma en lugar de contenido, o imagen en lugar de sentimientos puede ser desastroso. El amor real, como el condimento real dan sabor y sentido a la vida.
• Comúnmente, nos dejamos llevar por modas o apariencias, solemos aceptar halagos y despreciar visiones objetivas de nosotros mismos (lo que es lo mismo: críticas constructivas).
• Quitar poco a poco todos estos obstáculos y paredes de laberinto llega a ser una tarea no solo titánica sino dolorosa, por eso es importante aprender a ver el valor de la sal por sobre los discursos falsos o las confusiones propias.
Máximas del amor:
• No hay problema, puedo vivir sin ti.
• Amor no es = a comida y oxígeno. Frases como: “la vida no es vida si no estás junto a mi”, “no puedo vivir sin ti” suenan bien en una canción ¡incluso en un poema! Pero… ¿alguna vez has estado en una relación donde tu pareja te la aplica?, la típica de telenovela de “si no estás conmigo me suicido” ¡y tú no sabes ni qué hacer! O del otro lado, mirando a tu amorcito con ojos de borrego, y jurándote a ti mismo/a que si se va un segundo de tu lado se te acaba el oxígeno. Esas relaciones no tienen una base de amor, sino de desesperación, obsesión y evasión de la vida. Y al principio puede ser romántico, pero poco a poco termina por volver loco a algún miembro de la pareja.
• “No puedo vivir sin ti” refleja inmadurez no atracción adulta que se da en relaciones serias. Si te la aplican. Aspira, respira y comprende que tú no tienes la responsabilidad o poder sobre la vida de nadie (aunque tu amor te lo jure y perjure), y no puedes continuar en una relación por miedo a que se aviente del segundo piso. Analiza su comportamiento e identifica si se tratan de arranques apasionados mientras escucha una canción o una constante en la cual (aunque ahora estés feliz) vas a terminar ahogando.
• Si la estás aplicando. Sé objetivo, analiza tu comportamiento y pregúntate si en realidad es sano tratar de convencerte y convencer a tu pareja que súbitamente ha pasado de ser persona a ser comida y aire. ¿A dónde va a llevarte eso? ¿Lo haces por romance o de verdad te la estás creyendo? ¿Te estás comportando como un adolescente en busca de atención? Analiza las respuestas, y si crees que vas por ese camino, no inicies una relación, mejor pide a tus amigos que te ayuden a buscar terapeuta.
Mi amor por ti cambiará. De eso no hay duda.
• Los seres humanos tenemos una fuerte y casi genética predisposición de resistencia al cambio, lo traemos en la sangre y dejarlo atrás cuesta no solo tiempo, sino trabajo de análisis y auto-conocimiento pues la base de esta resistencia está no solo en el miedo sino en la comodidad. Una vez que hemos llegado a un estado de confort en cualquier área no queremos aceptar nada que pueda alterarlo. Dicho así, la promesa de “Mi amor por ti no cambiará” es muy bonita, una gran oferta, pero muy poco probable de cumplir porque todo y todos estamos en un proceso de continua evolución y cambio. Nos hacemos viejos, sabios, tercos, nos enfermamos, engordamos, perdemos peso, nos curamos, cambiamos de gustos, y así, todo está en un flujo de constante re acomodo, así que tu relación debe estar en un flujo flexible para sobrevivir.
• RECUERDA: Un amor que está abierto al cambio tiene más probabilidades de reforzarse y perdurar, pues se abre la posibilidad (única) de crecimiento conjunto, y eso convierte tu relación en un vínculo prácticamente indestructible. Cuando ambos aceptan esta realidad humana, la relación se relaja, y lejos de olvidarse el uno del otro, cada día encuentran nuevos motivos y sorpresas para enamorarse.
No eres lo único que necesito.
