¿Cómo ganar cualquier discusión? Álvaro Gordoa, nuestro consultor de imagen de cabecera, les va a explicar cómo, para que no anden batallando con eso.
Es un diálogo entre personas con posiciones opuestas sobre un tema específico, donde ambas partes defienden sus ideas en conflicto.
Las discusiones pueden ser sobre temas profundamente polémicos como el aborto, la legalización de las drogas, o la fiesta brava. Pero también se presentan en situaciones cotidianas: desde decidir qué película ver con tu pareja hasta convencer a tus padres de permitirte salir de vacaciones a Cancún a pesar de tus malas calificaciones.
¿Cómo ganar una discusión?
¿Recuerdan los diagramas de Venn que aprendieron en matemáticas? Esos círculos que se superponen y forman intersecciones son un ejemplo perfecto para entender cómo funciona un debate. En cada discusión, tú y tu contraparte están operando dentro de conjuntos diferentes.
Aquí unos ejemplos de discusiones que salen en las pláticas:
Debate sobre la fiesta brava. Los animalistas argumentan desde el conjunto de los derechos de los animales, mientras que los defensores de la fiesta brava lo hacen desde el conjunto del arte y la tradición. Como el conjunto de los derechos de los animales es generalmente más amplio y poderoso, los argumentos de los animalistas tienden a tener más peso.
Aborto. Algunos argumentan desde el conjunto del derecho a la vida, mientras que otros lo hacen desde el derecho a decidir sobre el propio cuerpo.
Legalización de las drogas. Se pueden encontrar debates en el conjunto de salud, recreación, o la guerra contra el narcotráfico.
Un adolescente que quiere irse de fiesta a Cancún. Está debatiendo desde el conjunto de recreación y amigos, mientras que sus padres están en el conjunto de responsabilidades y malas calificaciones. Para ganar, el adolescente debería mover la discusión al conjunto de las experiencias de vida, argumentando que esta experiencia contribuirá positivamente a su desarrollo personal y académico.
Discusión sobre qué película ver con tu pareja. No te centres solo en el conjunto de «cine», que puede ser débil. En su lugar, dirígete a conjuntos más significativos como el bienestar de la pareja o la salud mental. Por ejemplo, puedes argumentar que ver una película ligera es una forma de reducir el estrés y mejorar tu bienestar emocional, justificando así tu elección.
El tip más potente de todos: Debate en el mismo conjunto (terreno) de ideas que tu contraparte.
Por ejemplo: Si los defensores de la fiesta brava argumentan desde el respeto a la vida animal, tú puedes contraargumentar desde la perspectiva de que la fiesta brava contribuye a la preservación de una especie que, de otro modo, podría extinguirse.
Esta estrategia te permite girar la discusión en el mismo terreno que tu oponente, fortaleciendo tu posición. Aplicando la teoría de conjuntos en tus discusiones, puedes mover el debate hacia conjuntos (ideas) que te favorezcan y ganar argumentos de manera más efectiva.
Especialista: Álvaro Gordoa. Consultor en Imagen Pública, rector del Colegio de Imagen Pública. Autor de los libros Imagen Cool, El Método H.A.B.L.A y La Biblia Godínez.
TW: @AlvaroGordoa / IG: @alvarogordoa / WEB: www.imagenpublica.mx
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