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2024-12-18 19:01:40

Mi jefe es un dolor de (huev…)… calzones

Para los que les suene esto: "Trabajas en esta empresa pero no es tuya", "Aquí el que manda soy yo", "Que sea la ultima vez que ...", -"muchos matarían por tener tu trabajo", "no es mi problema", "te pago por hacer, no por pensar", "no traigas tus problemas personales a la oficina".

agosto 27, 2015

Mi-jefe-es-un-dolor-de-huevosHelios Herrera
Director de HH Consultores para la productividad
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¿Por qué son así? ¿Qué hacer si estás con un jefe como estos?

• El factor que más impacta al ambiente es el liderazgo del jefe.
• En la vida real los colaboradores renuncian a los malos jefes no a las malas empresas.
• Un mal jefe puede afectar nuestra vida laboral, personal, social, familiar, y hasta nuestra salud y autoestima.
• El recurso humano es el activo más importante en cualquier empresa, y estas necesitan verdaderos líderes que inspiren y motiven a la gente a hacer lo que tienen que hacer y a hacerlo bien.

DATOS DUROS:

1. Equilibrio entre vida laboral y personal

Encuesta realizada por Workfront y reportada por CNN con 2,000 encuestados
• 89%: es importante que los empleadores y los clientes no los contacten fuera de las horas de oficina
• 90% se siente insatisfecho con el reconocimiento de sus jefes.

2. Jefes abusivos

Encuesta realizada por trabajando.com en México a 2,000 personas

• 25% tiene jefes son abusadores

3. Reporte Gallup: los trabajadores que no tienen una adecuada dirección, mala o nula retroalimentación de sus jefes son 50% menos productivos y 44% menos rentables.

Entre más jerarquía tiene un mal jefe, los efectos negativos generados son mayores.

¿Cómo son y se comportan los malos jefes?

• Son incongruentes. Cotidianamente dicen una cosa y hacen otra. Tienen una doble moral, cero credibilidad y nulo respeto por parte de sus colaboradores.
• Son déspotas, prepotentes e insensibles. Hacen sentir a todos que no hacen nada bien y usan todo tipo de frases descalificadoras y ofensivas.
• Son tacaños. Entienden perfectamente mal el tema del ahorro y el control de gastos, no cuidan al recurso más importante que es el humano al no capacitarlos, no les dan los insumos necesarios para trabajar.
• Son castrantes y controladores. No entienden el concepto de empoderamiento. Son algo así como pulpos que no dejan que los otros hagan su trabajo. Matan la iniciativa del personal, los cuales acaban por buscar otra empresa. Nunca delegan, no saben qué es eso.
• Son flojos. Estos personajes no merecen mayores explicaciones, simplemente «delegan todo» no hacen nada porque son flojos y perezosos, pero eso si, se «paran siempre el cuello» con el trabajo de sus colaboradores.
• Son inhumanos y egoístas. Presionan hasta que revientan a sus colaboradores, además de los malos tratos. Incluidos en este club los que se «lavan las manos» como Poncio Pilato, no ven por su gente.
• Son casi autistas. No saben cómo comunicarse y no dan retroalimentación nunca, solamente hasta el día que te corren. Más del 60% de los problemas se deben a una mala comunicación, a monólogos. A este club también pertenecen los jefes tan impersonales que ni el nombre de sus colaboradores se saben.
• Son arcaicos. Son gente «cuadrada» y rígida que no está abierta al cambio, ya ni hablemos a las nuevas tecnologías o tendencias laborales mundiales.

1. ¿Por qué son así?

• Vivimos en un sistema cultural donde endiosamos la autoridad
• Sus tres metros cuadrados de planeta, el único lugar en donde mandan.
• Están rebasados en su capacidad o tienen un equipo muy flaco.
• Están sobre estresados. Así aprendieron a ser jefes.

2. ¿Qué puedo hacer al respecto?

• Si es cultura de autoridad… revisa tus propios patrones psicológicos y tu relación inconsciente con la autoridad (y tus posiciones parentales).
Casi siempre hay una simbiosis en el ambiente, una codependencia que torna la relación en un enlace psicológico por encima de lo laboral.

Si es un tema de “poder”, hazle saber que:

• No quieres su puesto, sino ayudarlo a crecer a él al que sigue.
• Hazte su aliado, su soporte, investiga qué es lo que más le estresa y trata de ser tú quien lo solucione.
• Si está rebasado en su capacidad (o muy flaco su equipo) mejor conviértete en un colaborador indispensable.
• Deja de sufrirlo y “ponte de su lado”.
• Clarifica con exactitud “qué podemos hacer para lograr lo que la empresa o el área desea de “nosotros”, inclúyete en la ecuación.

3. Si así aprendió a ser jefe:

• Significa que él llegó a ese nivel “pagando un precio” y cree que tiene que hacérselo pagar a alguien más.
• Cree que te está preparando para sucederlo y que debes aprender a «fregadazos».
• No sabe cómo hacerlo de otra manera.
• Sobre todo NO te enganches, para generar presión hace falta dos fuerzas que se opongan.
• Demuestra tus resultados y tu aportación al de los de tu jefe.
• Ve a lo frontera de su incompetencia y sopórtalo.

Si de plano está loco, necesita terapia y tú eres la pobrecita víctima sobre la que descarga todas sus pequeñeces….

• Puede ser que el problema seas más tú más que él, al estar participando en juegos psicológicos y codependientes….
• Recuerda que si no te gusta dónde estás…. no eres árbol ¡muévete!

agosto 27, 2015