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¿Cómo reconocer a un patán?

Cómo detectar a un abusivo y conflictivo antes de enredarte con él…Patrones de conducta que son señales de alerta

abril 7, 2016

Tere Díaz
Psicoterapeuta
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La palabra patán tiene una connotación moralista de maldad, de defecto aún así podemos usarla para englobar a dos tipos por el efecto de sus acciones más que por sus intenciones al actuar.
Un patán es quien por razones de personalidad, o de uso del poder que tiene, (o de ambas), realiza acciones que ponen en riesgo el bienestar, integridad física, social, emocional, económica o sexual, de otra persona.

No estamos hablando de discriminar y excluir por puros prejuicios, no estoy sugiriendo actuar en perjuicio de estas personas, pero si de ponernos a salvo de sus conflictivas, intenciones, abusos.

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  • Clasificación de la “gente difícil” (patanes)
  • Personalidades Conflictivas

Personas Abusivas

1. Personas conflictivas: Co relacionan con algún trastorno de personalidad

Señales de alerta:

 

  • Personalidades rígidas: repiten una y otra vez patrones de conducta
  • Estos patrones de conducta son muy limitados y generalmente no se adaptan a las diversas situaciones que se presentan en la vida.
  • Son más predecibles que la mayoría de la gente pues se muestran poco flexibles ante las demandas del momento y de los diferentes contextos.
  • Son problemáticas. Tienden a ser agresivas y a escalar los conflictos desproporcionadamente
  • Pueden ser o no violentas pero si se muestran hostiles en situaciones de estrés.
  • Culpan a los demás por sus errores sin reflexionar, menos aún asumir, su responsabilidad.
  • Les cuesta integrar los “grises”: o es todo o es nada, o alguien es bueno o malo. Son muy limitados para ver la complejidad de lo que ocurre.
  • Dificultad para manejar sus emociones: se salen de control, gritan, lloran, critican, reclaman, juzgan, se alteran.
  • Tienen reacciones que no corresponden a lo que se está presentando, y que el promedio de la gente no haría.
  • Tienden a criticar a los demás sin fundamentos. Algo los irrita o perturba o amenaza del otro y hacen juicios de valor desde sus malestares y prejuicios.

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2.  Personas abusivas:  sin bien pueden sumar algún trastorno de personalidad, generalmente son producto de un contexto social que favorece que abusen del poder que tienen.

La sensación de superioridad de las personas abusivas se despliega en el “derecho” que se dan a sí mismas de someter, controlar y maltratar a otros, a nivel socioeconómico, verbal, físico, institucional o sexual.

Señales de alerta:

  • Interrumpen.
  • No escuchan.
  • Han de ser protagonistas.
  • Controlan con dinero.
  • Usan la ironía y el sarcasmo.
  • Culpan a los otros de provocar su enojo y sus errores.
  • “Cortan cabezas para ser más altos”.
  • Hacen esperar a la gente y no piden mayores disculpas.
  • Eligen los temas de conversación que quieren e ignoran los que no les interesan
  • Invalidan las emociones de los demás.
  • Descalifican a los demás cuando no están “a su altura”.
  • Orden las cosas de manera déspota y autoritaria.
  • No dan las gracias.

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¿Qué hacer?

1. Tomar conciencia de la desigualdad de poder que existe para no ponerte en riesgo. Alguien con mayor poder puede desde maltratarte físicamente, hasta correrte de tu trabajo.

2. Apoyarte en los demás. Y debes informarte de las instancias legales o grupos que te brindan apoyo para denunciar y superar el maltrato, abuso u hostigamiento.

3. Hablar y darte tu lugar. Sólo basta con que expreses lo que necesitas. Por ejemplo: “Te pido que no me hables así” o “No me trates de esta manera”.

4. Aléjate. Si acabas de conocer a un “patán” (persona que te trata mal, no respeta tu tiempo y no muestra el mínimo interés en lo que dices), lo mejor es que te retires.

abril 7, 2016