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2024-12-19 00:47:59

Los papeles cambian

¿Por qué es tan duro cambiar, crecer, envejecer? De eso va mi carta editorial de este mes.

abril 13, 2016

Mis papás: ambos de personalidad contundente, inteligentes, buenos consejeros, protectores, sobresalientes en todo lo que hicieron en su vida pero, sobre todo, independientes. Los dos, cada uno en su estilo y cada uno por su lado, porque están divorciados desde hace muchísimos años, han sido no solo los pilares de la familia, también los grandes puntos de referencia en mi vida, los grandes guías.

Mi mamá: una mujer de un carácter fuertísimo, rápida, la mejor operadora que conozco (no de telefonista, sino de operar la vida, jajaja), la más autónoma, la más independiente y una gran interiorista. Mi papá: un hombre igualmente fuerte, de personalidad arrolladora, sensible, sensato y un gran banquero. Esos son lo papás que yo recuerdo.

Mira el video: moi abril: el papel de mi vida

Hoy a sus 77 años, veo todas estas características desvanecidas, aunque algunas aún siguen brillando, otras se atenuaron con el paso de los años. Mi mamá es menos enérgica, radical y exigente. Necesita más apapacho, atención, contención y cuidados. Mi papá, otro tanto.

Todo lo que siempre imaginé de ellos, lo que conozco, lo que me es familiar, cada vez se transforma más y me encuentro en la necesidad de redefinir, no solo la idea que tuve de ellos, sino también la forma en que relaciono, el tiempo que invierto, la paciencia que ejerzo y el cuidado con que intento estar a su lado. Lo escribo y quiero llorar.

¿Por qué es tan duro verlos cambiar, crecer, envejecer? ¿Por qué hay un lado que nos llena de ternura, compasión, y otro que nos provoca enojo, coraje, miedo y, a veces, hasta ganas de no estar?

Nadie nos preparó para esto, porque así como nos enseñaron a caminar, a nadar, a andar en bici y a manejar un coche, ¿ por qué no nos enseñaron a manejar  su vejez, esa pérdida paulatina de los papás que conocías, que consiste toda tu vida y que hoy ya no es igual?

Es una gran pérdida, se muere esa imagen de héroe y heroína que tenías antes de que se muera el cuerpo físico. Y ahí están y siguen siendo tu papás, y el amor y el cariño ahí sigue, pero ya no son los mismos y esos nos confronta con nuestra propia vejez y nuestro propio cambio.

Mira el #ConsultorioMoi con Martha Debayle

Duele y da miedo, porque creo que en la parte más profunda de nuestro niño interior quisiéramos que regresaran, quisiéramos volver a ver lo familiar, lo que conocimos, lo que nos marcó y que hoy existe de forma diferente.

Después de todos los momentos duros de la vida, cuando uno decía: «¡Quiero a mi mamá!» o «quiero a mi papá», hoy en día te cae el veinte de que probablemente ellos ya te necesitan más a ti que tú a ellos.

Por eso este mes hablamos de lo difícil que es volverte el papá de tus papás porque sé que muchos de ustedes, como yo, piensan lo mismo.

Mira el video de: Martha Debayle se cortó el pelo

I miss my mom/ I miss my dad.

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abril 13, 2016