Por Alejandra Ortíz
Tw. @alita_emo
Todos lo hemos visto: en la playa no somos los únicos en sudar. Nuestra botella de cerveza helada también lo hace, así como la copa de margarita y cualquier envase que contenga dentro algo frío. ¿De dónde viene ese líquido? ¿La naturaleza nos roba alcohol y lo pone afuera? ¿Aparece simplemente de la nada?
Hagan un ejercicio de memoria y recuerden aquella escena de Titanic en la que Rose y Jack echaban pasión dentro de un carruaje. Las ventanas se empañan por dentro, ella toca la ventana y quita el vaporcito que se encuentra en el vidrio. Deja una marca gracias a un proceso químico llamado condensación.
En nuestras bebidas el líquido frío sería como el exterior del carruaje de Titanic, mientras que el medio ambiente cálido de nuestros veranos sería como el medio ambiente cálido del romance hollywoodense. En el aire hay agua en forma de vapor, que tiene un punto de temperatura al cual se condensa, es decir, se transforma en agua líquida. Si el vapor de agua atmosférico toca una superficie fría, entonces alcanza su punto de condensación y se comienza a volver gotas de agua.
Esto pasa todo el tiempo; el rocío mañanero es producto de esta condensación. Es lo que también ocurre cuando en la playa, donde la humedad del ambiente es alta (hay mucho vapor de agua en la atmósfera), un daikiri helado transforma al aire que está inmediatamente cercano a él en pequeñas gotas que parecen sudor. Algunas nubes, como por ejemplo las cumulus que tienen forma plana, son también producto de este tipo de condensación, pues el vapor ambiental toca capas de la atmósfera más frías y se comienzan a formar cúmulos de gotas de agua en el cielo.
Este proceso, como ya mencioné, es también muy útil en las películas para dar diferentes efectos clichosos sobre el amor.
Alejandra Ortíz es bióloga por Facultad de Ciencias de la UNAM, actualmente estudia el doctorado de Ciencias Biomédica,le gusta explicar el lado científico de la vida.
