Álvaro Gordoa
Consultor en Imagen Pública, rector del Colegio de Imagen Pública. Autor de los libros Imagen Cool, El Método H.A.B.L.A y La Biblia Godínez
TW: @AlvaroGordoa
Los seres humanos somos un poco chantajistas por naturaleza, las aplicamos y dejamos que nos las apliquen; pero conociendo estas recomendaciones las podremos usar a nuestro favor:
Exageración:
“Te voy a pedir un enorme favor”. Haces que la otra persona se predisponga a decir que sí ya que lo que comentas anticipa que será algo muy grande e importante.
Culpa:
“Si no lo entrego mañana me van a reprobar”. Utiliza el sentido de culpa cuando si la otra persona si no te ayuda, te vas a perder de algo.
Halago:
“Yo sé que eres una persona muy inteligente…”. Estos caramelos al ego hacen que la persona esté mucho más dispuesta a decir que sí a alguna petición.
Victimización:
“Llevar a cabo este evento implicó mucho esfuerzo y trabajo, si no vas nada habrá tenido sentido”. De esta forma la otra persona se siente obligada a ser empática contigo y a acceder a lo que le estás pidiendo.
¿Cómo detectar el uso de estas técnicas?
A ver, reflexiona un poco, concédete espacio y tiempo para reflexionar, no permitas que te acorralen, que te obliguen a dar una opinión inmediatamente. Responde a las siguientes preguntas:
¿La persona está exagerando?
¿Realmente es tan grave la situación de la persona?
¿El halago es sincero o me está haciendo la pelota?
¿Es mi culpa que la persona no pueda disfrutar de algo?
Respecto al victimismo, tú nunca eres el responsable de los problemas de la otra persona. Él/la decidió meterse libremente en esa situación, tú no tienes nada que ver con ello. ¿Es un problema si no quiero ayudar? Eso depende de la persona. Nunca olvides, que a veces, el victimismo te absorbe, te arrastra para que seas participe de las posibles consecuencias de la víctima para que no te puedas alejar. Ten cuidado con el victimismo, es una técnica muy peligrosa, capaz de manipularte sin que te des cuenta.