Por Martha Figueroa
@MarthaFigueroax
El jefe Mancera y mi hermana menor, en ese orden, están súper emocionados por la visita de James Bond y la llegada de la primavera, a nuestra ciudad. Sé que han venido muchos personajes, pero el 007 es el 007, y verlo correr entre las jacarandas da mucha emoción.
Yo quería ir a recibirlo al aeropuerto como Dios manda para que se sintiera cobijado por la hospitalidad chilanga desde el primer minuto. Porque confieso que una de mis ilusiones más acariciada es que me inviten a formar parte de una comitiva de ésas que van hasta el pie de la escalinata con alfombrita para darle la bienvenida a algún personaje distinguido y ponerle un collar de flores. Esta vez calculé que mi querido Miguel Ángel me invitaría, así que ya estaba lista – acicaladísima – pero recordé un dato crucial: ¡no me gusta James Bond!
Amo al personaje, pero odio a Daniel Craig. No me pregunten por qué, pero forma parte de un grupo de famosos –en los que también están incluidas Nicole Kidman y Charlize Theron- a los que odio gratuita e irracionalmente. Desde mi obsesión enfermiza cuando escojo una película en la cartelera tengo que fijarme muy bien en la lista del elenco porque si aparece alguno de ellos tengo que cambiar de plan (aborto la misión con palomitas y todo en mano).
Entonces, han de saber que Daniel Craig me parece muy descolorido comparado con los mega guapos de Sean Connery, Roger Moore o Pierce Brosnan. Me da cosa que tenga el labio de arriba para adentro y no para afuera (es que hace unos años filmando Casino Royal le dieron un puñetazo y se quedó sin dientes).
Admito que estoy enferma, pero aunque Craig se tire de un acantilado, brinque de techo en techo, corra sobre los trenes en movimiento, seduzca a cuanta mujer se encuentra y mate a todos los malos, yo –en mis adentros- pienso “mira, tiene la boca tiesa”.
Siguiendo con Espectre, se ve que necesitaban muertos para la película y entonces dijeron ¡filmemos en México! Además, según el doctor Mancera, van a resaltar las “preciosas festividades del 2 de noviembre y será una promoción increíble para el país”.
Pues me sumo al entusiasmo y además digo que si nuestra familia presidencial fue a Londres y los pasearon de aquí para allá, es justo que ahora nos manden al 007. Sea como sea, me alegra mucho que mejore la relación bilateral con el Reino Unido.
En mi casa somos muy fanáticos de las películas del 007. Hasta mi madre, que no es moderna y sólo le gusta ver películas mexicanas viejas en la tele, se emocionó con el estreno de “Skyfall”. Ella dice que “(Daniel Craig) se ve muy buen muchacho y siempre anda en unos paisajes preciosos…”
Pues desde aquí, quiero agradecer a toda la producción de la película que nos pongan muy en alto y ofrezco una disculpa por los inconvenientes que hayan podido causarles las marchas y los temblores de los últimos días. Sólo puedo decirles que son cosas que, digamos, se nos van de las manos.
Por cierto, si ustedes ven más helicópteros surcar el cielo, no crean que son las acrobacias de mister Bond. No. Es que aprovechamos la confusión y el clima de acción de las filmaciones para lanzar el servicio de tours “TuriSky”, que volará sobre las joyas del D.F., por un precio módico y con una rica variedad de lenguas. O sea, te explicarán el paseo en 8 idiomas.
Yo, sinceramente, sólo me treparía al helicóptero para que me hablaran en ruso y chino mandarín, pero me huele a peligro. No quiero sonar como una aguafiestas de la “recreación aérea”, pero con la rachita de mal rollo que traemos, cualquier día empezarán a llover hélices, aparatos y personas al grito de ¡help, au secours, auxilio, помогите, soccorso, 救命!