Ana Estrada
Experta y Consultora de Empresas para Identificación y Desarrollo de Talento. Directora y Fundadora de Brújula Interior
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¿Cuál es el momento correcto para hacer Orientación Vocacional con nuestros hijos?
Es la primera decisión importante que tomamos y que, de tomarla mal, afectará el resto de nuestra vida ya que buena parte de nuestro futuro dependerá de esa elección, por ello es necesario contar con todas las herramientas disponibles al momento de decidirnos.
Pero, ¿cuándo hacerlo? ¡No antes de los 15 años!
El cerebro realiza un proceso de mielinización desde que nacemos hasta los 21 años, el cual juega un papel esencial en el aprendizaje ya que regula la velocidad con que se transmite la información por las redes neurales.
Dicho de otra manera, es como “pavimentar” nuestro cerebro, lo que facilita que podamos acceder a diferentes tareas de pensamiento.
Después de los 15 años, nuestros hijos han pasado por la secundaria, que es la etapa donde generalmente se relacionan con diversos estilos de pensamiento, enseñanza y aprendizaje.
Y es precisamente a esta edad cuando la mielinización ya ha “pavimentado” los cuadrantes Basales y la mitad de los Frontales, así que nuestros hijos ya tienen acceso a casi todo su cerebro y pueden elegir con base en su experiencia propia.
Una vez llegado este punto, es necesario prepararlos para que se les facilite la primera decisión importante de su vida; la orientación vocacional ayuda a que nuestros hijos reconozcan, analicen y exhiban habilidades, intereses, valores y rasgos de personalidad que resulten compatibles con la elección de formación profesional.
¿Cómo ayudarlos?
Platica con tus hijos y traten de identificar para qué cosas son buenos (preferencias), estás habilidades suelen presentarse desde que son niños.
Es importante enseñarles cómo el contexto influye en su productividad.
Otro aspecto fundamental es ayudarlos a aterrizar sus fantasías de a la realidad. En este caso, tienes que bajarlos de las nubes y plasmar esos sueños en lo más parecido a lo qué se quieren dedicar.
Familiarizarlos con los tipos de carrera que hay, la forma más sencilla de hacerlo es por bloques (tradicionales, digitales, verdes), esto ayudará a que no se paralicen ante toda la oferta que actualmente existe.
¿Quién dijo que la imaginación es mala? Ayudarlos a imaginar cómo quieren ejercer su profesión es una buena alternativa para acercarlos al futuro.
Ojo, una de las claves fundamentales consiste en que, desde pequeños, enseñarles a cómo se tomar una decisión y por lo tanto, aprendan a manejar la pérdida.
Calculen el costo del estilo de vida y los niveles de pago de cada carrera. Si bien esto no es el factor principal de la elección, sí es importante contar con esta información para que, sumado a una serie de elementos, nuestros hijos tomen la mejor decisión.
En la actualidad existen diversos entrenamientos y coach que usan la Orientación Vocacional como pretexto para comenzar con el aprendizaje de toma de decisiones, sobre todo con aquellas que son las más importantes de su vida.
Ahora, ¿qué no hay que hacer?
Pedirles que estudie lo mismo que tú o aquello que tú siempre soñaste ser. Como papás, uno siempre quiere lo mejor pero no te proyectes en ellos.
No los presiones a elegir desde pequeños, espera la edad adecuada (a partir de los 15 años) para perfilarlos.
No hagas exámenes psicométricos
