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¿Te sientes decepcionado de ti mismo?

¿Qué hacemos cuando nos pusimos expectativas demasiado altas que aún no hemos cumplido y eso nos tiene en una profunda decepción personal?

agosto 29, 2017

Mario Guerra
Tanatólogo, conferencista, business coach, psicoterapeuta
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• Es normal a lo largo de la vida irnos fijando metas y expectativas acerca de nuestro ser, tu estar en el mundo. Algunas cosas habremos de lograrlas, otras no. Eso es normal.

• Pero cuando te pones metas que no van en línea con tus ideales las cosas empiezan a ir mal. Lo ideal sería corregir el rumbo, pero hay quien se empeña en alcanzar lo que su corazón realmente no quiere y entonces surge la decepción.

• ¿A dónde crees que ya deberías haber llegado en este momento de tu vida que aún ves muy lejos y eso te hace sentir mal?

¿Qué es sentirse decepcionado?
• Es experimentar un estado de pesar, desilusión, tristeza y hasta enojo cuando algo que esperábamos no sucede.

¿Por qué nos decepcionamos en general?
• Porque el deseo de que algo pase nos hace olvidar que no hay obligación ni certeza en que las cosas tengan que ser como las queremos.
• Porque creamos expectativas fantasiosas sin razones objetivas ni sustento lógico para que fuera probable que sucedieran.
• No es que lo que se esperaba no fuera posible, pero seguramente era poco probable dadas las circunstancias.

¿Por qué nos decepcionamos de nosotros mismos?
• Por no tener fuerza de voluntad
Para resistir una tentación.
• Por no tener constancia o persistencia
Sostener el ejercicio, dieta o lectura. Dejar un mal hábito
• Por no lograr lo que se supone que tendríamos que haber logrado. Hemos creado marcadores y estándares sociales que a veces interiorizamos y que nos sirven como punto de comparación:
Hitos o marcadores de logro.
• Obtener un puesto laboral, casa propia, comprar un auto…

Marcadores temporales
• Las grandes décadas de la vida (30, 40, 50 y 60’s) son importantes recordatorios que nos llevan a hacer un balance de metas y logros. Regularmente no estamos tan satisfechos. Por ejemplo, estar casado, tener hijos, cierta cantidad de dinero en el banco…
• Especialmente el período entre los 40 a 60 se hace importante (Generatividad vs estancamiento).
• ¿Qué he logrado? ¿Qué soy capaz de dar? ¿Qué diferencia hago? ¿Soy un fracaso?

Marcadores de desempeño
Obtener resultados esperados de algo que se ha hecho, particularmente de nuestro papel en la vida como:
• Ser un buen padre
• Ser un buen hijo
• Ser una buena persona o ser feliz

Marcadores de reconocimiento
• Obtener respeto, estatus, reconocimiento familiar o social.
• Dejar de ser hijo para convertirse en patriarca.
• Saberse querido, admirado o que somos motivo de orgullo familiar y no de vergüenza.

¿Qué efectos causa sentirse decepcionado de uno mismo?
• Vergüenza
Por no ser la persona que crees que deberías ser en vez de la que eres. Por sentir que eres una decepción para los tuyos.
• Auto desprecio
Por haberle fallado a los que más confiaban en ti.
• Enojo
Por no haber tenido la fuerza suficiente para lograr más o vivir mejor. Por haber lastimado a los tuyos con tu actuar o desperdiciado tu vida o salud.
• Auto castigo
Este es un elemento muy importante, porque justo cuando te sientes tan mal por haber “fallado” es cuando más mal te tratas. “No es posible que me haya comido ese plato de pozole, ahora para que se me quite, mañana me levanto a las 5 a correr y luego una hora de abdominales. No hay pretexto y no me importa si reviento. Debo ser castigado”
• Depresión
Esta va muy de la mano de la desesperanza. La creencia de que hagas lo que hagas no puedes o ya es demasiado tarde para compensar lo que hiciste mal. Caes en un estado de indefensión y pasividad tóxica.
• Auto exilio
Esta es la cúspide del castigo. Te alejas de lo poco que ya te daba placer; de los tuyos. Te abandonas, abandonas tus sueños y en un caso extremo, hasta la vida misma.

¿Qué podemos hacer?
• Revisar
Si esas expectativas eran genuinamente tuyas, no lo eran pero las interiorizaste o nunca lo fueron y crees que debiste alcanzarlas por temor al qué dirán, al rechazo, a defraudar o fracasar.
• Dimensionar lo que esperábamos de nosotros para valorar qué tan viable era y qué renuncias y sacrificios hubiésemos tenido que hacer para alcanzar esas metas supuestamente ideales.
Cuando recapitulamos nos damos cuenta, por ejemplo, que para lograr la meta tendríamos que haber dejado de dormir por 5 años.
• Reconocer
Nuestra condición humana y sus limitaciones. No todos pueden o quieren hacer todo. No estamos obligados a hacer todo lo que los demás esperan que hagamos para considerarnos como adecuados o dignos.
• Reparar si es posible
Muchas veces es verdad que nuestras acciones nos llevan a aislarnos o alejarnos de los que queremos y buscan nuestro bienestar. Somos seres sociales y como tal necesitamos reparar relaciones fracturadas y compensar a nuestra propia vida por las limitaciones y carencias que derivaron de decisiones del pasado.
• Ser generoso, pero no complaciente
Deja de castigarte por lo que no has hecho. Muchas cosas nunca las haremos y para otras ya no hay tiempo, interés o energía. Enfócate en lo que sí quieres y crees que sí puedes alcanzar en un período razonablemente corto, sin dejar otras metas más a largo plazo si las tienes.

• Conócete más a fondo
Cuáles son tus verdaderas metas, sueños y deseos. ¿Qué te hace sentir bien contigo mismo que está más a tu alcance? ¿Cuál es tu ritmo interno?
• Sin que eso te dañe, dañe a otros o dañe a tu entorno
Analiza por qué no eres perseverante con algo o por qué no puedes dejar eso que sabes que te hace mal.
• Tal vez no lees porque te da sueño por no dormir lo suficiente, no es el tipo de lectura que te gusta o tienes muchas preocupaciones sin resolver.
• Quizá no dejas esa relación tóxica no porque te guste sufrir o la mala vida, sino porque tienes una gran necesidad de sentirte amado y acompañado y tienes la esperanza que esa persona te pueda dar un poco de lo que necesitas, pero que evidentemente deberías buscar de otro modo o en otra parte.

Coloca tus metas a una distancia que puedes llegar a ellas para volverlas a arrojar cada vez un poco más adelante.

agosto 29, 2017