Nancy Steinberg
Psicóloga y Terapia de Pareja
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En los últimos meses, México ha vivido una de los peores épocas en lo que a desastres naturales se refiere y aunque son impredecibles, todos ellos nos obligan a considerar que si los adultos no siempre estamos preparados para enfrentarlos, ¡los niños mucho menos!
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Hay que saber que cuando se viven situaciones de esa naturaleza, no sólo sufren los damnificados sino también tus hijos al escuchar lo que está sucediendo, pues temen por su propia seguridad y la de sus seres queridos.
Además debido al fácil acceso que tienen a la información, se exponen y conocen lo que está sucediendo en otras partes del mundo y la angustia incrementa.
Su reacción dependerá de:
La edad
Como muchos niños pequeños aún no son capaces de comunicar verbalmente sus sentimientos, los adultos debemos descifrarlos a través de su comportamiento.
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La cercanía al hecho
Algunos pueden haberlo vivido más de cerca y haber experimentado más pánico por haber sido evacuados, separados de sus familiares o mascotas o perdido sus pertenencias.
El alcance del evento
Cuando toda su comunidad se ve afectada por el desastre, los menores tienden a sentirse abrumados por las discusiones y la falta de organización (natural) de los adultos.
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