Jacobo Dayán
@dayan_jacobo
Fundada en 1941, Freedom House fue la primera organización no gubernamental estadounidense enfocada en promover el avance de las libertades por todo el mundo. Su trabajo se centra en monitorear y fortalecer las libertades, denunciar las amenazas contra la democracia y realiza labor con las ciudadanías buscando su fortalecimiento. En México inició actividades en 2011 haciendo trabajo “en favor la libertad de expresión acotada por la violencia y la impunidad: prevención, protección y solidaridad con las víctimas”.
Resulta importante analizar las conclusiones de este reporte para poner en contexto el deterioro que se ha venido dando en nuestro país en términos de libertades, seguridad y violencia.
Por noveno año consecutivo, y debido al incremento de gobiernos autoritarios, la libertad en el mundo disminuye. En 2014 la caída fue muy violenta, en buena medida debido al gran incremento de ataques terroristas. El dato abrumador es: más de 2 mil millones de personas viven bajo regímenes opresivos. A partir de esta espeluznante cifra se desmenuza el reporte.
El equipo de investigación comentó que «la aceptación de la democracia como forma de gobierno y de un sistema internacional basado en los ideales democráticos está bajo una mayor amenaza que en cualquier otro momento de los últimos 25 años». Agregando que hasta hace poco tiempo la mayoría de los regímenes autoritarios decían respetar los acuerdos internacionales, las elecciones y los derechos humanos, hoy respaldan la idea de gobiernos de un solo partido y tratan de echar a un lado los principios diplomáticos.
Los eventos internacionales más destacados son los que acapararon los medios durante el año pasado: el conflicto y creciente tensión entre Rusia y Ucrania, el nuevo gobierno de mano dura en Egipto, los ataques a la libertad de expresión en Turquía, el crecimiento de la represión en China, la irrupción del terrorismo perpetrado por grupos fundamentalistas islámicos (África, Medio oriente y sureste asiático), los brutales conflictos en Siria, Irak, Pakistán y Nigeria que generan miles y miles de víctimas mientras el mundo solo observa.
En cifras: 61 países sufrieron retrocesos y solo 33 avanzaron. 46% de los países fueron catalogados como libres, 28% parcialmente libres y 26% no libres, siendo las regiones más atrasadas Medio oriente y norte de África. Los peores retrocesos se dieron en libertad de expresión, estado de derecho y libertades civiles (¿nos parece conocido?). Un nuevo elemento preocupante fue el aumento de controles que ejercen los Estados sobre sus ciudadanos y las restricciones a internet. Del lado positivo, el reporte destaca como ejemplo el caso de Túnez, primer país árabe en alcanzar el nivel de Libre desde que Líbano dejó de serlo hace décadas.
Los que ocupan la parte más baja del reporte son: Arabia Saudita, Corea del Norte, Eritrea, Guinea Ecuatorial, República Centroafricana, Siria, Somalia, Sudán, Turkmenistán, Uzbekistán y las regiones del Sahara occidental y el Tíbet.
En el caso de México, Freedom House lo califica como parcialmente libre. En buena medida debido a los casos de Ayotzinapa y Tlatlaya que tienen repercusión internacional, la escandalosa corrupción, la impunidad, el deterioro de la situación de derechos humanos, el aumento de secuestros, extorsiones y los niveles insostenibles de violencia que experimenta el país.
La mala calificación que asigna este reporte a México se suma a otros dos publicados también por Freedom House en los que califican a México como No Libre en el reporte de Libertad de Prensa 2014 y Parcialmente Libre en Libertad en Internet 2014.
Esta es una llamada de atención más que recibimos. Permanentemente nuestro país recibe alertas emitidas desde dentro y fuera del país por organizaciones e instituciones acreditadas en distintos temas: tortura, desaparición forzada, ejecuciones extrajudiciales, pobreza, transparencia, libertades y un largo etcétera. Es tiempo de reaccionar, es tiempo de generar presión desde los medios de comunicación, es tiempo de indignación y acción desde la sociedad.
El reporte completo de Freedom House puede ser consultado aquí