Ana María Kudisch
Licenciada en Derecho, Máster en Derecho de Familia por el Instituto de Ciencias Jurídicas y Estudios Superiores de la Facultad de Estudios Superiores. Con más de 30 años de experiencia.
IG: @kudisch_abogados
kudischabogado.com.mx
T. 55- 11-07-86-04 / 55-11-07-86-05
El divorcio en cifras
Según datos del INEGI en 2020, entre 2000 y 2019 la relación divorcios-matrimonios casi se quintuplicó, al pasar de siete a 32 divorcios por cada 100 matrimonios.
Casi la mitad de los matrimonios, el 47%, duraron entre seis y 20 años
El 30%, se disolvieron legalmente después de 20 años de matrimonio, mientras que uno de cada cinco, tuvo una duración legal de entre uno y cinco años.
Entre las tres principales causas de divorcio están: el divorcio incausado, con el 63%, seguido por el de mutuo consentimiento, con el 34.7%, (y) la separación por más de un año, con el 1.4 %
Para el divorcio, la edad media es de 39 años para ellas y de 41 años para ellos.
Aumenta la violencia
Durante esta pandemia aumentó la violencia doméstica. Por ejemplo, en diciembre de 2018 se reportaron 12,174 investigaciones por agresiones domésticas, mientras que, en marzo de 2020, ya con medidas de confinamiento, se registraron 20,232.
La violencia familiar aumentó en 24 estados. En la Ciudad de México y el Estado de México se registraron 1,385 investigaciones más por agresiones domésticas en cada entidad.
La segunda llamada más recibida en el 911 es la violencia doméstica y de los 46.5 millones de mujeres en México el 66% ha sufrido algún tipo de violencia.
La violencia familiar no se denuncia en un 75% de los casos aunado a que en el periodo de confinamiento por el COVID -19 víctimas están encerradas con sus victimarios.
Si estás pensando en divorciarte haya o no violencia, necesitas preparar esto:
Tener documentos que demuestren nivel de vida.
Tener un abogado.
Proponer un convenio de divorcio para evitar el pleito.
Pelear un divorcio judicial si no hay más remedio y asumir que será un juicio doloroso, largo y caro.
¿Qué van a negociar?
Los hijos en común.
El domicilio familiar.
Los bienes gananciales.
La forma de procedimiento (mutuo acuerdo o contencioso).
El dinero del que se dispone para los trámites (abogados, notarios, etcétera.
A la hora del divorcio ¿cuál es la diferencia entre el matrimonio bajo el régimen patrimonial de sociedad conyugal y de separación de bienes?
Sociedad conyugal: Significa que todos los bienes que se hayan adquirido durante el matrimonio son de ambos, por lo que al momento del divorcio estos bienes se deberán de repartir entre los dos en partes iguales.
OJO: Hay bienes que no forman parte de la sociedad conyugal, esto dependerá de la regulación específica de cada Estado de la República, por ejemplo en la CDMX y en el Estado de México, las herencias y donaciones no forman parte de la sociedad conyugal.
Separación de bienes: En este régimen cada uno será dueño de lo que haya adquirido. Cuando alguno de los dos se haya dedicado al cuidado del hogar y de los hijos, este tiene la posibilidad de solicitar una compensación de hasta el 50% de los bienes, este porcentaje lo fijará el juez.
La repartición de los bienes durante el divorcio, en ambos regímenes patrimoniales se puede facilitar si previo a contraer matrimonio ambos determinan de forma específica, a través de las capitulaciones matrimoniales (contrato prenupcial), que bienes son de cada uno.
Si hay hijos, ¿qué pasa con la pensión alimenticia?
Si se tienen hijos, existe la obligación de ambos padres de dar pensión alimenticia, siempre y cuando estos sean menores de edad o estén estudiando en un nivel educativo acorde a su edad, sin incluir posgrados.
La responsabilidad de pagar esta pensión termina cuando los hijos adquieren una profesión o un oficio, o bien empiezan a trabajar.
¿La patria potestad o custodia pueden decidirla los mismos padres si llegan a un acuerdo?
La patria potestad no es igual a la custodia.
La patria potestad es la relación que existe entre los hijos con los padres, y no se pierde a menos de que así lo decida un Juez, en casos específicos como la violencia familiar.
La guardia y custodia implica con quien ha de vivir de forma permanente el menor, el otro padre tendrá derecho a un régimen de visitas. Al momento de la separación los cónyuges tienen la posibilidad de decidir quién tiene la guardia y custodia y quien derecho a visitas. Si este acuerdo no es posible un Juez de lo Familiar lo determinará.
¿Quién decide quién le da cuánto a quién?
El monto se podrá fijar de común acuerdo al momento de la separación.
Si este acuerdo no se logra, el juez fijará el monto de la pensión alimenticia de acuerdo a las necesidades de los hijos y la capacidad económica de quien deba de pagar.
La pensión alimenticia, por regla general y sin importar el sexo, la debe de pagar el cónyuge que no tenga la guarda y custodia; esto en el entendido de que aquel cónyuge que tiene la guardia y custodia, vive con los hijos por lo que también aporta una cantidad de dinero para el sustento de ellos.
¿Puede ser que la mujer le dé pensión al hombre?
Si, en la actualidad cualquiera de los cónyuges que se haya dedicado al hogar o al cuidado de los hijos como actividad principal tiene derecho a recibir una pensión sin importar el género.
¿Para qué debe de utilizarse esa pensión?
La pensión alimenticia incluye vivienda, alimentación, educación, gastos de salud, esparcimiento, vestimenta y todo aquel gasto a lo que estaba acostumbrada la familia antes de la disolución del matrimonio.
Si no tienen hijos, ¿se puede pedir pensión?
Si, sólo en el caso de que alguno de los dos no trabaje y se haya dedicado principalmente al hogar. Esta obligación termina si el cónyuge que recibe la pensión consigue trabajo o vuelve a contraer matrimonio.
¿Qué pasa cuando uno se quiere divorciar y el otro no?
Basta con que uno de los cónyuges ya no desee seguir casado para tramitar el divorcio sin que la voluntad del otro afecte esta decisión.
Errores en el proceso de divorcio
Mantener conversaciones paralelas. Tu abogado debe ser el único interlocutor.
No dar toda la información al abogado.
Manipular a los hijos para conseguir tus propósitos.
Poner falsas denuncias de violencia de género.
No mantener la cabeza fría.
Encargar el divorcio a un abogado de la familia.
Pretender que el abogado sea tu altavoz
Querer el enfrentamiento entre abogados. Muy a menudo los cónyuges piensan que un abogado de familia cuando más agresivo sea, mejor defenderá sus intereses, y ésta es una idea totalmente equivocada y contraproducente. Mediante la negociación y el diálogo se consiguen mejores resultados.