• Ok, ser social no es = a poligamia. Hay personas que dicen y juran que su pareja es la única persona que necesitan en su vida, y que el tiempo juntos es la única actividad que necesitan para ser felices. Pero vamos, los seres humanos estamos diseñados para vivir en grupo, explorar ideas y aprender –constantemente– nuevas cosas. Así que, querer obtener todos los estímulos sociales que necesitas de una sola persona es como querer obtener todas las vitaminas del helado. Tu pareja no puede ser tu grupo de amigos y amigas más cercanos, tus hermanos, tus primos/as, tus padres, tus compañeros de trabajo, tus compañeros de clase, ni toda la gente que existe en una fiesta, y si lo están intentando, te prevengo: terminarán exhaustos.
• La frase “¿Acaso yo no soy suficiente para hacerte feliz?” está prohibida, porque nadie es suficiente (ni tiene que serlo) para llenar la vida de otra persona al 100%, tu pareja necesita amigos, actividades y hobbies que le permitan desarrollarse, y sí, puedes acompañarlo en muchos de ellos, pero igualmente, deberás comprender que él/ella necesita nutrirse (Como tú) con discusiones acaloradas de política y futbol con un grupo de amigos, o reseñar con autoridad de amateur la trilogía completa del señor de los anillos, quizá regresar a las consolas (aunque no lo entiendas) y echarse una hora entera jugando, o puede ser que un café relajante todos los viernes en compañía de una plática sobre la última novela de su autora favorita sea una dinámica necesaria, si, aunque a ti te repateen los vampiros que brillan. La respuesta a la pregunta es: “SI. Una relación no es suficiente para hacer a nadie feliz, y si de verdad llegan a intentar que así sea, poco a poco envenenaría su amor”. Amor no es = a sacrificar la individualidad.
No siempre estaremos cerca.
• Hay una línea casi demasiado delgada entre “te amo mucho, y quiero pasar mi vida contigo hasta que la muerte nos separa” y el estado lunático-dependiente de “te amo tanto que si tratas de dejarme…. te mato…”. STOP. Si escuchas algo como eso debes hacer un algo inmediato, pues las personas que de verdad dicen y creen esto aman como las arañas aman a las mosquitas, aman capturarlas, envolverlas, inmovilizar sus alas, drenar lentamente toda su energía… y este no es el tipo de amor que estás buscando. Ahora ¿Cómo ver la diferencia entre el amor y el amor arácnido? Simple: Posesividad y explotación que buscan controlar hasta tu hora de comer es amor arácnido. El amor de verdad alienta la libertad de tomar decisiones autónomas.
• Si eres la mosca. Si de pronto te encuentras vejado en cada hora de tu día, acto y pensamiento, lo siento, estás en un amor arácnido. Pero puedes salir de allí de forma relativamente fácil siendo honesto contigo mismo y con tu pareja, confróntale y hazle saber de qué forma comienzas a sentirte coaccionado/a, quizá él/ella mismo/a no ha notado la forma en que comienza a asfixiarte.
• Si eres la araña. ¿te escuchas diciendo cosas como “tengo que hacer que se dé cuenta de lo mal que está…”? Entonces estás comenzando a envolverlo en telaraña, establecer “estrategias” entorno a un comportamiento que deseas obtener es manipular. Analiza tus actos y palabras, porque si quieres salirte de esta dinámica y continuar tu relación no queda de otra: a decir la verdad, toda la verdad y nada mas que la verdad, tomando responsabilidad -cada uno- de sus propias decisiones.
• Para ambos. No hay víctimas ni victimarios. Ambos han tomado decisiones y roles en la relación, dentro o fuera de la telaraña, deben comenzar a comunicar sus emociones, necesidades y deseos reales, sin tratar de forzar o manipular.
Tú y yo no somos uno mismo.
• Quizá no eres mosca ni araña, sino un camaleón que busca mimetizarse con la persona que ama, o sales como camaleones, escogiendo parejas que se acomodan y cambian de acuerdo a tu personalidad. Sea de una forma u otra, no hay una relación sana allí. Va más allá de buscar conocer sus gustos, a veces te vuelves vegetariano porque él/ella lo es, cambias tu forma de vestir de formal a hippie, hablas con modismos artísticos, ya solo escuchas rock alternativo y observas películas de arte, qué decir de tus amigos “capitalistas”, a los cuales no hablas más; luego relación termina, comienzas otra, y de pronto la manta te pica, y usas jeans armani, y zapatos Steve Madden, el pop se convierte en tu religión, Julia Roberts la protagonista de todas las películas, y tus “nuevos” amigos, pasan a ser un grupo de hippies que hablan de política (la cual no te interesa). Podríamos seguir y seguir con ejemplos de camaleón, pero solo hay una realidad: estos pierden su personalidad en cada relación, se amoldan como plastilina y vuelven a cambiar conforme la nueva pareja lo requiera, terminando con una revoltura tal que al final no podemos reconocernos a nosotros mismos.
