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2024-12-18 23:11:26

¡Abran paso a Martha!: Vanity Fair

A los 19 le dijeron que no servía para la radio, treinta años después, una de las comunicadoras y empresarias más influyentes de Latinoamérica posa para Vanity Fair bajo la lente de Alex Bramall.

enero 26, 2016

Por VanityFair 

Cuando la joven de diecinueve años entra en la oficina, el jefe y dueño de la estación de radio, se muestra frío y directo como un dardo. Sin más, le espeta:—Gracias, pero, la verdad, no nos convenció tu trabajo. Ya no te vamos a necesitar. Es más, te seré sincero: no creo que sirvas para la radio. Te recomiendo que te dediques a otra cosa. Dice el refrán que no hay mal que por bien no venga. Y la mexicana de origen nicaragüense, Martha Debayle, lo sabe mejor que nadie.

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Febrero

Desde pequeña, siendo una niña hiperactiva, rebelde y jovial, soñaba con la música. Cuando tenía doce años, mientras jugaba con una amiga, decidió llamar a una emisora en directo para pedir trabajo. Con apenas 19, recién comenzada su carrera de diseño gráfico, sintió un pálpito incontrolable: cambiar el lápiz por el micrófono. Poco después dio el paso: dejó su carrera para dedicarse en cuerpo y alma a la radio. Consiguió un empleo en una estación gracias a un conocido. Todo pintaba de maravilla, pero seis meses después, recibió la llamada del jefe. Treinta años después de ser despedida y humillada, Debayle es una de las locutoras más famosas de Latinoamérica.

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Ha ganado el Premio Ondas al mejor programa de radio iberoamericanoLa revista Forbes la ha incluido durante tres años consecutivos como una de las 50 mujeres más poderosas del país.También aparece entre los 300 líderes mexicanos por la publicación homónima. Su empresa: MMKGroup, ya tiene tres revistas a su cargo, casi cien empleados y goza de un crecimiento anual del 120% desde 2014. Martha no para de dar conferencias sobre educación y emprendimiento por todo el país y está preparando una nueva línea de negocio sobre la que no puede dar demasiados detalles. Seguramente, el jefazo que la recomendó dedicarse a otra cosa, se haya removido en su silla más de una vez. Cuando se lo digo a Martha, abre la boca y estalla en una estruendosa carcajada. 

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enero 26, 2016