Juan Pablo Arredondo
Psicólogo familiar con más de 25 años de experiencia
Consulta a nuestro especialista
1. Estabilidad emocional de los padres. No hay nada mas tranquilizante para un niño, que tener unos padres emocionalmente estables. Recuerden que muchas veces actúan por imitación.
2. Ambiente familiar armónico. Poca importancia solemos darle a este rubro. Así como hay ambientes cordiales y armónicos, hay ambientes tensos y desagradables.
3. Buen humor. El humor se transmite y juega un papel muy importante en la vida de todas las personas. Fuera los Grinchs.
4. Tiempo de calidad. Llevarlos a la escuela o recogerlos, darles de comer o hacer la tarea con ellos no es tiempo de calidad. Hacer que se sientan las personas más importantes frente a nosotros.
5. Limites claros y autoridad. Paradójicamente, ponerle limites a los hijos es un gran regalo para ellos, porque aprenderán no solo como el mundo funciona, sino que les permitiremos adaptarse a el.
6. Capacidad resolutiva adecuada. Te has preguntado ¿cómo tiendes a resolver los problemas? Pues de esa forma tus hijos lo harán. Tranquila, ecuánime, inteligente, impulsiva, irracional, dramática, etc.
7. Autoestima de los padres. La autoestima se enseña y se enseña mas con el ejemplo. ¿Para que me servirá a mi que me quiera alguien que no se quiera?
8. Que los padres se lleven bien. No importa si están juntos o separados. El que los padres se lleven bien es y será un regalo que les servirá toda la vida.
9. Jugar con ellos. Tiempo de calidad y tiempo de juego no es lo mismo. Desde aquella encuesta que se trajo hace varios años, lo que los niños más quieren y aprecian de los padres, es que jueguen con ellos.
10. Ligereza en la vida. La vida es bastante complicada como para hacértela mas complicada. Tenemos que regalarle a nuestros hijos la maravillosa tendencia a facilitarse la existencia.