• Si estás viviendo sobre esta idea. Es tiempo de que hagas un alto, quizá en el fondo no has encontrado la música que de verdad te gusta ¡o te gustan todas! Y eso está bien, pero debes darte el tiempo de conocerte a ti mismo/a profundamente antes de conocer a otra persona tan profundamente como para despertar verdadero amor. Pero sobre todo, anímate a seguir tus propias ideas e intereses, y ser amado por quien eres.
• Si tu pareja vive sobre esta idea. Identifícalo ¿Qué tanto ha cambiado desde que se conocieron?, adaptarse el uno al otro es normal, pero si pasa de ser carnívoro a vegetariano, capitalista a socialista, amante de las películas de acción a fan del cine de arte francés… quizá algo allí no está del todo bien. Analiza si tú mismo/a no estás presionando hacia estos cambios, y pregúntate si quieres estar con la persona que conociste o con una copia de ti mismo/a.
• Para ambos. ATRÉVANSE ¿a qué?, pues a explorar las diferencias entre ambos, acuerden estar en desacuerdo y seguir sus pasiones, aunque sean diametralmente distintas. Pronto descubrirán lo bien se que siente estar con una persona real y no con un espejo humano.
• Buda dijo alguna vez “Así como podemos reconocer al mar, pues siempre sabrá a sal, podemos reconocer la iluminación por su sabor a libertad” No hay una diferencia radical entre el amor y la iluminación; aunque usualmente queramos ver al compromiso como una trampa, en realidad, sus versiones sanas dan libertad a los enamorados.
• Cómo saber que es el/la indicado/a
• Su plan de vida es parecido al tuyo. Todas las cosas importantes de la vida (una vez que decides que quieres formalizar una relación) deben tomarse en pareja, es importante que ambos estén de acuerdo (al menos) en que no están de acuerdo, y tengan la disposición para sentarse a dialogar y hallar la forma de que los planes a futuro embonen.
• Acepta tus costumbres extrañas. Todos esos hábitos desesperantes e insoportables, esta pareja los encuentra casi inexistentes, para él/ella, no hay problema alguno si haces ruido cuando ríes, si te muerdes las uñas o has decidido que los domingos son para estar en pijama. No hay crítica, no hay juicio, y solo intentará cambiarlos cuando tú desees que te apoye a ello.
• Los pequeños detalles cuentan. Una relación con futuro es aquella que, pese al pasar de los años, sigue siendo como los primeros días: apasionada, romántica y llena de detalles. Son esas pequeñas cosas las que te mantendrán unida a él para siempre.
• Te da el espacio que necesitas. Hay momentos en que una necesita soledad para pensar o simplemente para alejarte de todo. Si lo entiende y te ayuda a conseguir un espacio que sea solo para ti, van por buen camino.
• Vivir juntos no es una idea descabellada. Decidir más compromiso en una relación es cosa de dos, si no tiene problema con renunciar a las comodidades de la soledad por una nueva vida en pareja y de hecho la idea les emociona, es buena señal.
• Si tienen una pelea, es de los que se queda hasta arreglarlo. No hay nada más desesperante que pelear con tu pareja y que se vaya dejándote con el enojo. Si es que ahora que son enamorados es de los que no te da la espalda y prefiere solucionar el problema antes de irse, es signo de que sus peleas en el futuro no llegarán a mayores.
• Escucha. No le importa si has contado la historia un millón de veces o si te quejas de lo mismo cada vez que regresas del trabajo, siempre está ahí y te escucha porque disfruta de tu compañía y de compartir esos momentos contigo.