Abel de la Peña
Cirujano Plástico-Reconstructivo, Director del Instituto de Cirugía Plástica del Hospital Ángeles de las Lomas y conferencista internacional, con múltiples reconocimientos, innovador en técnicas para el mejoramiento facial y rejuvenecimiento de la piel, lipoescultura, implantes de seno y glúteos.
TW: @Abel_dp
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¿Por qué envejecemos?
Los procesos oxidativos causan daño celular con disminución de la producción de colágeno y elastina, que provocan la pérdida del sostén de la piel y los tejidos de la cara.
La EDAD en la que empezamos a envejecer es en la década de los 20´s, que es cuando empieza la disminución leve pero progresiva de la acción de fibroblastos, las células encargadas de la producción de colágeno y elastina, y empiezan los cambios visibles en la estructura de la piel con la llegada de arrugas y laxitud.
Con la edad en la cara coinciden tres procesos naturales que van cambiando nuestro aspecto
La pérdida de grasa facial.
La resorción ósea.
La flacidez.
¿Cómo envejecemos?
CAMBIOS EN LA GRASA SUBCUTÁNEA
En la juventud, la grasa subcutánea está principalmente en el tercio medio facial.
Con el tiempo las estructuras de sostén se relajan y la grasa que da volumen a los pómulos va descendiendo, desplazándose hacia abajo.
Éste es el motivo por el que aparece el surco nasogeniano y las líneas de marioneta, el descolgamiento de las mejillas y el hundimiento malar o depresión bajo los párpados inferiores.
CAMBIOS EN LOS LIGAMENTOS Y EN LOS MÚSCULOS FACIALES
Los ligamentos soportan los tejidos blandos. Cuando los ligamentos pierden su tensión, las almohadillas grasas descienden, producen surcos como el nasogeniano o descolgamientos en la barbilla (mofletes).
La contracción permanente de los músculos faciales hace que se hiperdesarrollen, como los músculos responsables de fruncir el ceño o los que levantan las cejas. Esta hipertrofia provoca las arrugas de la frente, las que aparecen junto a los ojos o patas de gallo y las que se localizan alrededor de la boca.
CAMBIOS EN LOS HUESOS
El envejecimiento produce una reducción de la masa ósea.
La ralentización de la regeneración ósea es responsable de la reducción del volumen de los huesos faciales y se crean hendiduras, como la que se produce bajo los rebordes de los ojos.
Signos de envejecimiento
La frente comienza a mostrar sus primeros zurcos.
Las orejas a menudo se alargan un poco porque el cartílago en ellas crece.
La punta de la nariz puede caerse ligeramente, porque el tejido conectivo que soporta el cartílago nasal se debilita.
Con la edad, la grasa que rellena la cara pierde volumen.
Otras partes de la cara adquieren densidad: en particular la mitad inferior del rostro, por lo que tendemos a crear cúmulos de grasa alrededor del mentón y el cuello (lo que nosotros conocemos como papada).
Cellulaze cara
Es un tratamiento quirúrgico con Láser (Cellulaze®).
Es una intervención ambulatoria.
Se hacer a través de incisiones milimétricas que ayudan al rejuvenecimiento de la piel a través de la formación de colágeno y elastina.
¿Qué es?
Cellulaze de cara y cuello logra una retracción importante de la piel.
Se hace con un láser que pasa por debajo de la piel y estimula la retracción de los músculos faciales.
Lo que hace es estimular la dermis, o sea, la capa más profunda de la piel.
Se ha corroborado científicamente que el láser previene la lesión de las arterias venosas y linfáticas permitiendo el ascenso de músculos y piel.
Desde 2012 se ha visto que esta estimulación es capaz de mantenerse por 1 año.
Logra reubicar los músculos y traccionando la piel en sentido totalmente vertical, dando los resultados más naturales.
El regresar el volumen al malar hace la diferencia para lograr una vez más las curvas redondeadas.
Y el ajuste vertical de la piel impide la distorsión de la cara logrando así un rejuvenecimiento visible, agradable y natural.
Qué resultados esperar:
El tratamiento causa un poco de inflamación, poco a poco te irás desinflamando y aproximadamente en un mes los resultados comenzarán a notarse.
Recuperación:
Te recomendamos reposo por una semana y durante un mes no puedes realizar ejercicio ni asolearte para evitar mayor inflamación.
Las heridas son de menos de un cm., por lo que el periodo de cicatrización es muy corto.
Una vez que cumples un mes del procedimiento podrás realizar tus actividades de manera habitual.
