Piropos y halagos, las razones por las que debes de tener cuidado con este tipo de técnicas, no pueden ser demasiado obvias.
Mientras más disimulada sea la adulación, más sofisticado es el acercamiento y más efectivo el resultado.
Es difícil resistirse. Todos somos vulnerables al elogio y suele generar gran atracción a quien lo “otorga”. Hoy vamos a ver algunas técnicas sutiles pero sofisticadas de adulación.
¿QUÉ SON LOS HALAGOS?
El halago o elogio, es una forma de “alabanza” de los méritos y cualidades positivas de una persona, un objeto o un concepto.
Consiste en una afirmación que puede hacerse tanto en privado como de forma pública. Tienen carácter positivo, nos acercan a los demás y ayudan a reforzar la autoestima de quienes los reciben.
LOS HALAGOS COMO «ESTRATEGIA»
Las relaciones sociales que tenemos se mantienen con base en diferentes pilares y herramientas. Vamos usando estrategias a nivel inconsciente, aprendidas en nuestro desarrollo, que nos permiten acercarnos, profundizar en una relación, poner límites y alejar a una persona que creemos que nos puede dañar.
Aunque la mayoría de los halagos se hacen de forma inconsciente, sí podemos hacerlo de forma deliberada. Yo decido expresar algo a propósito con un cierto fin o, en los casos donde no hay habilidades sociales, puedo aprender a hablar y relacionarme con los otros.
Muchas de estas herramientas se acaban interiorizando y formarían en un futuro parte de quienes las usan. Es el caso de los elogios y los halagados, una forma de acercarnos a los demás que podemos aprender para mejorar nuestras relaciones.
Nuestro cerebro tiene un sesgo y se orienta más hacia los errores o los fallos que cometemos,tanto en nosotros mismos como en los demás. Combatirlo tiene que llevar herramientas activas que nos permitan también ver lo positivo, reconocerlo y resaltarlo, y hoy aprenderemos esas herramientas.
RECOMENDACIONES PARA ELOGIAR
Enmascarar el elogio como si se necesitara un consejo: Haz una pregunta buscando un consejo para halagar al otro. Por ejemplo: “¿cómo lograste obtener ese trabajo?»
Deliberar o discutir antes de mostrarse de acuerdo: En vez de hacerlo inmediatamente, la persona da algún argumento previo a la aceptación de la opinión del otro. Por ejemplo: “Al principio no entendía tu punto de vista, pero ahora le veo todo el sentido. Me convenciste”.
Hablar bien de la persona con sus amigos: Elogiar a la persona frente a sus amigos esperando que esas palabras le lleguen a él/ella.
Enmarcar un elogio como algo que pueda ser incómodo: Hacer un comentario muy positivo sobre la persona, advirtiendo antes que puede ser vergonzoso. Por ejemplo: “No quiero avergonzarte, pero tu presentación fue realmente de primera categoría. Mejor que la mayoría de las que he visto”.
Mostrarse de acuerdo con los valores antes de halagar o de aceptar una opinión: Expresar valores o una moral similar. Por ejemplo: “Yo soy igual que tú. Siempre he pensado que se debería ….”.
Estar de acuerdo con opiniones que la persona le ha manifestado a un tercero: Puedes averiguar en secreto algunas de las opiniones de la persona a través de sus contactos para después manifestar acuerdo con esas opiniones en conversación con él/ella.
Hacer referencia a afiliaciones sociales que se tengan en común con la persona antes de halagar o de mostrarse de acuerdo con opiniones: Mencionar a la persona alguna afiliación, como alguna organización religiosa o un partido político que compartan los dos. Por ejemplo: “Anoche vi la plataforma del candidato del partido X. Se presentaron unos puntos excelentes”.
Enfatizar logros y habilidades: Al hacer un elogio, es importante centrarse en los logros y habilidades de la persona, en lugar de su apariencia o características personales. Esto demuestra que valoras y respetas su trabajo y habilidades, lo que puede ser más efectivo y respetuoso.
Ser específico: En lugar de dar un elogio general, es mejor ser específico al elogiar a alguien. Por ejemplo, en lugar de decir «eres una buena persona», puedes decir «me encanta tu amabilidad y la forma en que siempre estás dispuesto a ayudar a los demás».
Ser genuino: Es importante que el elogio sea sincero y genuino. Si el elogio se percibe como falso o forzado, puede tener el efecto contrario y hacer que la persona se sienta incómoda.
Elogiar de manera oportuna: Es importante elogiar a alguien cuando sea apropiado hacerlo. Por ejemplo, si alguien hace algo bueno o muestra una habilidad impresionante, es importante reconocerlo inmediatamente. Esto puede hacer que la persona se sienta valorada y motivada para seguir adelante.
No hacer comparaciones: Evita hacer comparaciones al elogiar a alguien, ya que esto puede hacer que la persona se sienta incómoda o insegura. En lugar de ello, enfócate en las habilidades o logros específicos de la persona.
Ser discreto: Asegúrate de que el elogio sea privado y discreto, especialmente si estás en una situación social con muchas personas. Esto puede hacer que la persona se sienta más cómoda y valorada.
Fuente: Alvaro Gordoa, Rector del Colegio de Imagen Pública, asesor político, empresarial y del entretenimiento en las áreas de creación y modificación de Imagen Pública, autor de los libros «Imagen Cool», «El Método H.A.B.L.A.» y «La Biblia Godínez».
Website: www.imagenpublica.mx // IG: @alvarogordoa // TW: @AlvaroGordoa // FB: Alvaro Gordoa
TAMBIÉN PUEDES LEER:
- ¿Cómo cachar a un mentiroso?
- El sueño y la imagen pública
- ¿Qué hacer cuando te topas a alguien incómodo?
- 10 errores que debes evitar para no sepultar tu imagen este año
- 10 errores que sepultarán tu relación