Adriana Esteva
Especialista en Nutrición Emocional, autora de “Cuando la comida calla mis sentimientos” y “En la comida como en la vida” y facilitadora de taller “Comiéndome mis emociones”
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Los libros de Adriana:
Comiéndome mis emociones
Cuando la comida calla mis sentimientos
En la comida como en la vida
¿Qué es la navidad para ti?
No tienes que contestar con frases armadas ni con algo que tu no sientas como: paz, familia, dulzura, villancicos, esperanza…
Sé sincero: cursilería, nostalgia, abrazos, tristeza, bacalao, tragadera, gastadera….
Estas fechas encierran muchos sentimientos, algunos más dulces y otros más amargos.
Es increíble cómo puede significar algo completamente diferente para cada quien y que muchas veces ni siquiera nos damos el tiempo para escucharnos y solo vamos reaccionando en lugar de elegir.
¿Qué puede no saber bien en Navidad?
La creencia de que en Navidad vamos a engordar como pavos rellenos.
La necesidad de dulcificar los sentimientos amargos porque en esta época todo debería de ser felicidad.
La falsa creencia de que todo lo que nos portamos “bien” en el año, debemos compensarlo portándonos “mal” en Navidad.
La angustia y la culpa de que no podremos evitar tragar sin parar.
La promesa de que en Enero bajaremos todo lo que subimos, recobraremos todo lo que gastamos y sanaremos todo lo que nos lastimamos.
Atiborrarnos de expectativas para el año próximo.
Comernos nuestras emociones
Llenarnos de todo lo que no nos dimos todo el año, como abrazos, contacto, comida, gustos….
¿Cómo podemos hacerlo diferente esta vez?
Hazte consciente de que por más bacalao, pavo, romeritos y postres que comas hoy, eso no va a mantener la navidad ni a tus seres queridos dentro de ti.
Date espacio para reconocer lo que sientes, aun cuando no sea lo que se espera que sientas.
Permítete esta vez decir que no a alguna invitación o plan que no te lata. NO TIENES QUE IR A TODOS LOS COMPROMISOS NI COMERTE TODO LO QUE TE OFREZCAN
Disfruta de lo que elijas comerte en todo sentido, la restricción solo te llevara a la compulsión, a culparte y a seguir el ciclo destructivo.
Revisa tus creencias y dales principio de realidad, por ejemplo:
Creencia: Todo en Navidad engorda
Principio de realidad: Si no pongo atención a lo que como, es probable que coma de más y me sienta incómodo.
Creencia: Tengo que estar feliz porque es Navidad
Principio de realidad: Al igual que en otras épocas del año, hay cosas que me hacen sentir feliz y otras que no.
¿Qué creencias tienes y cómo puedes darles principio de realidad?
Confía en la sabiduría de tu cuerpo, come cuando tengas hambre y deja de comer cuando estés satisfecho
Trátate a ti mismo con el mayor respeto, amor y cuidado posible aún cuando no tengas el cuerpo que consideras tendrías que tener. Es decir, no te llenes de comida que no te hace sentir bien, solo porque crees que ya no vale la pena cuidarte porque en Enero seguro todo cambiará.